jueves, 23 de abril de 2009

Ciencia Administrativa descriptiva y prescriptiva: Retos sobre los estudios del nuevo grado en ‘Administración y Gestión Pública’ (2)

Estamos en momento de diseño de los contenidos de los estudios de grado sobre Gestión y Administración Pública, (troncalidad, optativas, itinerarios, previsiones para el post-grado). La conferencia interuniversitaria de estudios en Gestión y Administración Pública (CIGAP) en diciembre de 2007 a la par que realizó sus propuestas sobre el contenido de los estudios, propuso reflexionar sobre los estudios de postgrado y establecer relaciones con las diversas escuelas de Administración Pública.
Tuve la oportunidad de ser invitado por el Departamento de Ciencia Política II de la Universidad Complutense, en el proyecto: “Los Institutos de Administración Pública en España: evaluación y metaevaluación de su actividad formativa e investigadora (1999-2005)”, finalizado el año pasado, estamos a la espera de su análisis y publicación. Recientemente he sido invitado por la Universidad de Valencia, en otro proyecto de la UE-programa TEMPUS que empieza ya (2008-2011) con el título "Development of Public Administration and Management Studies in Serbia" y traigo ambas experiencias a colación porque si tuviera que sintetizar ambas experiencias sobre los estudios sobre Administración Pública, diría que dichos estudios, en España y fuera, y hoy más que nunca, necesitan de una complicidad entre la Universidad y la Administración.
Mientras que en la Universidad nos dedicamos a enseñar metodología de políticas públicas o de Gestión Pública, observamos que son pocos las unidades administrativas, en cualquiera de los niveles político–administrativos, que las tienen en cuenta, por falta de tiempo, de expertos, de cuadros…). Mientras que en la Universidad formamos para ser decisores o directivos públicos, los mecanismos de reclutamiento distan bastante de seguir una racionalidad profesional. (vid. las obras de Jiménez Asensio `Directivos Públicos’ y Morey Juan ‘La Función Pública: Necesidad de un análisis conceptual y de la revisión del sistema de libre designación’) y todo ello pese a loables esfuerzos desde dentro de la Administración de introducir esta dinámica de que sean los directivos públicos quienes impongan la cultura de la metodología científica.
Es de notar que en el Programa XIV Congreso del CLAD a celebrar en octubre de este año aparecen las siguientes áreas temáticas; Capacidades para gobernar el futuro a través del proceso de formación de las políticas públicas; Enfoque interdisciplinario y coordinación intersectorial en la gestión de una administración pública compleja; desarrollo; Hacia el mérito profesional y la flexibilidad de gestión en los sistemas de función pública/servicio civil; Una; Valores, normas e instrumentos de la ética pública para garantizar el buen gobierno en Iberoamérica y; Gobierno electrónico para la participación popular y la gestión del desarrollo.
Y como no, en el programa también tendremos una conferencia de una de las estrellas del momento, Jocelyne Bourgon, sobre "Public purpose, government authority and collective power".
Puede observarse pues que Políticas públicas, gestión, profesionalidad, complejidad, participación, mérito, enfoque interdisciplionar, ética pública, formación de directivos, buen gobierno, tecnología aplicada, en síntesis, son los temas sobre los que bascula este nuevo encuentro internacional y hay que aplaudirlo, porque de eso se habla en las Universidades y en los diversos foros internet (Administración 2.0,I-public, Kgoverment, Derecho, tecnología y modernización administrativa, Tu Administración Pública…) y sobre eso han de reflexionar quienes hayan de decidir, analizar, ejecutar o evaluar las actuaciones públicas .
En una época en que la Administración es ya un sistema abierto, en conexión, interacción y estímulo por la sociedad, tiene sentido que se hable en una de las conferencias estelares de ‘Propósitos públicos, autoridad gubernamental y poder social’, pues signo de los tiempos es, como bien se ha dicho, que ni la Administración tiene todo el poder, ni puede ella, hacerlo todo, y a solas. En esta dinámica resultan muy interesantes los artículos que publica la revista “Administration and Society” (Sage publications) que refleja la idea de la interacción entre la sociedad y la Administración que ha de servirla. Por eso unos estudios en los que la Ciencia de la Administración describa críticamente y construya prescriptivamente deberán tener en cuenta la tríada relacional entre Gobierno, Administración y Políticas Públicas y su concreción en subaspectos tales como administración, gestión, gerencia, subgobiernos,sociedad civil,gobernabilidad…

lunes, 6 de abril de 2009

¿Qué Administración necesitamos?

Bajo este título voy recoger una serie de reflexiones que también tuve ocasión de realizar en el Blog “Tu Administración Pública” de Andrés Morey, al socaire de algunos planteamientos. He tenido ocasión de leer la reciente conferencia de Mariano Baena que tituló ‘Del Estado del bienestar al ocaso de la Nueva Gestión Pública’. La Administración Pública postmoderna. Ciertamente interesante, he de reconocer que me alegro de ver que en grandes líneas coincidimos en lo que yo tengo escrito en “Neoinstitucionalismo Estratégico y Gobernabilidad”. La denominada Nueva gestión pública (NPM) ha de revisarse, extraerse sus buenas experiencias y abandonarse, principalmente su ideología inválida ya para este milenio. Sólo en aquellos gobiernos democráticos consolidados con un modelo de Administración progresiva muy avanzada ha tenido ciertos éxitos en los objetivos buscados de mayor economía y eficiencia. Pero no olvidemos que ni Alemania, ni Francia ni Suecia han necesitado seguir sus fórmulas, porque las suyas han sido suficientes. Sí como en España en todo caso han seguido las recomendaciones la OCDE, algunas coincidentes con la NPM. Hay una expresión que recoge la experiencia al decirse que “el meteorito de la NPM no ha matado al dinosaurio de la Administración tradicional ”, referido al cambio de hábitat de la vieja Administración pública como un dinosaurio grande y lento que no ha sido extinguido debido al meteorito de las nuevas ideas. Lo que no significa, afortunadamente, que lo haya dejado incólume, ante el cambio de hábitat de la era industrial a la era de la información y del conocimiento, que merecen nuevos enfoques superadores ahora del mero enfoque gerencialista de la NPM (neopúblicos, neoburocracia, postburocracia…).

Una fijación del contexto de la expresión requiere reconocer que el sentido original de la expresión pertenece a Hoods al referirse al cambio de hábitat de la vieja Administración pública como un dinosaurio grande y lento que no ha sido extinguido debido al meteorito de las ideas de la NPM. Igualmente ha de destacarse las nuevas tendencias en países como Australia,Canadá o Reino Unido – país en el que el 77% del civil service desempeña sus funciones en alguna de las agencias creadas y su número alcanza las 5500 respecto del total de Administraciones - que han recurrido a diversos programas (whole-of-government, Joined-up government, Connecting Government’…) para lograr una mayor coordinación entre los departamentos y unidades administrativas como reacción a los negativos efectos de fragmentación de la Administración fruto de algunas propuestas de descentralización, muchas de ellas mediantes Agencias. Ahora de moda en España, cuando empiezan estar de vuelta por ahí fuera. Coincido pues en el cuidado de la utilización. Para mí Agencias han de ser las necesarias, muy singularizadas en sus objetivos y muy flexibles en su manejo, siempre que ello conlleve mayor valor público, por mor de la eficacia o eficiencia buscada. Descentralización sin desregulación o desactivación en los servicios públicos. Como muy bien has señalado en el blog la Administración Pública es siempre una gestión integrada o integral, pues este es el enfoque que necesitamos hic et nunc para una Administración que sirve de instrumento para la gobernabilidad.

La gobernanza y demás paradigmas postburocráticos en escena están muy inmaduros todavía a falta de mayor consolidación democrática real, mayor fortalecimiento institucional, mayor civismo, y sobre todo a falta de una teoría de metagobierno para su desarrollo e implementación (Kooiman dixit) El ‘Neoinstitucionalismo Estratégico’, supone en síntesis que la Administración no pierda su papel predominante en ningún contexto de gobernabilidad, sea cual sea su rol, bien en el de Administración pública clásica/tradicional o en el de regulador/supervisor o estratega en la administración de lo público.

Ciencia Administrativa descriptiva y prescriptiva: Retos sobre los estudios del nuevo grado en ‘Administración y Gestión Pública’ (1)

Pensando en Babel retomo las reflexiones que efectué en “En torno a la mayoría de edad de la Ciencia de la Administración. Un enfoque sistémico y prospectivo”, recogidos en síntesis en el Blog “Tu Administración Pública” de Andrés Morey ) y me encuentro en la tesitura actual de tener que reflexionar en torno a los cometidos que una formación de grado sobre estudios de Administración Pública y/o Gestión Pública que hayan de influir en la toma de decisiones por los gobernantes, para quienes la Gestión Pública es el instrumento para el logro de la gobernabilidad, y esto no es ajeno a nuestra tradición administrativa ni es fruto de un mero papanatismo.
Diseñar más disciplinas en torno a la Administración y Gestión Pública en todos sus niveles". Esa es la cuestión, pues la Ciencia de la Administración ya ha andado solita en España. Y la Administración la necesita para hacer las cosas mejor. El trabajo de origen hacia básicamente esa reflexión teniendo en el horizonte la reforma Bolonia. Yo proponía una suerte de disciplinas, más o menos autónomas en su contenido. He vuelto a reflexionar sobre todo esto, y coincido en la sustantividad propia española. En mi próximo trabajo previsto 'La Gestión Pública como instrumento de gobernabilidad' me planteo revisitar el pasado, recuperar paraísos perdidos,...recuperar ideas para todos los tiempos, ya que transitando históricamente desde las antiguas civilizaciones,la Ciencia cameral, y pasando por la Public Administration hasta llegar al binomio gestión pública-políticas públicas, encontramos nutrientes de sobra para argumentar la sustantividad propia que nutra de subdisciplinadas aplicadas al campo.
Como nunca ha existido en España - donde el papel heroico de algunos titanes lo ha suplido- hoy confluyen estudios sobre la Administración Pública por doquier, sub specie de Licenciaturas en Ciencias Políticas o sobre Gestión y Administración Pública, por no hablar de la oferta de postgrado. Pero a la par, es plausible que las obras aparecidas en el área de conocimiento, patentizan un cambio de tendencia, tan ansiado como oportuno: los trabajos científicos contenidos en sus páginas superan con holgura lo meramente descriptivo y van más allá de la acumulación de experiencias comparadas, para hacer aportaciones netamente prescriptivas.
La complejidad, diversidad y contingencia de las Administraciones Públicas y de su entorno no permite ya seguir haciendo una gestión pública basada en la importación de experiencias previas, quitando y añadiendo lo contextual, o siendo pioneros apenas en algunas aventuras. Tan necesario es este camino por vía del paradigma postburocrático de búsqueda constante de innovación, cuanto por el acompañamiento de una reflexión y análisis sosegado y anticipatorio de las metodologías y herramientas propias de la disciplina.
Los retos inmediatos y emergentes que se les plantean a nuestras Administraciones son de la suficiente magnitud como para colapsar las maquinarias administrativas –o cuanto menos, hacer a unas inoperantes e ineficaces, y a la mayoría sencillamente ineficientes– si éstas no son capaces de establecer un orden metodológico previo. Este colapso o parada técnica es un lujo que la Administración no puede permitirse si quiere seguir haciendo frente a las exigencias del Estado del Bienestar. Por todo ello, obras que marcan caminos a seguir como éstas que ahora comentamos son especialmente bienvenidas, en la medida en que reflejan un presente y futuro prometedor en el campo de gestión pública española.
Es particularmente oportuno subrayar la casi plena coincidencia de las obras últimas sobre Gestión Pública por una clara apuesta por lo público y, sobre todo, por el papel de la Administración en cometidos que por su naturaleza no pueden ser dejados al albedrío del mercado. Esta perspectiva le diferenciaría de no pocas obras sobre el Derecho Administrativo, más preocupado por las garantías del ciudadano frente a los abusos del poder administrativo. (No obstante obras de reciente factura como Schmidt-Assmann, E. La teoría general del Derecho Administrativo como sistema, INAP, Marcial Pons, Madrid, 2003.)
Es éste pues un punto de vista que compartimos, y de cuya difusión nos alegramos, pero siempre que no se olvide que lo público exige cada día más y mejores esfuerzos si no se quiere perder la legitimidad en la acción de gobierno mediante la vicaría del poder administrativo. Gobernar es administrar; gobernar en democracia es administrar para todos; y gobernar hoy en día es más que nunca administrar eficazmente, ya que la acción de gobierno es también cada día más evaluada por la calidad, la mejora y el impacto de los programas políticos implementados a través de las políticas públicas. Ello supone, en suma, que hay que gestionar la Administración y no sólo administrarla; introducir nuevos mecanismos de financiación para los servicios públicos; innovar; flexibilizar; apostar por una nueva cultura de los servicios; introducir mayor eficiencia, mayor participación, mayor control y evaluación…
(Vid. el citado artículo en Revista de Cuadernos Constitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol del Departamento de Derecho Constitucional y Ciencia Política de la Universidad de Valencia nº 38/39 y al nº 47 recensión de las novedades ‘Democracia y Sector Público’ en Sistema nº 184, 185, Enero 2005 y de La acción y los retos del Sector Público, Delta, 2005.)

La identidad de lo local: construcción de la cohesión social y territorial

El libro que traemos a comentario es breve aunque denso y rico en ideas renovadoras que se contraen en la afirmación de que el “municipio es el locus idóneo para la participación ciudadana en el marco democrático y un espacio del logro del bienestar en un mundo globalizado”.
El autor comienza afirmando que su vocación política se sustenta en el amor a la ciudad y ello puede comprobarse en la propia recensión que el mismo Rodríguez Maciá realizó (en revista Acontecimiento nº 66, 2003) sobre el libro de Ernesto Balducci sobre La Pira, el mítico alcalde de Florencia durante la década de los cincuenta y parte de los sesenta del siglo 2000 y su vocación al dialogo con las demás fuerzas políticas, incluso antagónicas en aquel entonces. Como se contiene en la recensión la pira, - desde una vocación de entrega política anclada en el amor por su ciudad - a Florencia la desea ideal, armoniosa (desde su historia y arquitectura) y universal, considerando a la marginación social el mayor atentado contra esa perspectiva, pues la ciudad es la estructura política más firme, más permanente y más cercana al ciudadano, y como espacio de encuentro, lo más propio de la ciudad no es precisamente el localismo, sino el cosmopolitismo.
En definitiva, el espacio de la ciudad no se define por la frontera sino por su universalidad. Esta visión del Alcalde la pira rememora, aquella Florencia que albergó el sueño de la unión entre los cristianos de Oriente y Occidente, y permitiría hoy como nutriente ideológico, abordar los problemas desbordantes de la inmigración, desde la óptica integradora de la ciudad y no desde las fronteras estatales.Esta recesión del propio autor nos permitir repetir aquí y ahora con sus palabras que la identidad desde lo local supone entender “La ciudad como lugar de encuentro, que nos haga vivir un nuevo renacimiento; la ciudad como promotora de la paz”.Buena parte de estas ideas están a lo largo del libro, contextualizado en la problemática municipal de la región centroamericana, a través de la experiencia vivida mediante la Fundación DEMUCA y la implementación del plan director de cooperación española 2005-2008 para la región anclado en el fortalecimiento institucional de lo local dentro del proceso descentralizador y de búsqueda de mayor eficacia y eficiencia en la gestión de las políticas locales, a través de una mejor gestión de los recursos al uso.El autor busca un sentido a lo local que identifique a la comunidad en torno a sus tradiciones y sus problemas comunes. A la par que en la región se redefine el rol del Estado, se apuesta por una revitalización de lo local, pero con un sentido de apertura y cosmopolitismo.
La Administración local se muestra como locus privilegiado o incluso único, de prestación de servicios a la comunidad y a quienes se encuentren en ella. Hay que recordar que en no pocos lugares de la región el Estado prácticamente no existe o no está presente en todo momento y lugar. Se vive bajo el paradigma ‘Etsi Stato non daretur’ como paradigma de actuación de la ciudadanía como si el Estado no existiera, es insuficiente, débil o se desconfía del mismo, surgiendo instrumentos paraestatales socialmente aceptados (cárteles, mafias, sectas…) que provee de aquello que Administración carece o no puede. De tal manera que sólo en lo local se percibe la presencia protectora de la Administración.Para el autor la revitalización de local como instrumento para complementar o suplir el rol estatal, pasa por dignificar la vida política local.
Mientras que los actores políticos cuidaran de un mayor ethos, desde el sentido de lo comunitario, la ciudadanía se afectará a la vida política mediante una mayor participación y compromiso con lo propio. Ambos actores reformularan la acción de gobierno hacia los contextos de exclusión, diseñando o rediseñando las políticas públicas concretas. Estos son los instrumentos propuestos para el logro de una institucionalización de una propuesta de gobernabilidad.La gobernabilidad puede fundamentarse desde ópticas ideológicas más complejas acreedoras de nuevas políticas constitutivas que configuren nueva reglas de juego, tales como las genéricas del ‘Neorepublicanismo’, la ‘Democracia deliberativa’, ‘Comunitarismo autogestionario’, o las concretas de la ‘Federación Iberoamericana de municipios libres de 2001’ (Recuperación del cabildo abierto, Estado como comunidad de municipios solidarios; Principio de subsidiariedad y de participación; Autonomía municipal, recursos y Presupuesto participativo; Colaboración de asociaciones locales y ONGs…). El autor se señala no ser partidario de la creación de órganos (político-administrativos) en sustitución de los existentes, sino que cree en la suficiencia de su dinamización. Sus propuestas son más pragmáticas y sencillas y así, teniendo en cuenta la limitación de recursos y la multiplicidad de problemas, el asociacionismo municipal se presenta como herramienta de cogestión de servicios y a la par de mecanismo de lobbying frente a los gestores nacionales.
La lucha con la exclusión y marginación contextual pasa por la sinergia de las políticas de seguridad ciudadana y las de desarrollo local, pues la prevención-rehabilitación ha de ser apuesta antes que la represión.Si estas propuestas interesan a la Ciencia Política, a su subdisciplina Ciencia de la Administración-Gestión Pública le resultan más específicas las referencias que hace Rodríguez Maciá en aras al binomio de la formación-rol de los gestores y directivos locales. Este déficit formativo es necesario para todo el nivel político-administrativo en América Latina como señalaría y. dror en el Congreso del CLAD, celebrado en Río de Janeiro en 1996, dejando evidencia de que ‘la brecha entre las capacidades disponibles del gobierno y los requerimientos mínimos para adoptar políticas y acciones transformadoras sigue siendo enorme’. No podemos olvidar que este déficit también se constata en nuestra España local, sobre todo cuando puede quedar en papel mojado los instrumentos de gestión que nos permite la Ley de modernización de los Gobiernos Locales de 2003. Rodríguez Maciá apuesta por la implicación de jóvenes y mujeres a la vida local – éstas últimas para adecentar el Domus-ciudad y a buen seguro, añadimos que, a mejorar el oiko nomos de la misma -.
El líder local será en definitiva, el buen traductor de las inquietudes de la ciudadanía.En perspectiva histórica entre la ‘Memoria sobre las municipalidades’ de Turgot, y la deriva centralista que le subsiguió, hay notables diferencias, como las hay entre los planteamientos idealistas y los real-pragmáticos. Nos encontramos pues con una obra de síntesis de esa dialéctica, toda vez que aun cuando dice el autor que la obra no tiene pretensión académica, sino ser expresión experiencial, ha de notarse que además de las afortunadas citas a filósofos egregios (Ortega, Bacon…), subyace un acervo que revela conocimiento de la filosofía política aplicada, y que puede resumirse en la feliz expresión de “Vivir en paz y en libertad puede considerarse la síntesis del bienestar ciudadano”.
No es poco lo que pretende el autor, pero sí suficiente, obligado y necesario para que el ciudadano desarrolle su potencial humano y su dimensión espiritual en todos los sentidos. (Recensión al libro “La identidad de lo local: construcción de la cohesión social y territorial” Manuel Rodríguez Maciá, Fundación Demuca, 2008, por Javier Pinazo Hernandis en Cuadernos Constitucionales de la Cátedra Fadrique Furió Ceriol nº 56)

Ordenar Babel

He iniciado este blog con una suerte de artículos publicados en diversos medios, todos ellos sobre el papel de la Administración, sus agentes u otros actores. Ahora hablaré sobre lo que llamaré 'Babel', que no casualmente aparece una imagen en el lateral del blog a modo de alegoría. No es otra cosa que el caos, desconcierto y desorganización del entramado político-administrativo. Babel es nuestra actual Administración Pública, fruto de la confusión y el desorden establecido y mantenido. Consecuencia de la complejidad del uso y abuso de toda la red de actores y depredadores en escena. Y también como todo sistema, babel es susceptible de la entropía caótica.

En mi opinión hic et nunc sólo la recuperación del arte, la ciencia y la honestidad pueden ordenar a Babel, como elementos neguentrópicos que le reconduzcan al orden. Su orden, sobre el que se estructura racionalmente es el servicio a los intereses generales mediante la ejecución de políticas de servicio a la ciudadanía. Se puede constatar que se gobierna sin ciencia, y se gestiona y administra sin saber ni método. Se cura con paños clientes y se receta sin conocer la etiología.

La Ciencia de la Administración no es una disciplina reciente, otra cosa serían sus métodos epistemológicos, pero como saber, como arte, como habilidad o como necesidad ha existido desde hace mucho tiempo. Y esta existencia ha sido evolutiva en la medida en que ha habido una saber para cada época, lo que supone encontrarnos ante un dinamismo evolutivo, a pesar de periodos de hibernación, de solapamiento o de mero estancamiento.
Podría decirse que hay un Public Managment for all seasons (Hoods), en la medida en que hay unos principios o dogmas en dicho sentido. Muestra de ello serían la subordinación a la dirección política, el principio de buena administración o de sana gestión, la instrumentalidad hacia la gobernabilidad, la sumisión al principio de legalidad...

Ordenar Babel supone teleológicamente contribuir a la gobernabilidad , entendida esta como la «acción de gobierno para el progreso humano y en el marco de una reglas institucionales predeterminadas por la comunidad». Según definición de Instituto Internacional de Ciencias Administrativas de 1999, la gobernabilidad se refiere a un proceso por el que los diversos grupos integrantes de una sociedad ejercen el poder y la autoridad, de tal modo que al hacerlo influencian y llevan a cabo políticas y toman decisiones relativas al desarrollo económico y social. Supone la interacción entre las instituciones concebidas formalmente y las organizaciones de la sociedad civil. (vid. Entrada en el Blog Gobernabilidad y Gestión Pública) Uno lee la prensa y encuentra noticias recientes tales como que la Asociación para la Defensa de la Función Pública Aragonesa reclama un Código de Buen Gobierno En n el que se recojan los principios éticos a los que han de ajustar su conducta los miembros del Ejecutivo autonómico y los altos cargos de la Administración de la Comunidad Autónoma de Aragón - similar al aprobado por el Gobierno de España en el año 2005 . en los que se subraye el compromiso ético de los responsables del Gobierno autonómico ante los ciudadanos, señalando de forma visible los criterios y principios que han de presidir su actuación pública, como son los de objetividad, integridad, responsabilidad, credibilidad, dedicación al servicio público, transparencia, ejemplaridad, austeridad, accesibilidad, eficacia y honradez.

Visto lo visto y oído lo oído por doquier y en la diversidad de las tierras y pueblos de España, uno quisiera ver ese código para nuestra Comunidad valenciana y para el resto de Administraciones Públicas que ordena los diferentes poderes públicos de España, ya que como recoge la citada asociación, exigir responsables de la corrupción corresponde a la Justicia, pero la prevención de estos es responsabilidad de los que Gobiernan, y no podemos gastar tiempo y dinero en comisiones de investigación, utilización de los servicios jurídicos a tales fines, cuando se necesitan todos los esfuerzos públicos en resolver problemas que afectan a los ciudadanos.

Otras noticias resultan plenas de dinámicas de gobernabilidad en el sentido que señalamos, cuando leemos que en el mes de marzo pasado se celebro el I Encuentro Internacional de Filosofía y Arquitectura organizado al modo de "una pequeña ciudad del siglo XXI", , que clausurará el martes el filósofo y alcalde de Venecia, Massimo Cacciari , con el propósito de investigar las complejas relaciones existentes entre poder (público y privado) y control del espacio (físico y mediático)" en busca de posibles respuestas a la gestión del espacio público en el nuevo territorio urbano. Allí se escuchara la diversidad de roles sociales de los invitados, editores, arquitectos, pensadores o alcaldes. Es momento de recordar a Giorgio La Pira, - el mítico alcalde de Florencia de la década de los cincuenta y parte de los sesenta del siglo pasado (vid. Recensión al libro “La identidad de lo local: construcción de la cohesión social y territorial”) - quien ya entendería la ciudad como locus de encuentro de personas e ideologías. Pero lo que aportan estos encuentros en la conjunción de ciencia, filosofía y políticas, que se funden como crisol para nutrir la toma de decisiones complejas que nos acucian.

Ordenar la Polis no significa ir es busca de la mítica Calipolis, la utópica Amaurota, la soñada Itaca, significa ahora que en el trabajo, estructuras e instituciones administrativas confluya racionalidad ideológica y técnica para buscar el mejor bienestar integral posible, más allá de lo economicista, pretensión en consonancia con aquel deseo clásico de que la Administración sea instrumento para garantizar el orden social y procurar la felicidad colectiva. Mientras Von Justi (Principios de Ciencia de Policía) decía que la policía comprende las leyes y reglamentos que conciernen al interior de un Estado y tienden a afirmar y aumentar su poder, hacer un buen uso de sus fuerzas y procurar la felicidad de los súbditos. La ciencia de la policía – decía de la mare - (Tratado de la Policía, 1713), tiene por objeto conducir al hombre “ à las plus parfait félicité dont il puisse jouir en cette vie”.

Ordenar Babel sería la filosofía que focaliza la procura de la gobernabilidad por la Administración, y este, va a ser el faro que va a iluminar el camino de este Blog.Seguiremos hablando de Babel y de su ordenación, pero no se puede ordenar desde el desorden establecido y hay que corregir las desviaciones en la Gestión Pública, hay que solucionar los problemas inmediatos que nos acucian, pero sobre todo hay que unir ciencia y filosofía al servicio de la gobernabilidad, y como el Filósofo—rey es difícil de encontrar, no tanto es que los reyes oigan a los filósofos y demás pensadores. Todos estamos llamados a ordenar Babel, desde el pensamiento o desde las obras.


jueves, 2 de abril de 2009

Tato 'In memoriam'


TATO es el nombre familiar y cariñoso con el que nos referíamos a Honorato Boscá. Falleció el pasado mes de febrero de manera repentina. La memoria de él es traída aquí porque fue alumno de la primera promoción de Ciencias Políticas del CEU en Valencia y miembro de la Asociación Valenciana de Gestión Pública.

Licenciado en Business Administration y gestor de nivel en grandes empresas, en su prejubilación disfrutó en la carrera y nos hizo disfrutar de sus múltiples y polifacéticos conocimientos, a profesores y alumnos. Su complicidad con el profesor y su compañerismo con sus iguales denotaba su calidad humana, creciendo intelectualmente y haciéndonos crecer a los demás. Estos esfuerzos en este campo no mermaban su entrega diaria a su querida familia, pues organizado que era tenía tiempo para todo y todos.

Fue sobre todo un hombre de su época y con memoria histórica de la que hizo gala en los galardonados libros que nos regaló en estos años pasados ‘El testamento ológrafo’ y ‘Cuatro citas con la muerte’ ‘La noche de mi vida’ ‘Retrato de Dolores Cortes’, obras literarias de gran calidad, muy documentadas y conocedoras de la historia e intrahistoria que le tocó vivir.

Personalmente tuve ocasión de charlar mucho con él, menos de lo que hubiera deseado, pero con una profundidad y seriedad como con pocos. Sé que no fui el único que pudo conversar con él de lo humano y de lo divino. En nuestro campo se lastimaba de que muchos de los conocimientos científicos no fueran de uso racional y habitual en la política y en la empresa. ¡Cuántas cosas nuevas y distintas hubiera hecho de haber podido¡.

Muchos nos enteramos tarde del acontecimiento fatal y no pudimos acudir a su último adiós, aunque espero la compensación con que él sí fue el único alumno al que invité a mi privadísima fiesta de íntimos de graduación doctoral.

Como dijera aquel pensador personalista “Los que permanecen en nuestra memoria no mueren” ¡Memoria pues de él¡

Nos veremos Tato…