domingo, 21 de diciembre de 2014

Metaanálisis de Políticas Públicas (y 2)


El propósito científico social – positivista o no – tiene por finalidad establecer leyes comprensivas y explicativas de los fenómenos que se analizan, para, si es posible proponer soluciones aplicativas a los problemas sociales. 

Creemos que la falta de una acción evaluativa de la acción pública, de manera persistente y sistemática es uno de los problemas graves de nuestro sistema político-administrativo, y está, además íntimamente ligado con la ausencia de una dirección pública profesional y con la politización de la función pública.

El hombre común sabe que la fórmula del EBITDA  da un valor tangible a una empresa, en un momento determinado, y además un juicio sobre su gestión inmediata. ¿Cómo evaluar la administración política de los intereses públicos? cuando la  mayor parte de los  ‘enunciados evaluativos’ (Subirats et al. dixit) responden a propósitos encubiertos de carácter partisano, mediático o de  lobbies. ¿Cómo analizar las políticas cuando  el proceso decisorio es una caja negra y resulta desconocido hasta por los supuestos analistas y sobre todo por los implementadores?

Súmese a esto la intangibilidad del valor público, de los bienes públicos, de la  confianza básica, de los constes de transacción democráticos, del abuso de los free riders o del uso fraudulento de la legitimidad representativa o  de la contravención persistente de la división de poderes – Montesquiaeu ha muerto se pronostico -  

 

Por ello hay que – vía inductiva – buscar leyes universales desde un trabajo empírico, que con métodos cualitativos y cuantitativos explore el área que en los reglamentos orgánicos y funcionales recae la labor analítica.

Nos referimos a  ese espacio de interfase que formalmente se denomina gabinete político y técnico.

Este estudio trataría de averiguar si con respecto a las decisiones públicas se evalúa ex post o analiza ex ante – no son baladíes la distinción en la materia – o no se hace nunca a pesar de los pomposas denominaciones. Consistiría esta labor en averiguar por ejemplo;

 

1)     Si los gabinetes no hacen sino documentar sobre alguna área geográfica o sectorial ante supina ignorancia o nulo o remoto conocimiento de los decisores acerca de los  entornos de actuación (vg. Villarreal  tiene muchas fabricas de cerámica y Alcoy de textil)

2)    Si el personal de los gabinetes tiene estudios adecuados o experiencia en la toma de decisiones complejas en estructuras organizativas, o al menos nociones básicas de nomotecnia.

3)    Si en los gabinetes se conocen los modelos teóricos de análisis de políticas, sus problemas o se conocen alternativas analíticas en torno a las propuestas de gobernanza, nueva gestión pública, sistemas comparados, modelos matemáticos, de simulación, de economía aplicada,…

4)    ¿Cómo se compadecen los ciclos presupuestarios y políticos con el ciclo vital de las políticas y la sistematización de estas (subpolíticas, programas, subprogramas, acciones…?

5)      Porcentaje de tiempo y de recursos que se dedica al protocolo, actos de marketing, partisanos, atención de la red clientelar y cuanto a l análisis de la toma de evaluaciones.

6)    Se tiene constancia de los  enunciados evaluativos y de su contaminación ad intra  o  ad extra por mor de propósitos encubiertos.

7)    Cuál sería el algoritmo para efectuar evaluaciones con propósitos abiertos de conocimiento y mejora (Mila Gascó dixit)

8)    La dinámica imperante es la del cubo de basura, el ajuste partidario mutuo, o en el mejor de los casos el modelo incrementalista simple  o el desarticulado.

9)    ¿Cuál es el rol o skills distintivos del personal de gabinete, respeto del personal directivo o el de libre designación?

10)  ¿Los gabinetes están aquejados de los peligros descritos sobre el comportamiento político? (Gil-Casamayor) en cuanto a;

 

·       La obsesión por el marketing y el titular.

·       Que  los medios se conviertan en fines en la  actividad reguladora.

·       Fracaso en la lectura de riesgos sistémicos y coyunturales.

·       Caer bajo el influjo de aduladores y otros tipos peligrosos.

 

Todas esta cuestiones se encierran en una mayor, cual resulta de analizar a su vez si el sistema universitario o formativo de la  Administración Pública proporciona o podría proporcionar analistas profesional al servicio de los  Gobierno, para el caso de que surgiera otro tipo estándar de político, supuesta la reforma de la ley electoral, del Gobierno  y de la Función Pública.

 Buena parte de lo que se propone ha sido expuesto con pretensión normativa por la Ciencia de la Administración (vg. Dror) 

Estoy convencido que, además de servir a los propósitos teoréticos por inducción  aludidos,  este estudio redundaría en un buen y transparente que desde luego superaría a ese estrambote-gatopardista  autonómico  recientemente gestado gobierno

Metaanálisis de Políticas Públicas (1)


En España  el ‘Análisis de Políticas Públicas’, es una displicina carrefour entre la Ciencia de la Administración  y la Ciencia Política  surgida en los ’50, y que supuso un focus nuevo para ambas ciencias, ancladas ya mucho tiempo en temas recurrentes en torno a la legitimación, estructuras y control. Se paso del estudio de los inputs al de los outputs. Cuando se aproxima a sus fundamentos teóricos podemos percatarnos de la complejidad, diversidad y fragmentación científica en torno a los estudios de políticas, situación  que en  estos 60 años de recorrido poco se ha avanzado.

Los problemas seminales de la disciplina reflejados, a mi modo de ver, especialmente en los modelos teóricos analíticos, siguen sin resolverse. El dilema del enfoque ‘sinóptico’ vs. ‘antisinóptico’, cruza transversalmente a las subareas; estudios, diseño,  proceso, evaluación, implementación, … de políticas y las condiciona en su aplicación científica. Por ello la teoría de la decisión, la  del comportamiento social, la de la argumentación, se muestran como vicarias de los enfoques primigenios y la multidisciplinariedad de la seminal ‘Ciencia de políticas’ ha terminado en un marasmo científico, no peor del que se haya el  posterior ‘Análisis de políticas’ afectado de un maximalismo científico (y positivista) de imposible o extraordinariamente difícil aplicación, que se vio extraordinariamente afectado por las corrientes optimistas del conductismo de los ’60 y sus lecturas positivistas.

 De otra parte los políticos no han salido nunca del discurso demagogo de las políticas, emplean algunos términos pero no saben nada absolutamente del discurso científico y ni tan siquiera el contenido mínimo de las políticas. En total, ambigüedad, imprecisión, retórica, propósitos encubiertos en la evaluación, negocio de consultorías que venden  marketing político subespecie de producto evaluativo. En suma otro aspecto de la política real que espera ser desvelado y que guarda estrecha relación con la corrupción y su hermana la ineptitud.

La evaluación no supera en nuestro país  la barrera de actividad sectorial  sectorial y excepcional. Los modelos teóricos analíticos al uso  son  insuficientes, obsoletos, inadecuados, complejísimos (Allison I, Racionalidad comprensiva, Normativo óptimo) y han hecho  que sirvan, si se utilizan,  como mucho, para describir por qué se hacen las cosas de manera deficiente, insuficiente o caótica, o que justifique  modelos  en el contexto de la racionalidad limitada o anarquía organizada (Incrementalismo I, II y III,Pluralismo,  Garbage Can,...).

Bajo el titulo Evolución de modelos y enfoques para el análisis de la “acción pública”: del discurso a una nueva dinámica normativa”, dejamos constancia de un trabajo propio sobre la cuestión metaanálitica que aparece en el número 12 de la revista  Gestión y Análisis de Políticas Públicas, y que obedece a una pertinente propuesta de revisión y reformulación de la ponencia que se presentó en el congreso GIGAPP 2014 , y que puede verse en http://revistasonline.inap.es/index.php?journal=GAPP&page=article&op=view&path%5B%5D=10208&path%5B%5D=10693

Para saber más, mucho, más véanse las obras recopilatorias de Aguilar Villanueva de 1992 sobre los estudios, la hechura, la agenda y la implementación de las políticas.