miércoles, 25 de marzo de 2020

A propósito del Estado de Alarma (2):El Estado que trabaja

Die Arbeirstande Staat (El Estado que trabaja) es un concepto de Lorenz Von Stein  - uno de los referentes históricos para este  blog, sobre todo desde que leí los comentarios de Luis Diez del Corral a su obra sobre los movimientos sociales  y que me resulta muy valioso - aunque despreciado - para el planteamiento originario de la Ciencia de la Administración moderna que (...) El principio de la democracia social es para la constitución el sufragio universal, para la Administración la abolición de la dependencia social dentro de la clase trabajadora. En la democracia social, la constitución, pues es, el elemento democrático, la Administración el elemento social. El desarrollo naturalísimo e incontestable del movimiento de libertad conduce, necesariamente, a esta alianza; es el último estadio en el movimiento de la clase inferior, que se opone a la sujeción social. Al llegar a él aquel conflicto social ha alcanzado su cima. Y también, aquí se ofrecen dos posibilidades, exactamente igual que en el movimiento político, que tiene también la misma naturaleza y el mismo nombre: la reforma social y la revolución social (…)
Von Stein fruto de las experiencias vividas en la Francia de febrero de 1848, ideo el Estado Social, como un Estado que inicie una reforma a fin de mejorar la calidad de la vida de las clases bajas, evitando así el proceso de las clases que buscan ascender socialmente. Para el autor el principio del Estado es, la elevación de los individuos que lo componen; participando en algo superior, en la personalidad misma del Estado, y, concretamente en los dos momentos que la integran, es decir, en su voluntad (constitución del Estado) y en su actividad (administración del Estado). La monarquía social sería el instrumento para las reformas sociales necesarias y a la par, la instancia representativa del ideal del Estado.
Las nuevas políticas de impuestos, instrucción pública universal y acceso a la propiedad, evitarían la solución revolucionaria y el oportuno cambio en la imposición de los intereses de otra clase, evitándose el desorden y confrontación social evitando “el proceso de las clases que buscan ascender socialmente”. A su vez las políticas sociales contribuyen a paliar la tensión dialéctica entre la sociedad – como reino de la necesidad – y el Estado – como reino de la libertad. Curiosamente aquí hay un sabor hobesiano en el que el leviatán bien dirigido es el garante de la libertad al evitar que los hombres sean unos lobos para los otros. Sabor que se mezcla con el idealismo hegeliano sobre el Estado como unidad de la acción social y que definitivamente Weber lo canalizaría para el desarrollo del capitalismo y democracia. El resultado de estas aportaciones es que la historia ha demostrado mejores frutos que los ofrecidos por el marxismo tan criticado en su teorética por nuestros héroes Von Stein y Weber, que se hubieran quedado pasmados al ver el final del estrambote comunista.  Esta alternativa tachada infelizmente de conservadora pero muy revolucionaria - y a la altura del socialismo utópico de inspiración cristiana posiblemente solo implementado en la praxis de las reducciones jesuitas del Uruguay del S. XVIII - centró su análisis en la receptividad a los movimientos sociales y su concepción del Estado y de la Administración no son sino instrumentos del orden social, formulando una Teoría de la Administración como acción de conformación social. Para Von Stein esta Ciencia de la Administración (Verwalstunglehre) será una de las cinco ciencias políticas positivas - en el sentido del positivismo científico comptiano (asuntos exteriores, ejército, finanzas, administración de la justicia y administración interna que coordinadas todas en un sistema, en cuanto aspiran a un mismo fin y se informan en un mismo principio: esto es, la idea unitaria del Estado que actúa (Der Arbeitende Staat).
La aportación de la teorética steiniana se aplica a la cuando se produce la transforma en un Estado que trabaja mediante una administración al servicio de la sociedad. La línea Bismarck-Constitución de Weimar-ley fundamental de Bonn (de inspiración en Forshoff, jurista atento a  Von Stein,- Constitución Española/UE, tuvo una respuesta concreta en la actuación en Europa tras la crisis de 2008 y ahora, se espera en con el CIV-19, tras el repunte del paradigma del Estado neoweberiano desde 2008 en convivencia de una aún precaria y poco fiable propuesta de paradigma de nueva gobernanza.   

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