miércoles, 29 de julio de 2015

Análisis y evaluación de políticas (y 2): Administración Pública y Políticas para el ‘bien común’

Ya sabemos que en nombre del interés general se hacen políticas frívolas, partidistas, clientelares, o se hace todo para que nada cambie. El interés general lo decide el gobierno de turno en primera instancia aunque en ocasiones se lo revise  el pretor.  En nombre de un supuesto  interés general se juzga a la ciencia, a la sociedad  y los fundamentalistas  incluso a la misma verdad, si esta no casa con su praxis.
Hemos visto que la estrategia de confianza de la OCDE – en el marco del último paradigma ‘Trust in Goverment‘  - tiene que ver con las relaciones de los ciudadanos por el Estado, y más concretamente la "congruencia entre las preferencias de los ciudadanos - su interpretación de lo que es correcto y justo y lo que es injusto - y el funcionamiento real percibido del gobierno".
Veamos dos sucesos que no darían una pista sobre la coincidencia de un invocado interés general y el bien común.
En la  coronación de Fernando III como Rey de los Romanos en Viena, la corte de Felipe IV celebró diez días de bailes, monterías, mascaradas,… que costaron 420.000 escudos a las arcas reales. Con una cifra así de dinero se podría haber pagado el salario anual de 8.500 hombres en la Guerra de Flandes, donde el Imperio español se jugaba la hegemonía europea.
Los Reyes actuales han dado  continuidad a la tradición,  instituida por  Alfonso XIII, de premiar los méritos de carácter civil de aquellas personas ajenas a la Administración y que hayan prestado relevantes servicios al Estado. Entre los premiados de este año se encuentran quienes no dudaron en arriesgar su vida en el rescate de las víctimas del accidente del avión AIRBUS 400M, ocurrido en Sevilla en mayo.  
El Proyecto BRAIN - entender cómo funciona el cerebro - , financiado por el gobierno USA y apoyado por los dos grandes partidos es un proyecto nacional que se extiende independientemente de los partidos, y  aunque cambien las administraciones, estos proyectos seguirán adelante. Como sucedió con los programas Apolo o el Proyecto Genoma Humano. Con el citado proyecto BRAIN,  la humanidad se conocerá por dentro, con una supuesta  liberación  de nuestros prejuicios atávicos, y  un  tratamiento mejor de unos con  otros. Aquí con este proyecto perderían las sectas, las mafias, la banca, y cualquier colectivo o individual que gane dinero a costa de la ignorancia de los demás, que no han sido pocos en la historia  del mundo.
En el final de la obra de ‘Los miserables’ – en cartelera desde 1985 en Londres -  el incorruptible Inspector Jabert  al  cuestionarse   entre la ilegalidad o la justicia, elige el suicido. Muchos gestores ante tal dilema que como en la obra de Victor Hugo afectaría  al bien común, lo tiene más fácil, dimitir.
Buscar el  bien común es más sencillo de lo que parece como los es  reconducir hacia el mismo el interés general.   En  El bien común. Elogio de la solidaridad de Ricardo Petrella, 1997 se nos dice que en el occidente desarrollado, más allá del Estado del bienestar poco queda de cosas en común. Ahora nos interesamos más por nuestro bienestar personal (formación, sueldo, casa, vacaciones) y más allá de la lucha por la supervivencia, poco queda de interés sobre el bien común. Tesis que coincide con la de Ulrich  Bech y la era del individualismo.  Para Petrella ahora el Estado promotor  y garante del interés general, de la res pública, no es buena cosa. Hay que recuperar la idea d un proyecto colectivo mundial sustentado en la búsqueda de la justicia, fraternidad y la solidaridad, para lo cual hay que cambiar la  la agenda y retorica dominante.

Análisis y evaluación de políticas (1): Apuesta por su institucionalización


¿Cómo saber si los gestores públicos  han sido buenos o no en su cometido? La respuesta hoy es muy fácil  y casi única; evaluándose la gestión de las políticas en los términos convencionales  a fecha de hoy, a pesar de las insuficiencias existentes.
¿Cómo saber si los políticos ha sido o no aptos para su cometido de dirección? También resultaría fácil recurriendo al análisis de las políticas, y en especial al diseño de las mismas.
¿Y si resulta que en el diseño de políticas lo que se entiende por interés general no está claramente relacionado con el bien común?   Por ejemplo al bien común no le afecta  positivamente participar en una guerra, permitir casinos, hacer obras faraónicas, cambiar hábitos, permitir instalaciones insalubres por interés comunitario.
Cabe preguntarse  igualmente si ¿podemos todavía confiar en que el partido en el gobierno tiene la legitimación para determinar que está o no conforme al interés general?.   La legitimación democrática puede amparar que una  ideología político-partidista  o de intereses de grupo  ha determinado sobre qué  o a quien se subvenciona, se invierte o se redistribuye lo anterior, y puede comprobarse que esa elección  ha sido desastrosa por perderse cotas de bienestar ya adquiridas o porque intereses extranjeros han acabado comprando las empresas locales, ante el debacle de las mismas.
Para evitar esta situación además de la legitimación institucional en términos democráticos existe otra basada en los resultados de la acción de gobierno, es decir si esta ha servido al bien común, del que eran garantes y administradores. Así surge la necesidad de las ciencias de políticas, para analizar y evaluar la bondad de las decisiones y los impactos de las mismas. Resulta de ello  un tiempo en el que  la ciencia debe juzgar a la política. Y en ello el análisis y evaluación de políticas, con sus deficiencias, es por el momento lo único de que dispone la Ciencia Política a tales fines. Pero esta tarea es muy difícil cuando no está institucionalizada  dicha acción analítica y/o evaluativa, fundamentalmente porque no existen estructuras teleológicas. Pensemos  en los directores de   estructuras complejas o unidades tomadoras de decisiones (DMU) que no son  conocedores  de las técnicas de gestión Pública y del análisis de la decisión pública. Tampoco está institucionalizada cuando no existen instituciones  estructuradas organiza y funcionalmente a tal fin y  con y estatuto  de  independencia y autoridad.
El análisis o evaluación  de la acción pública – que entendemos hic et nunc como equivalentes – sustentado en el   análisis de políticas, tiene por objeto investigar si los medios jurídicos, administrativos y financieros aplicados permiten lograr los efectos esperados de dichas políticas y la consecución de los objetivos asignados, según definición del Consejo científico de evaluación francés – Conseil National de l’Evaluation (CNE). Y como señala Garde hay institucionalización de la actividad evaluadora  cuando en el proceso político  se legitima un marco normativo adecuado para el desarrollo de la evaluación y con la inserción de estructuras e instancias en los distintos niveles político-administrativos de gobierno y según las distintas actividades o sectores a evaluar. Conlleva la  incorporación de la evaluación y sus resultados como prioridad de la agenda gubernamental y en los procesos de formación de políticas públicas y  exige  un modelo analítico permanente de resultados, conforme a  principios y valores sustentadores.
Para Ramio la evaluación será eficaz cuando se imponga legal y políticamente su exigencia, destinándose partida presupuestaria tal fin  y desde el control por parte de institución propia del poder legislativo.
Ciertamente es difícil que desde la dinámica política de hoy, sea el ejecutivo quien se controle así mismo o lo haga la Administración con  sus gestores. Tener un analista en el despacho de al lado es como llevar un guardia civil de copiloto, cuanto menos incómodo en lo ordinario, pero enormemente confortante en los momentos difíciles
 

La amenaza del escepticismo (y2): El POSCORB, viejo pero todavía útil

 Hemos hablado  sobradamente sobre  el POSDCORB  acrónimo surgido en un  trabajo clásico intitulado "Notas sobre la Teoría de la Organización " de  1937 de Gulick y Urwick dirigido al  Congreso USA.  Se dice por los autores que ante la  dispersidad reinante sobre el contenido de  " administración " y " gestión " los autores se preguntan ¿Cuál es el trabajo del jefe del ejecutivo ?¿Cuáles son los elementos funcionales de la obra de un director ejecutivo: POSDCORB es la respuesta y su elementos son los siguientes : (P)Planificación, (S) dotación de personal ,(D)dirección, (C) coordinación , (R) presentación de informes y (B)  elaboración de presupuestos.
Siguiendo el esquema Fayoliano ambos autores difundieron el término ciencia administrativa y se consideraron como los últimos de la escuela clásica de la teoría de la organización, dando una convicción sobre la universalidad de sus “principios administrativos”, contribuyendo al prestigio de estos principios  y de subsecuentes teorías administrativas generales y de negocios como marcos teóricos buenos para la cura de cualquier tipo de enfermedades administrativas, fuera en el contexto público o privado, o de cualesquiera tipo de sociedad o de industria. Eel citado L.Gülick también afirmaría que en la Ciencia de la Administración sea esta privada o pública, el bien básico es la eficiencia, que se, el axioma número uno en la escala de valores de la  administración.
Leemos de recientes noticias regionales  que el Tribunal Supremo  ha anulado el incremento salarial de un 3,2 % para el personal de un Ayuntamiento, por saltarse el límite del 0,3 por ciento fijado por el Ministerio de Hacienda contenido en la ley de estabilidad presupuestaria.  Esta cuestión ya fue resuelta  por el  TSJ de la CV  en sentencia de 13.02.1997   de la sala de lo contencioso administrativo. O sea  hace casi 20 años, en los que las leyes presupuestarias ha establecido esta obligación con carácter de norma básica.
Sirva este ejemplo para dejar bien claro que no se puede hacer gestión pública  sin respetar el ordenamiento. Siguiendo el método  POSDCORB la planificación, como primer paso no puede obviar el respeto a las reglas de juego entre otras cosas porque si el diseño está mal, tarde o temprano el edificio habrá que será derruido, sobre todo cieno en este hay cuestiones de personal y de índole presupuestaria.  Fijémonos como ejemplo de la ausencia de planificación en los despidos colectivos del sector público de nuestra comunidad, no sólo el de RTVV. Todos obedecen a justificar únicamente una reducción del déficit, sin más. Nada de planificación o de coordinación mediante planes de ordenación de RRHH. 
Podría seguir  con una casuística muy curiosa y paradójica, pero tomemos estos casos señalados por recientes, para advertir que si es cierto que el POSDCORB tiene sus años, es mejor que la nada y cualquier herramienta de gestión de moda o científicamente  más avanzada, no puede obviar algo tan básico como el sentido común. Pues relacionado con el análisis de políticas, ambos instrumentos de gestión, supone tener claro cuáles son los problemas, y cuales los medios posibles para resolverlos. El POSDCORB sigue siendo útil para hacer factibles los objetivos perseguidos.
Seguir procesos lógicos de toma de decisiones, es un buen argumento para superar el escepticismo de que la gestión Pública puede resolver los problemas que afectan al bien común de una colectividad, sino todos, buena parte de ellos y con un grado de eficacia y/o eficiencia razonable.

La amenaza del escepticismo (1): Senda hacia individualismo

Leemos en prensa nacional del fin de semana tres noticias-opiniones-artículos que muestran lo que sucede al sistema socio-político.
(...) un país de políticos de moral tan endeble como los nuestros, con tramas que, como la Púnica, demuestran que la España del pelotazo sigue gozando de inmejorable salud, nada nos gustaría más que creer al Rey cuando dice que en España cumplir la ley es "ineludible". En realidad, estamos en una competición por eludirla.
Nuestros políticos siempre han buscado lo contrario: asegurarse un trato privilegiado, haciendo que las carreras de los magistrados dependan de sus decisiones y obligándoles a definirse políticamente para entrar en el juego de los premios y castigos. Si la estrategia no les ha salido bien del todo es porque la magnitud del saqueo de estos años lo hacía imposible y por la dignidad de magistrados dispuestos a sacrificar futuros ascensos por un concepto de la justicia  (...)
(...)El Efecto Dunning-Kruger, nos muestra que las personas con pocas capacidades o conocimientos, creen que tienen más capacidades y conocimientos de los que efectivamente poseen, y viceversa: quienes son más competentes, tienden a subvalorarse. ¿A qué se debe?
...
Las conclusiones básicas de dicho paper se resumen que, para cierta habilidad o área de conocimiento, los individuos incompetentes:
1.   Son incapaces de reconocer su propia incompetencia.
2.   Son incapaces de reconocer las genuinas habilidades del resto.
3.   Son incapaces de reconocer hasta qué extremo son incompetentes en el tema.
De otra parte también leemos que (...) el sistema sobre el que se asienta nuestra existencia padece en la actualidad una profunda “crisis institucional”. La oleada de escándalos y corrupción ha provocado un sentimiento de frustración e impotencia generalizado. La gente se siente engañada y estafada. Está muy harta de escuchar tantas mentiras. De ahí que cada vez más ciudadanos estén dejando de creer en las organizaciones establecidas.
… En medio de este turbulento escenario social, político y económico están surgiendo nuevos mensajes y consignas para afrontar con una nueva actitud los cambios que se avecinan (...)
Ya hemos señalado que los enfoques jurídico-institucionales no son suficientes para explicar la existencia de las instituciones - solo Dios se justifica asimismo - , sino que en un sociedad en cambio la instituciones se  justifican por sus fines, objetivo  y funciones, es decir lo que aportan a sus miembros y lo que aportan al sistema social. Así una universidad forma intelectualmente a sus miembros y esta formación redunda en su sociedad más culta y menos violenta. Una secta religiosa construye fanáticos, les sustrae y el dinero y la sociedad sufre sus violencias,... Un colegio que forma mal a sus alumnos, ..., un partido político que ..., un club deportivo, que ...
  Por lo tanto siguiendo algunos postulados teoréticos y dada la praxis empírica todo hace pensar que lo que mejora el enfoque tradicional es un combinación de un enfoque sistémico-funcional-contingente, para la responder al qué y al cómo en nuestro contexto.
La Ciencia de la Administración    en sus últimos trabajos empíricos nos ha demostrado (Pollitt y otros ,2010) que en el contexto europeo esperamos demasiado de los políticos, habida cuenta  para lo que en realidad están  capacitados. Dice el informe de referencia que  no hay evidencias convincentes sobre la disposición (actitud) o capacidad (aptitud)  de los  responsables políticos para convertirse en gestores estratégicos.
La estrategia y táctica que necesitamos aquí y ahora es la de prevenir las nuevas realidades que son muy complejas. Con lo que tenemos - seguimos con posibles casos de corrupción en la realidad inmediata, los jóvenes con más talento  que sus generaciones pasadas siguen sin ser el objetivo de los empleadores, más brecha social, conflictos religiosos, la economía en un mercado agonizante con prácticas colusorias de la competencia y la buena fe y un descredito de lo público que invita a una posición generalmente escéptica a los  proyectos colectivos.
 Ciertamente la historia nos demuestra que las organizaciones han sido el camino natural  de la codicia, vanidad y gloria de individuos, que las virtudes publicas tiene su origen en los vicios privados (Mendeville, dixit) que el mal  se viste de seda y de luz y se oculta en lo organizativo y lo institucional.
Yo que  me encuentro   escéptico  por  científicamente absorto ante la realidad,  creo que es un dilema de muy difícil factura, romper con el escepticismo colectivo, pues si en épocas pasadas se resolvía buscando al enemigo en el exterior (el hostes que esta tras la puerta) ahora no siempre puede buscarse un enemigo responsable de todo el mal, máxime cuando es de los nuestros

martes, 14 de julio de 2015

Más ciencia en la Administración Pública (y 4): Revolución científica para una regeneración institucional

- En los orígenes la política de la Administración y el Derecho Administrativo integraban la Teoría General de la  Administración. Se distinguía a la Ciencia de la Administración (Verwaltunswisenchaft) o doctrina de la  Administración (Verwaltunglehre) como la exposición científica de los principios concernientes a la  Administración Pública. Se postulaba una división  en Derecho Administrativo (Verwaltungrecht) cuyo objeto son los principios jurídicos concernientes  a la  Administración Pública  y política de la  Administración Pública (Verwaltungpolitik) que se refiere a los puntos de vista de la conveniencia administrativa.
-La Ciencia de la Administración estudia aquellos fines para cuya realización debe intervenir la  Administración Pública y la naturaleza y límites de su intervención para obtener el máximo útil con el esfuerzo mínimo.  La Ciencia de la Administración es una Ciencia Política pero no la Ciencia Política, es una fracción de la política general. Se afirmaba que la Ciencia de la Administración   es la filosofía del Derecho Administrativo o que éste es lege data mientras que la Ciencia de la Administración   es el lege ferenda.
- La posición primigenia de Ciencia unitaria volvió a ser reinvindicada intentando un camino  de  vuelta a la unidad, ya que de un tronco común surgieron, si bien con la pretensión de darle un contenido más amplio de los que se tuvo en el cameralismo o postcameralismo.   En el transcurso de  la Ciencia de  Administración Pública moderna, ha sido menos eficaz que el Derecho Administrativo, el cual  por vía de la coerción y reparación ha subsanado lo que la otra no ha conseguido, al no haberse superado la dicotomía poder-servicio del poder político-administrativo, con una clara apuesta por el primero. Mientras la Policía y el Cameralismo servían para el mantenimiento del poder, la Ciencia de la Administración fue concebida para el servicio único a la sociedad y a su progreso.
- La Ciencia de la Administración para ser aplicada tiene un momento político y un momento técnico, una secuencia lógica que no puede romperse. Dicho en otras palabras La ‘argumentación’ de una política de Gestión Pública implica una argumentación administrativa cuya ‘filosofía’, al incorporar los principios culturales, debe ser asumida en el momento político, y los ‘argumentos administrativos’ informar a las decisiones técnicas.
- La política ha juzgado a la Ciencia Política desautorizándola en función de sus intereses, de tal manera que sólo es científicamente aceptable  aquello que legitima la ideología o intereses en el poder. La heteropraxis condena a la ortodoxia, lo que invita a pensar si los fundamentos teóricos son erráticos, irreales, inverosímiles o  utópicos. Heterodoxia, ortopraxis, ortodoxia o heteropraxis están bajo sospecha, al no ser aplicativos los principios legitimadores del sistema.
-  En suma para el cambio hay que reivindicar ya la regeneración institucional de la  Administración Pública, el momento científico para la política que deje atrás a diletantes y curanderos.  El momento científico que se reivindica  no es neutro, no es mera tecnocracia, debe estar teóricamente fundamentado en principios normativamente orientados al progreso y al bien común de la sociedad.
-  La Universidad no ha demostrado su capacidad para preparar personas para una mejor Gestión Pública. Es más quienes consiguen estar en instancias de decisión pública acaban siendo absorbidos y/o contaminados in mala partem, por el subsistema político, a salvo de los héroes y/o dimisionarios.
- Aquí hay un reto de gran calado para la propia comunidad científica – fuertemente aquejada de soberbia, fragmentación y rivalidad – Mientras que no haya unidad, seguirá siendo débil.
- POLLIT  señala  la falta de una teoría en estos veinticinco años de NPM en el que ha sido imposible encontrar una visión de conjunto a los diversos programas e iniciativas que relacione las distintas y sucesivas  reformas que muestran las experiencias comparadas. Lo  que hace falta es precisamente el desarrollo de una Teoría integral, algo muy difícil en la disciplina ante la diversidad del pensamiento académico en la materia en el último siglo y las importantes diferencias epistemológicas y empíricas que originan enseguida reacciones críticas a cualquier pretensión teorética y a la vez el imperativo político exige atribuir a los fracasos argumentos organizativos, y nunca, cuestiones de naturaleza doctrinal. El citado autor mismo señala que el Manual de Gestión Pública de Ferlie, Pollit y Lynn de Oxford de  2005 a pesar de integrar  a los mejores 38 profesores de la cada materia no ha dejado de ser una venta de artículos de segunda mano bastante teórica y sin ningún consenso terminológico.

Mas ciencia en la Administración Pública (3): Cambio de actitud y de aptitud para el Cross Modern

Es momento en que la ciencia juzgue a la política y como ya sucedió en 1840, fecha en la que el pueblo español renegando  de la política, empezó a poner sus ilusiones en la eficacia de una Administración, que practicada por personal capacitado, le trajese no solo la paz y buen orden que son la base de todo bienestar, sino el mismo bienestar y la prosperidad en todos los aspectos a que puede tender la humana inclinación. En España la década prodigiosa de 1840-1850 española produjo un pensamiento administrativo en el que las diferencias entre la Ciencia de la Administración y el derecho eran inútiles e innecesarias.
Desde un enfoque sistémico-funcional-contingente sobre el fenómeno administrativo y nuestro entorno inmediato, podríamos desde una lectura neoconductista sobre el comportamiento político-administrativo - no obstantes sus limitaciones -  formular una suerte de  hipótesis  o  prehipótesis fuertes en torno a las siguientes cuestiones, son fruto de la observación directa, comprobación, deducción e inducción;
- La corrupción en un sentido  funcional, como una perversión de los fines a conseguir mediante determinados recursos ordenados, no es de la  Administración Pública,  sino sistémica. Ni la  Administración  ni el mercado satisfacen necesidades reales de las personas, al contrario las crean. (Como sucede con la radiografía o cesárea que no es necesaria, el impuesto injusto, el interés particular en lugar del sustentado en el bien común, el técnico que cobra el doble por una pieza de repuesto sin valor añadido, ello, la Universidad que ofrece formación específica sin estar capacitada, los servicios religiosos bajo precio como ha denunciado el actual Papa …)
- La creación de puestos de trabajo del modelo  industrial, ha sido sustituida en buena parte por la creación de la necesidad artificial de bienes y servicios, la economía sumergida, la corrupción, el neofeudalismo, el crimen organizado, el engaño. Y a este juego se apuntan todos, posiblemente por supervivencia. El sistema económico-social es sustancialmente depredador lo que tampoco es nada nuevo en la historia, aunque ahora innecesario y más bien explicable en aquello de que los vicios privados generan virtudes públicas  como bien se explica en la fábu8la de las abejas de Mendeville.
- En términos ortoprácticos, lamentablemente in mala partem, el  liberalismo económico actual es un rotundo fracaso. Necesita para subsistir de  monopolios, de intervenciones públicas, de subvenciones o de restricciones a la  competencia. Con  Von Humbolt y  Smith  y  una Administración Pública de mínimossobre las actividades definitorias de ROSE, no se puede  utilizar la Administración Pública como empresa de una facción política.
- Esta convicción en la historia es la que arrumbó a la Ciencia de la Administración  - y en especial a Von Stein, atrapado entre el marxismo y el derecho liberal -  y la eclipsó detrás del Derecho Administrativo. Ni Forsthoff pudo conseguir la ‘vuelta a Stein’, ni Jordana de Pozas la ‘vuelta a Colmeiro’.
- Las  alusiones al modelo liberal lo son porque en el ‘limbo administrativo actual’, este modelo  ahora es el único que puede condicionar un modelo administrativo inmediato – con su filosofía y   argumentación administrativa propia –ante el  colapso el telón de acero,  desnortada  la socialdemocracia, adulterada la democracia cristiana y agotada la  tercera vía.
- La Ciencia de la Administración  en su dimensión política fundamentalmente  pretendía una organización colectiva moderna para el progreso humano individual y colectivo que demandaron las revoluciones políticas y sociales de 1789 y 1848.  La fundamentación teórica de la Ciencia de la Administración  conlleva  una dimensión aplicativa en el momento político de asunción de los cambios institucionales (equidadparetiana,bien común,buen gobierno,…)  para que luego sea aplicada la técnica en la organización (eficacia, eficiencia, tecnología,…)
- Si el momento político está ocupado en sus luchas democráticas por el poder republicano, no se ocupa, ni le interesa  el cómo  hacer las cosa mejor. Es más le  preocupa de que una instancia de autoridad epistemológica y/o deontológica le diga cómo hacer mejor las cosa evidenciando al perversidad de su labor.
- La utilización por  una facción política de la Administración Pública como empresa de poder económico, institucional o contrapoder frente a otros, es en el tiempo similar a las luchas consulares de la república (Mario vs.Sila, Pompeyo vs. Sertorio,Marco Antonio vs. Octavio,…) Es democráticamente  un fracaso reconocer que los desarrollos administrativos en la historia, vinieron fundamentalmente con fórmulas monocráticas tales como la de Octavio Augusto, Napoleón o Mussolini. No obstante podemos apuntar al haber democrático en términos de mejora administrativa –cuantitativa y cualitativa - el New Deal y el modelo de postguerra europeo (socialdemocracia -, democraciacristiana-neocorporativismo) Finlandia en su crisis de los ’90 y Noruega con su pacto social 1999-2005 merced a un gran pacto social.
-  En el sistema socio-económico de hoy – más causal que casual - no existe en el acervo sociológico dominante una creencia en la presunción de la buena fe contractual, la confianza legitima en la  Administración, la conformidad a derecho de los actos administrativos,… y demás principios socio-jurídicos destinados a promover el desarrollo económico. Por el contrario sí  hay presunción de buen hacer en las aplicaciones tecnológicas, soluciones técnicas, de la denominadas ciencias empíricas, positivas,…
- El sistema político-administrativo es incapaz por el momento para gestionar en términos de gobernabilidad, los retos del cambio de era (cross modern) y, en especial, su impacto en el sistema económico.
 - El sistema no ha colapsado a pesar de la ineptitud/corrupción gracias al equilibrio de poderes, y en especial al pretorianismo judicial reparador. Más que nunca en la actualidad es palpable aquello de que ‘Juzgar a la Administración es también administrar’, como ya nos dijera la Ley francesa de la Asamblea Constituyente de  24 de Agosto de 1790 y artículo 44 de la Constitución napoleónica del año VIII).
- Fruto del abuso del poder administrativo y de la vulneración de los principios constitucionales del mérito, imparcialidad, … es el cambio en la jurisprudencia del Tribunal Supremo de los últimos años rectificando a la anterior doctrina de la discrecionalidad técnica que postulaba la exclusión del control judicial de las calificaciones de los exámenes y de las pruebas de aptitud e idoneidad profesional por tratarse de juicios técnicos que los tribunales no pueden criticar y, menos aún, corregir. La nueva jurisprudencia exige expresar las razones, no meras puntuaciones, y no duda en sustituir, incluso, los juicios emitidos cuando sea evidente su error.
- Todo apunta a que al político común  no le interesa la Ciencia de la Administración porque le resta poder y arbitrariedad y  le impide protagonismo en la decisión, y en buen parte,  también sucede,  con el funcionario que es soberano en su  técnica. Ello sin hablar de las desviaciones y perversiones que no solo obvian la ciencia sino también el derecho.
- Sólo los políticos capacitados en aptitud y actitud para la Gestión Pública desean  contar con el mérito a su lado y poder obtener el  máximo fruto de la dimensión aplicativa de la ciencia, al maximizar el resultado de sus decisiones, en términos de racionalidad organizativa – eficacia factible y eficiencia posible -, y lo mismo, con los funcionarios porque su técnica será fácil como consecuencia de la ciencia aprehendida.
- Lo que en sociología de la organización se llama identificación normativa y  compliance de sus miembros es  incrementada en función  del poder administrativo y compensación económica dentro de la organización. La identificación ideológica – política, religiosa, institucional, axiológica -, desaparece cuando la organización atenta al patrimonio material del individuo o cuando ya se ve protegido por ella.
 - Lo anterior se explica también en sede de sociología de  dominación weberiana  y significa que el único orden predictible hoy, es el legal burocrático. Sin embargo este es fungido  por el  carismático y tradicional  en función de factores que deberían estar  superados para estos tiempos de las sociedades avanzadas, esto es el miedo y sumisión para la supervivencia.

Más ciencia en la Administración Pública (2): Los problemas aplicativos

Muy oportuna nos resulta la distinción entre Ciencia de la Administración  y técnicas administrativas en la medida en que la primera estudia los principios generales de la organización de la  Administración y de la acción administrativa de esta y de otros poderes del estado para tratar de alcanzar la máxima eficacia en el cumplimiento de sus fines. La técnica  de la  Administración  sería la aplicación del conjunto de conocimiento procedentes de otras ciencias, con el propósito de lograra el mayor rendimiento y productividad en el actuar de la  Administración Pública.
Si contemplamos la Ciencia de la Administración en su dimensión política y técnica y mantenemos un enfoque sistémico y funcional, podemos mantener que es el subsistema político el que entorpece el planteamiento científico de la  Administración Pública, pues ni lo conoce, ni lo entiende ni tampoco le interesa, entre otras cosas porque lo haría prescindible en buena parte. Las técnicas administrativas – de las que sabe algo el funcionariado – no pueden aplicase como expresiones científicas si el poder político no asume los principios políticos– a los que se refiere vg. De Valles-  y reglas técnicas de la Ciencia de la Administración, como son los que fundamentarían la denominada teoría clásica de la  Administración Pública de respeto a la separación política- Administración; buscar el bien común; respeto a la ley y al derecho administrativo; Administración como Estado que trabaja; meritocracia; lógica burocrática frente a la dominación carismática/tradicional; POSCORB; liderazgo capaz; toma de decisiones racional; eficacia/eficiencia; evaluación de resultados;   la teoría de la organización aplicada a la  Administración Pública; un énfasis en el control y diseño organizativo; aplicación de las ciencias del comportamiento organizativo; neoinstitucionalismo; modelo de la elección pública y su  dependencia de la economía política, …).
Cuanto un sistema político administrativo carece de una institución del análisis y evaluación de políticas como incuestionablemente sucede en España, cuando tampoco existe una dirección pública profesional, cuando el nivel de interfase se provee con cargos políticos al igual que los lugares predirectivos del nivel administrativo, es prácticamente imposible seguir una dinámica científica de la  Administración Pública. Habrá arte y técnica pero no ciencia. Queda todo en manos del político, que por lo normal no está formado en Gestión Pública, el buen hacer quedará como un proceso estocástico en el que cierto arte innato o aprendido puede ser un factor de éxito, sobre todo si sigue enfoques de ajuste partidario mutuo acuerdo de una concepción pluralista de la política, pero en todo caso su labor será comparable  al de un curandero, pero sin ciencia porque esta la tiene el médico.
Si el poder político no respeta el presupuesto de la separación entre política y  Administración Pública, no es posible  apostar por una  Administración Pública científica y todos los que apostaron por ello, desde Napoleón hasta Gülick son ignorados y despreciados. Así que en ausencia de una  Administración científica al ciudadano le queda el Derecho Administrativo, porque suele pasar que este tipo de conducta suele traer también abuso y desviación de poder.
Si un modelo administrativo tiene asumida la reserva estatal de potestades administrativas (filosofía continental) no puede utilizar la gestión indirecta  ni privatización del servicio de control del pasaje) tendrá que utilizar personal funcionario y podemos preguntarnos a qué viene los auxiliares de policía local como personal laboral en la primera ley autonómica de policía local o a qué  la  vigilancia privada en  edificios gubernamentales, existiendo la segunda actividad en los FCSE.
Por eso en el área de los Transportes públicos puede verse  como en el Ente autónomo de los transportes Parisinos (RATP–Régie Autonome de Transports Parísiens-) se utiliza Agentes Públicos no funcionariales, a excepción de los servicios de  seguridad (GPSR -Groupe de Protection et de Sécurité des Réseaux- y SPSM -Service de Protection et de Sécurité du Métro-) pero que gozan de semejantes condiciones de estabilidad que los funcionarios.Por ello también habrá que  recordar que uno de los fallos para que se produjera el 11-S en EE.UU, fue debido a que la seguridad de control de pasajeros había sido por cuenta de las aerolíneas privadas -trabajo de una precariedad y rotación sin igual-.Dicha catástrofe supuso la creación de una agencia federal USA (Transportation Safety Administration), dependiente del Ministerio de Transportes que implica que el control de equipajes y seguridad quedan en manos de 28.000 empleados federales.

Más ciencia en la Administración Pública (1): Ciencia y técnica

Es en su dimensión aplicativa donde la Ciencia de la Administración tiene más problemas científicos, más incluso que las invocadas sobre  su epistemología, metodología, o su carácter de inter o multi y/o disciplinariedad. Pero en esto está a la par que la Ciencia Política: ni una ni otra produce políticos adecuados (aptos para el sistema). Mientras que la Ciencia de Policía y el Cameralismo servían para el mantenimiento del poderlo hacían muy eficazmente (vg. los arcanna, centralización de decisiones, policía de abastos, servidores, recaudación, dominación tradicional/carismática…). Su aplicación era un continuum de la dimensión teórica, pero cuando la policía se convierte en administración (Fleurigeon, De Portiez, Bonnin, Oliván, VonMohl,…)  para servir a la ciudadanía, desgajándose la función administrativa de la política y rompiéndose la unidad preexistente en la Ciencia  de Policía,  la cuestión cambia. La Administración Pública ahora tiene que trasvertirse, pero sigue siendo sustancialmente instrumento para el mantenimiento del poder – y siguen existiendo arcanna,potestades exorbitantes, tenue separación de poderes,elitismo,poliarquía… - . En suma el momento político no ha asumido los presupuestos de una Ciencia (política) de la Administración, más allá de unos formalismos y maquillajes institucionales. Estos presupuestos no se les ve pero  están en los papeles y supuestamente hasta funcionan, al menos cuando pasan a instancias del Pretor (actividad administrativa como  servicio público, proscripción de la desviación de poder, de la arbitrariedad, patrimonialización o del sistema de botín,…).
Así las cosas, si la dirección pública (políticos directivos no aplican los fundamentos, difícilmente las técnicas de gestión al uso pro los funcionarios pueden coadyuvar a ser mejores  eficaz  y eficientemente.
Revisitando el pensamiento administrativo del pasado observamos ejemplarmente que  para Manuel Colmeiro en 1876, la acción administrativa debía ejercerse sobre los hombres y las cosas. La acción administrativa debe proteger la satisfacción de los sentimientos amigos de la sociedad, combatir los enemigos y moderar los propensos a un fácil abuso. El orden social exige que en vez de una pluralidad egoísta, reine en la sociedad la unión armónica de todos los intereses; y en vez del tumulto de las hostilidades individuales triunfe un gobierno unitario y una administración moderadora.
Henri Fayol, máximo representante europeo de la teoría de la organización aplicada a la  Administración Pública, mediante la escuela de la teoría del "Proceso Administrativo, en el año de 1916 publicó el libro Administration Industrielle et Genéral. Para el autor por conocimiento administrativo se entiende a la planeación, la organización, el mando, la coordinación y el control. Mientras que en los niveles inferiores de empresas grandes o en los superiores de las pequeñas, lo que importa es la habilidad técnica, la habilidad administrativa es la cualidad más importante a valorarse en los niveles superiores de grandes, de tal manera que según se asciende en los diversos niveles de la escala jerárquica, la importancia d la habilidad administrativa aumenta  mientras que la técnica desciende. El gerente nunca debe de carecer de conocimientos de la especialidad según la profesión que característica de la empresa, la técnica en la industria, la comercial en el comercio y la política en el Estado.
De Valles en 1954 sostuvo que las mismas dudas científicas de la Ciencia de la Administración  se discuten para la Ciencia Política, es decir solo es actividad científica Aquella que consiste, en elaboración de datos, en la investigación de las leyes  y de los principios por los que los hechos se rigen, así como en derivar de ciertas premisas determinadas consecuencias; esto es, la investigación de las causas y la precisión de los efectos. Debe tratarse de principios contantes universales en igualdad de condiciones, y no de soluciones empíricas de problemas ocasionales. El mismo autor diría, con lamento, que los principios políticos, aquellos que tendrían que ser objeto de la Ciencia de la Administración, caen extramuros del sistema, forman parte de otra materias y esto explica el ocaso de esta ciencia.
J. LONSDALE, Director General de la Intervención general del Reino Unido,  manifestó en el 2007 que  los gobiernos han estado fallando en  aspectos como la innovación, la formación o el liderazgo. Fundamentalmente mientras que se fomenta una ciudadanía más democrática, ilustrada y educada, debe contribuirse a la creación de un ambiente es que sea muy natural el debate sobre el funcionamiento de los servicios públicos.  También en 2007, REXED - Director General de la Agencia para la Gestión Pública y Vicepresidente de la Comisión de Gobierno de la OCDE-  apuesta por un  ideal de ciudadanía democrática más directa que juegue, con mayores deliberaciones públicas y dialogo social  junto al resto de actores gubernamentales y administrativos y por la necesidad en la  Administración Pública de gestionar de otra manera las estructuras organizativas, los recursos humanos, la información, la relación con la ciudadanía y la confianza de ella.
Siguiendo a DENHART y su Teoría crítica de la organización pública dimanante de la escuela de Frankfurt, sería  muy positivo para los intereses generales a los que sirve al Administración Pública un ejercicio de  reflexión y autocrítica por parte del administrador sobre la dinámica seguida en general en los sistemas administrativos clásicos.   Dicho autor en 1981 apuntó(…) la pregunta principal ya no consiste en saber cómo contribuir el individuo a la operación eficiente del sistema, sino como se puede transcender ese sistema (…).  Este reto es recogido por HARMON y MAYER ala firmar que hay que volver a formular la pregunta de Denhart, pues sin duda,  es época necesitada de héroes, no de funcionarios Sólo por medio de críticas infatigables a las prácticas y los significados asociados a la burocracia se pueden sacar a la luz las patologías que se producen para cuestionarlas y refutarlas.
Vid.
 DENHART,R.B., “Hacia una Teoría crítica de la organización pública” en Public Administration Review,41-6,1981. 
DENHARDT,R.B., “Teoría de la Administración Pública: el Estado de la Disciplina” en Administración Pública, el Estado actual de la disciplina, (Lynn y Vildawsky comp.) FCE, México,1999.
DENHART,R.B., In the Shadow of organization, The regents Press of Kansas, Lawerence, Kansas, 1981.
HARMON,M.,-MAYER,R., Teoría de la organización para la Administración Pública, FCE, México, 1999.

Sin entusiasmo ni esperanza por el momento: Proceso estocástico en la Administración Pública valenciana (y 2)

La política determina el ‘qué’ del cambio de las políticas y  supongamos que ese ‘qué’ lo sea  para mejorar el progreso social, incorporando el talento de jóvenes o excluidos hasta ahora como capital social, en lugar de los amigos, camaradas, familiares o legitimadores. La Ciencia de la Administración   determina el ‘como’  a través de sus políticas de gestión Pública, siendo la principal la propia estructura de decisión, organización y funcionamiento.  
Sobre la estructura organizativa y funcional de la  Administración ejecutiva de la Generalitat, en materia de  Administración Pública se apunta que del Gabinete del President dependerá como órgano directivo la Dirección General de Análisis y Políticas Públicas con  funciones de asesoramiento y asistencia al director del Gabinete del President, así como la realización de estudios de innovación, informes, recopilación de información y documentación sobre materias que afecten al Consell. El análisis de políticas y evaluación de las mismas no aparece formalmente, y en todo caso, una institución con ese cometido no debería en ningún caso estar en el núcleo del poder sino formalizarse de manera agencial e independiente.
En la Consellería  de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades, no hay Secretaria autonómica de  Administración Pública y tan sólo la recurrente Dirección General de Función Pública, sin saber si quedara huérfano el   Plan Estratégico de Innovación y Mejora de la Administración de la Generalitat 2014-2016.
De la misma manera que la fatal situación económica no va a permitir ni llevar a cabo las políticas bandera – salvo que lo hagan aunque sea simbólicamente tras la generales -  es de pronóstico muy  débil pensar en que el nuevo gobierno autonómico o los locales aborden enfoques sinópticos-comprensivos en las nuevas o reformuladas políticas, ante la composición del equipo de gobierno y el déficit financiero heredado. Más bien todo apunta a dinámicas incrementalistas o decrementalistas respecto de lo habido hasta la fecha. No es de esperar en cualquier caso un cambio radical hacia itinerarios de administración más científica.  Recuérdese una vez más que  la institucionalización del análisis y evaluación de la acción pública, una dirección pública profesional (independiente) y la no politización de los niveles directivos y predirectivos es la mejor solución para lograr el principio ortodoxo (tanto en Weber como en Wilson) de separación política-administración. La libre designación en la función pública se justifica únicamente para poder al mando a los mejores en cada momento y evitar patologías burocráticas. En modo alguno es para premiar o conseguir  adeptos al gobierno de turno.
En cualquier caso, para un distinto ‘que’ y  ‘como’, los datos científicos en términos de sostenibilidad y capital social, como factores muy determinantes para la gobernabilidad, y que junto a la capacidad financiera convierten en estocástico el programa gubernamental, hay que estar muy atento a lo siguiente;
·     La Comunidad  Valenciana se aleja de la convergencia europea al mismo ritmo que Grecia.
·     Más de 55.000 valencianos acuden al Banco de Alimentos.
·     En la actualidad el gasto público en los Servicios Públicos Fundamentales —sanidad, educación y protección social— representa el 60% del gasto público total.
·     La Comunitat Valenciana no es una de las principales comunidades autónomas en captación y retención de capital humano, según indica el estudio "La geografía del capital humano en España".
·     Según el Consejo de la Juventud de España los jóvenes valencianos se mantienen en casa de los padres hasta los 29 años al estar afectados por problemas laborales como la precariedad, la temporalidad, la subocupación y la sobrecualificación.
·     La mayoría de los puestos de trabajo para universitarios o no, que se crean en nuestro  entorno, lo son en función  al valor añadido que reportan al proceso productivo o comercial actual.
En suma, la agenda gubernamental, en función de factores externos e internos, esta condenada a convertirse en un proceso estocástico en cuanto a la posibilidad de cambios cuantitativos o cualitativos para la mejora de las políticas para solucionar los problemas más importantes. La herencia de los últimos años de gestión va a ser duradera en sus efectos perniciosos. Bastará  cada año de gobierno que pase en confrontar los datos de los indicadores oportunos, con los de salida, esto es, deuda, déficit, PIB, crecimiento poblacional, mortandad empresarial, incremento de empleo neto, empleabilidad de los universitarios, indicadores de criminalidad o violencia, abandono escolar, …
Para que la Administración Pública sea instrumento de la conformación de la sociedad, en este caso, para  el cambio hacia la predominancia de una economía del bien común en la que predomine el trabajo sobre el capital, es preciso de cambios institucionales y organizativos radicales, y no andarse por las ramas incrementalistas. En el panorama nacional tras el 21  hemos visto gestos reparadores de infortunios pretéritos y otros más simbólicos, pero también renuncias ya  a cambios prometidos por un bien común más objetivo y deseado por muchos. Si antes cada día nos desayunábamos con un nuevo caso de corrupción, ahora es con una renuncia a una promesa electoral. Esperemos que gestos y renuncias no afecten al bien común  y que no tampoco quede todo en simbolismo o gatopardismo o una táctica política frente a las generales y, que de momento, todo sea por mor de un prudente e inicial ‘análisis de factibilidad’.
 
Foto reciente del primer ministro británico sin  asiento en transporte público ¿Es un símbolo de un nuevo estar, sólo simbólico o marketing?