viernes, 29 de julio de 2011

Asesores y asesorados (3): Saber qué y cómo

Cuando uno analiza la situación económica actual y sus equivalentes en los ámbitos político y social, puede encontrar paralelismo ‘mutatis mutandi’ con situaciones ya vividas. Nos hemos referido a la descripción que hiciera Weber en el político y el científico tras la guerra europea de 1914-1919. Igualmente sus paralelismos están en la era progresista americana, - básicamente desde 1890 hasta la década de 1920 -, donde las aportaciones científicas de Wilson, en un primer momento y políticas en un segundo, fueron junto con las de T. Roosevelt germen de reformas políticas y administrativas en pro de la contención de los excesos de un capitalismo ancado en un darwinismo social, surgido de la revolución industrial.
Ahora el problema se enmarca en el llamado capitalismo financiero y especulativo que se desarrolla en un hábitat postindustrial en el que las soluciones políticas son de muy bajo perfil. De momento no hay soluciones más allá de los parches. Frente a esto cabria argumentar que o los políticos son de muy bajo perfil o no hacen caso su asesores o estos también son de tres al cuarto.
Un asesor de primer empleo, es decir, recién salido de la universidad poco más que advertir sobre la legalidad penal (vg. que acciones son cohecho o prevaricación), los fundamentos económicos (vg. hasta donde se puede endeudar)
El conocimiento técnico no es sólo saber sobre algo, sino como utilizarlo para resolver un problema ,y la dinámica seguida en materia de asesores por estos lugares dista mucho de aquello que predicara Y. DROR en 1997 sobre las funciones de la alta gerencia denominadas “tipo Delta”, que incluyen; la intervención activa en el cambio institucional; la promoción de nuevas estructuras sociales y políticas; el desempeño en un contexto de complejidad creciente; y la movilización de soportes para los procesos de deconstrucción, difíciles pero inevitables para la construcción de nuevas estructuras y sistemas organizacionales, acordes con las exigencias de la época.
Esta alta gerencia debe disponer de unas habilidades especiales, tales como: centralidad en las tareas de orden superior; extremada profesionalización; innovación y creatividad; ética; autonomía pero subordinación a las metas del servicio; y un depurado sentido de misión.
Sinceramente un asesor de una presidencia de gobierno, autonómica o de un Ayuntamiento de gran ciudad, debe tener alguien con estos, skills, sin perjuicio de que existan asistentes de los asesores. Tal vez debería instaurar una suerte de carrera administrativa en el personal eventual, para el que llegue a la cima, sea por cualidad de experto, ilustrado y experimentado en el saber concreto, como así existe en la administración de la UE con los denominados Consejeros especiales en atención a su cualificación excepcional como expertos de alto nivel, desempeñan sus servicios en régimen de colaboración ocasional y no de manera exclusiva en algunas de las instituciones, bien de forma regular o en periodos determinados. Muchos de ellos suelen ex funcionarios de la UE y su duración no es superior a dos años.
La gestión política implica decisión pública pero ésta no descansa sólo en la decisión propiamente política al estar mediatizada por innumerables y diversos factores de los subsistemas sociales siempre cambiantes que deber ser tenidos en cuenta por quienes tiene que decir. La interacción de intereses económicos, corporativos, de movimientos sociales en la gestión política ha sido descrita por K. Offe en su obra La Gestión Política.

El país no está para tonterías, y no sé por qué hasta donde alcanzo a conocer, lo que no están por la tonta labor, acaban marchándose.Se marchan los que saben pero no se les tiene en cuenta y se quedan los que resuelven el problema como si este no exitiese. Es decir con magia o maquillaje.

Nuevo grado en Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas

A partir del curso 2011/2012 la UNED, impartirá a partir del próximo curso 2011/2012 un nuevo Grado en Ciencias Jurídicas de las Administraciones Públicas y Gandía, será una de las sedes de los centros asociados donde se imparta.El objetivo de esta especialidad es el estudio del régimen jurídico de las Administraciones Públicas que permitirá a sus titulados acceder a la funcion pública o trabajar como personal laboral en distintos organismos de la Administración, para lo cual los estudios se centrarán en sus normas de funcionamiento y en el conocimiento de los instrumentos de gestión y dirección. El nuevo Grado también puede ser de interés para las personas que ya trabajan en la Administración Pública como funcionarios o laborales, así como para los responsables de empresas vinculadas, como contratistas o prestatarias de servicios.
Esta titulación se ofrece además del grado en Ciencias políticas y de la Administración, implantado desde el año pasado, si bien hay una mayor carga lectiva en asignaturas jurídicas. No se limita sólo al aspecto jurídico, a pesar de que dependa de la Faculta de Derecho, sino que contempla los aspectos politológicos, organizativos, económicos y filosóficos de la Administración Pública.
En definitiva es otro enfoque de los que se dan en el marco nacional de las Ciencias Administrativas, lo que siempre es bueno.

Asesores y asesorados (2): tekné y fontanería

Salvo honrosas excepciones los asesores no asesoran, no es el tekné lo que determina su selección sino su fidelidad - ahora más personal que de grupo –. El personal eventual en una inmensa mayoría es sólo de confianza y no existen los asesores en cuento al bien primario que estos podría producir. Su conocimiento técnico como aportación a la solución de un problema o al establecimiento de una tecnoestructura organizativa en la estructura administrativa.
Los asesores para subsistir en un sistema político caracterizado por un clima de gran desconfianza. inestabilidad, ineficacia, servidumbre y feudalismo no pueden contradecir a los políticos, dejándose llevar por una dinámica del ‘Sí, Sr. Ministro’, y dar pábulo y legitimidad a lo que estos hacen. Primordialmente predomina en la cotización del personal la supuesta habilidad para resolver problemas extra legem o contra legem o mediante el uso de canales o de relaciones informales.
El uso de asesores, no sometido a ninguna regla ni criterio como puede ser el ‘spoil system de circuito cerrado’ para la libre designación o algunos puestos críticos directivos, es hoy uno de los vestigios más claros del "sistema del botin", que como es sabido dominó en los Estados Unidos desde el siglo pasado, siendo uno de los factores desencadenantes de la corrupción e ineficacia de la Función Pública, hasta tal punto que su eliminación uno de los aportes más importante de la reforma de la Ley de Servicio Civil en 1978 en ese país, llevada a cabo por el presidente Carter, en virtud de la cual el nombramiento de los magistrados y funcionarios del gobierno se basarían en el mérito, en lugar de la influencia política.

jueves, 28 de julio de 2011

Asesores y asesorados (1): Políticos y técnicos

En la entra anterior hemos reflejado un problema que guarda estrecha relación con el problema del asesoramiento en política. Un reciente artículo de prensa refería que los 68 asesores del Consell valenciano suponen un gasto de tres millones de euros. Uno de los temas más recurrentes sobre el control de las arcas públicas es la reducción del personal de designación política. Como es sabido la tipología es amplia pues recoge desde los altos cargos hasta determinados puestos en la carrera administrativa, y como no a esa especie que se llama de iure personal eventual, el cual puede ser asesor o de confianza.
Estamos oyendo que los políticos van a reducir a este personal, y sin embargo manifiestan que no van a reducir las prestaciones. En términos de configuración organizativa diríase pues que son prescindibles para la prestación de los servicios públicos. No se considera un input vital necesario, para el logro de objetivos, aunque sí pudiera ser útil, conveniente o meramente redundante.
Recientemente ley que un presidente de la Diputación valenciana afirmaba que en su época de gobierno entre 1975 y 1979, no había utilizado ni una sólo asesor en su staff, pues había recurrido a los funcionarios que ya existía en la organización provincial. Recordemos que ese periodo el Decreto 315/1964, de 7 de febrero, por el que se aprueba el Texto articulado de la Ley de Funcionarios Civiles del Estado, consideraba al personal eventual, nada más y nada menos que funcionarios de empleo . Este personal fue introducido por primera vez en nuestro ordenamiento jurídico por la Ley 109/1963, de 29 de julio de Bases de los Funcionarios Civiles del Estado, y a partir de la misma se les suponía para prestar servicios para determinados órganos o autoridades, mediante calificadas de confianza o asesoramiento especial, pudiendo incluso, en la Administración Local desempeñar también determinados puestos de trabajo de carácter directivo, no obstante la polémica de ello (supuesto de ultra vires en el Texto refundido de 1986 ya conocido.
Un informe de la ONU, del año 2001 denominado Globalization and the State señala que en los países capitalistas, cuyos índices de desocupación son altos, a menudo optan por convertir al gobierno en un gran empleador, utilizando el
empleo como paga a aquellos que contribuyen de alguna manera a las campañas políticas. Para la ONU “el efecto negativo de estas prácticas ha sido diverso y visible. No solamente han contribuido a inflar los costos de reclutamiento y aumentar la carga contributiva de los contribuyentes, sino que también han tendido a ‘devaluar el valor de la moneda’ del servicio público”
Parece desprenderse una utilización de este personal para algo más que asesorar o ejercitar labores de confianza. Parece que este personal siempre coincide con miembros meritorios en el partido, mientras que quienes de verdad tiene capacidad, por su tekné de asesorar utilizan otras fórmulas de apoyo a la decisión públicas, como en su día fue por ejemplo la asistencia técnica.

Sacrificios espúrios: bienes internos y externos

Algunos recordaran una película titulada Monseñor cuyo actor (Cristopher Reeve-Superman) era un meritorio y sacrificado presbítero que había hecho de todo por la Iglesia católica. Uno se plantea que tal vez todo esos sacrificios no sirvan más que a los intereses personales o mundanos o sean consecuencia de interpretaciones erráticas sobre el deber ser.

Sirva este ejemplo para mutatis mutandi ver que en los gestores públicos, como también sucede en otras actividades supuestamente no primordialmente lucrativas, hay mucho de esta insana equivocación. Siguiendo a Alasdair MacIntyre, parece que hay mucha confusión entre lo que se denominan bienes internos o primarios y bienes externos, o secundarios. Los primeros son los intrínsecos a la actividad concreta (justicia, curar, informar,…) y que satisface por sí misma bien sea vocación o imposición. Los secundarios serían aquellos que asimismo se consiguen con dicha actividad, pero que son más generales o comunes a otras actividades (prestigio, dinero, conocimiento, poder,información…).
Si los bienes primarios de la Política/Gestión Pública giran en torno al interés general en aras del progreso colectivo, cualquier sacrificio, inmolación de un gestor, deviene en espúria. Si un Juez se ocupa de que su juzgado sea el más limpio y de que sus funcionarios sean los que más ganan o cualquier otra frivolidad, pero no se juzga con equidad a los justiciables, dudo que ese Juez pase a la posteridad como el Honorable Juez Mr. Marchall. De la misma manera si un político utiliza los ingresos públicos y demás instrumentos de la acción de gobierno para favorecer intereses de partido, de sus correligionarios, de su red de sustento o como mecanismo de poder y no atiende a las reglas del buen gobierno haciendo políticas útiles para la ciudadanía.
Por lo tanto todo sacrificio invertido para el partido, grupo, secta o lo que sea, deberá en su caso ser apreciado por sus destinatarios. La ciudadanía, reconocerá la honorabilidad, o ésta en grado superlativo, cuando realmente haya habido un notable sacrifico por la sociedad destinataria de la acción política.
Para sacrificios y otros méritos me quedo con Agustina de Aragón, Vicente Ferrer, Teresa de Calcuta, o el capitán Shackleton, y como no, con aquellos servidores públicos que se la juegan, al menos, de vez en cuando, por la comunidad.
Podrá comprenderse que si un político se queda hasta altas horas de la noche, sacrificando horas de descanso, como ciudadano solo lo apreciaré si lo hace en aras de solucionar un problema público. Me queda lejos, y hasta lo desprecio abundantemente, si gasta su tiempo y los recursos públicos de todo tipo en maquinar contra el enemigo político, institucional o más aun en contra, incluso de sus correligionarios de grupo o colegas de gobierno.
Sé de sobra que todo esto no es nuevo en el mundo, sé que no es de ahora, aunque sea fruta del tiempo y sé de los miedos y miserias humanas individuales y colectivas. Pero también sé o quisiera creer que esta dinámica no debería darse por quienes se llenan la boca hablando de la democracia y de la legitimación de los votos, porque la mayoría no vota para que se produzcan sacrificios inútiles para el hombre común. Menos todavía de quienes se llenan la boca hablando de lo divino.
Será que los políticos no están bien asesorados o quizás mi casa no sea tan particular, y lo único que resta es institucionalizar los bienes secundarios para los sacrificios tengan su reconocimiento social.
Pero si quisiéramos optar por revitalizar los bienes primarios, sugeriría de entrada, por su antigüedad, leer con detenimiento el Libro de la Sabiduría y el Eclesiastés.

martes, 26 de julio de 2011

Faraones y sátrapas (y 2): abejas y zánganos

Como se sabe en el siglo XVIII Mandeville escribió La fábula de las abejas , que llevaba por subtítulo ‘‘Cómo los vicios privados contribuyen a la prosperidad pública” y, que bien podría tener su versión actual en “como los vicios públicos mejoran ostensiblemente la prosperidad privada individual o la de grupo. La fábula comienza describiendo el panorama del panal rumoroso señalando que cada parte estaba llena de vicios, pero todo el conjunto era un paraíso. Y termina cuando la deidad desterró los vicios y todos los ineptos o quienes sabían que sus servicios no eran indispensables se marcharon; no había ya ocupación para tantos. Los precios de las casas y de las tierras decayeron y el arte de construir está casi muerto, los artesanos no hallan empleo.
Parece que el espectáculo actual de la política no es tan novedoso e incluso casi sería axiomático que si muchas abejas se benefician del desorden, las que están en el panal lo hacen todavía más, y como nadie los zánganos.
Los faraones y sus gobernadores locales han vivido a costa de la cosecha que ellos mismos han plantando. Ha sido abundante y provechosa para muchos que callan y señalan, e incluso se atreven a pontificar. Se han vuelto a construir pirámides y esfinges, llegando casi a la plena ocupación, cumpliéndose casi de libro las previsiones científicas que siguiendo la ley de Okun, - relación ente el crecimiento del PIB y disminución del desempleo. El problema ahora es que hay poco que repartir ya que no se cosecha apenas, volviéndose a cumplir los presupuestos de Okun. De momento sólo se me ocurre desmontar las pirámides y llevarlas a otro lugar, no muy lejano, aunque esto solo diera para algunas abejas y algunos zánganos.
Hemos visto esos días un entreacto del sainete autonómico valenciano con la dimisión formal del presidente. No sé si es para reír o para llorar - de tragicómico se ha calificado - , aunque me inclino por lo segundo porque entre otras cosas mucho me temo que no están todos, ni todos están. Es más algunos siguen estando, y a veces lo gregario exige que o todos o ninguno. Me parece que para el juicio saldrán más y lo que es peor es que hay más en otras comunidades, municipios, más en otros partidos, más en otras instituciones públicas. Pero espero que no se dé lo peor. Aquello que clásicamente ha denominado “corruptio optimus, pessimi” , es decir la de aquellos que han de juzgar, es más, la de los que han de juzgar a los juzgadores. No podemos dejar que caigan más Ángeles.

Faraones y sátrapas (1): primos y sobrinos

En entradas de 12 de febrero de 2011 y 20 de marzo de 2009 me referí a la Productividad y Sector Público (5): La fábula de las abejas . En ellas reflejaba la riqueza que ocasionada el funcionamiento imperfecto, estéril y desordenado de lo público. La semana pasada se publicaba que el Gobierno de Aragón había aprobado un código de buenas prácticas de los gobernantes en torno a la dedicación exclusiva, la transparencia, la austeridad en la gestión, la búsqueda del interés general y el bien común, la renuncia a cualquier privilegio y el uso adecuado de los medios que tiene a su disposición, especialmente coches oficiales, viajes, gastos de representación y telefonía. Su finalidad es alejar la mala percepción que tiene la ciudadanía de los políticos y demostrar que los políticos y directivos son capaces de actuar varios criterios éticos, ejemplares y de eficiencia. Este gobierno regional también ha acordado la reducción de 22 por ciento en altos cargos y asesores. Según portavoz del mismo el anterior ejecutivo contaba con un volumen «sobredimensionado» de altos cargos, asesores y personal de confianza y ha observado que con el ahorro de casi 18 millones de euros se pueden construir cinco colegios y que es preferible construir colegios que tener asesores, pues el objetivo del Gobierno aragonés es generar riqueza y atender las necesidades de los aragoneses.
Lo que todo el mundo dirá ante estas afirmaciones es que a buenas horas se dice esto, como si ello no estuviera ya previsto en las normas más básicas de comportamiento social y la propias del sector público.
Oí en una ocasión que alguien acusaba a un Alcalde de la Comunitat de comportarse como un Faraón y que ese comportamiento faraónico no era sostenible. Hay faraones y Sátrapas en los nomos locales porque hay masa crítica que se beneficia del comportamiento desordenado. Aunque eso sí luego se alegran cuando caen alguno de esos faraones, a pesar del bien generado a cierto entorno. Seguro que esos que se rasgan las vestiduras tienen cerca a un familiar ocupando de interino una plaza de un primo llamado a mejor vida político-administrativa, o sabe del sobrino de su mejor amigo, ahora asesor de gabinete. También se conoce un vecino que trabaja en una empresa contratista afectada por alguna trama, o incluso es directivo de una empresa adjudicataria de un gran programa que se va a desarrollar fielmente por militantes de pata negra. Creo que esto es comprensible sin necesidad de tener un primo en política o en la de entrar en todo lo que ha generado la especulación financiera y la inmobiliaria.

viernes, 8 de julio de 2011

El patio de mi casa es... muy particular

La última encuesta del CIS señala que el 85% de los españoles consideran muy o bastante extendida la corrupción, esto es grave. En la entrada del sábado 31 de octubre de 2009 publiqué un artículo mío de prensa denominado ¿Corrupción o Corruptelas? de 1 de noviembre de 2009. Allí señale que la distinción entre corrupción o de meras corruptelas nos es siempre fácil. La primera, afectaría a la esencia de la institución y su credibilidad en cuanto a su función social. La segunda, se trataría de una perversión de poca importancia, normalmente contra legem que no afecta a la credibilidad del sistema, incluso pese a su generalización. Quiere decir que no es lo mismo una astilla para estimular la productividad administrativa, que montar un evento público de calado, con la intención de beneficiarse a costa de lo público.
Pensar que lo que hay es corrupción y no corruptelas es de tal calado, que el siguiente estadio es actuar bajo el paradigma ‘Esti stato non daretur’. Tomándose la justicia por su mano, ojo por ojo, ejercicio arbitrario del propio derecho, economía sumergida, negocios ilícitos, ejércitos privados. Es decir mecanismos de sustitución de la dominación social legítima, que en sí no hacen sino volver al status político previo a la revolución moderna.
Cuando en esta semana uno lee sobre la dimisión del presidente de la Corporación RTVE , por el escándalo de la contratación de la empresa de su hijo, o cuando uno se entera de sobre lo sucedido en la SGAE, la verdad es que uno empieza a sospechar del grado de corrupción que pueda existir en realidad.
Si uno además oye que para la presidenta de una comunidad autónoma que su administración no tiene ni un puto duro, la verdad que la cosa, se agrava, porque los depredadores, puede acabar matando a la vaca, para comérsela, cuando esta no da ni leche. Véase que en Alicante, se ha detenido policialmente a un funcionario y dos empresarios por arreglare contratos del Plan E.
Si uno advierte que el Estado, las Comunidades Autónomas, los ayuntamientos y las Diputaciones podrían ahorrarse cerca de 13.000 sobre los 67.000 millones de euros tan sólo aplicando los principios básicos de una gestión económica eficiente, sobre el capítulo 2 de los presupuestos - gastos por bienes y servicios corrientes – podría pensar que algún duro podría volver a verse en las arcas públicas. También aparecerá más dinero con la eliminación que los diversos Gobiernos va a hacer de los cargos de designación política, aspecto que merece un comentario particular.
La falta de dinero público aun agrava la situación económica, cada vez menos alentadora para los erarios privados y públicos. En la Comunidad Valenciana en el primer semestre de 2011, supuestamente de estabilización, se han cerrado un 33 % más de empresas (2.242 compañías) que en la primera mitad de 2010.
La Comunitat Valenciana ha sido la segunda autonomía que ha registrado el mayor descenso en el Índice General de Producción Industrial en mayo, en relación con el mismo mes del ejercicio anterior, según el Instituto Nacional de Estadística. El problema de verdad es que la situación de nuestra Comunitat no difiere mucho del resto nacional.
La situación es muy compleja y no sólo achacable a una deficiente o insuficiente acción de gobierno, pero que sin duda, desde una perspectiva de pues que necesita de un notable incremento en la calidad de gobierno. No se trata sólo de un adecuado contenido sustantivo de las políticas públicas, sino de la manera de hacer gobierno para ganarse la confianza social, que se presume en los mínimos históricos ante los resultados de la última encuesta del CIS. Según la definición de calidad de gobierno hay que trabajar mucho en el plano de la arquitectura institucional como en el de prácticas de gestión, para controlar la discrecionalidad en el ejercicio del poder.
En el patio de mi casa hay mucho que barrer. Aun quedan muchos depredadores de lo públicos, muchos ineptos, demasiado nepotismo y despotismo poco ilustrado. Y lo que es peor mucho fariseísmo e hipocresía social.
Tal y como está el patio, particularmente afectado por la opinión sociual,me parece que mucho hay que hacer para lograr ese pacto social del que ya se está hablando.