jueves, 14 de junio de 2012

Con la mosca tras la oreja

He tenido ocasión de leer que ya en mayo de 2009, un ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional, publicó un ensayo con el título de El golpe silencioso, en el que se denunciaba que la industria financiera había "capturado" al Gobierno de EEUU, para terminar señalando que la recuperación económica iba a fracasará a menos que rompamos la oligarquía financiera que está bloqueando las reformas esenciales. Con toda lógica se decía que las oligarquías de los mercados emergentes han levantado imperios financieros sobre una deuda, financiada por la banca presionada por los gobiernos.

Sirva esta opinión de un economista para pensar que cuando se observa, analiza y reflexiona sobre la realidad actual se puede contrastar empíricamente que eso es lo que ha sucedido con nuestra autonomía y tras experiencias financieras del resto de la nación. Basta observar las coincidencias de personas o la estrecha relación entre los gobernantes, los financieros y los asesores de unos y otras en esta causa común del debacle. La relación entre ineptitud en la gestión política y el clientelismo económico es muy similar en la mayoría de los casos. Y si otros políticos se dedican salvar a los financieros que ayudaron a otros políticos, casi se puede decir que todo el lío anda entre oligarquías.

Claro que esto hace que la gente tenga las mosca en la oreja de que siempre, los gobernantes, sean del equipo que sean, acaban ayudando de manera especial a los oligarcas, aunque sólo sea porque les ayudaron o en su día les ayudaran y … poderoso caballero es don dinero. Y esa actitud en lugar de la política samaritana, indigna y cabrea a la ciudadanía, sobre todo si también les toca el bolsillo, pro también para ellos es poderoso el dinero.

Toda esta situación que parece ahora mostrarse con mucha claridad nos invita a reflexionar sobre la denominada ”Teoría X de McGregor” Según la misma, y con antecedentes en Proudhom y Michels, la sociedad está abocada a caer bajo fuerzas oligárquicas. La masa es inmadura e incompetente, y por tanto, por su propia debilidad está predestinada a ser dirigida por fuerzas antidemocráticas.

Esta teoría es equivalente a la Teoría política del elitismo de Gaetano Mosca, para quien las elites como clase social política organizada, monopoliza el poder político y siempre estarán en el poder mediante la lucha por la preeminencia en el sistema democrático.

Y esta situación mosquea a la gente, porque desde hace milenios parece mostrarse como una ley científica, y ni las democracias, ni los totalitarismos de todo pelaje, han podido solucionar la cuestión.

Algo de honestidad y racionalidad en el debacle administrativo

Un periodista de ese peculiar ente informativo que desde sus engendros es Canal 9, ha comentada con ocasión del ERE que como no es ni militante, ni directivo, ni recomendado, sin duda se va a ver afectado. El citado periodista tiene la honradez de indicar que el barrizal en que se y ha convertido en ente ha sido por culpa, de políticos y directivos corruptos e incompetentes, si bien los trabajadores no están libres de culpa, pues no han estado a la altura la responsabilidad social, pues no han sido capaces de evitar el deterioro de la televisión autonómica. De otra parte leo que ante la posibilidad legal de ERES ene l sector público, los fijos por oposición tendrán prioridad para eludir los despidos en caso de EREs, y ello como consecuencia de una enmienda del partido gubernamental a su propia reforma laboral en el Senado. Yo no sé el origen de todo ello, que me parece plausible y coherente con toda la doctrina del jurisprudencial sobre la cuestión, máxime después las sentencias de 20 y 21 de enero de 1998 del Tribunal Supremo en unificación de doctrina y la distinción entre indefinido y fijo de plantilla en el empelo publico laboral. Los convenios colectivos y otra normativa ya venían distinguiendo que sucedía con los despidos improcedentes del personal fijo mediante proceso selectivo y quiénes no. Lo cierto es que, yo le oído de muy buena boca, que al socaire de los ERES se iban a quedar prioritaria y mayoritariamente los amigos, y tal vez la posibilidad de ello o se haya extendido como una amenaza del ‘basta ya’ administrativo. Puede que en muchas fundaciones, empresas y demás entes mostrencos no tengan este dilema porque no hay fijos de oposición y sólo haya amigos. También es posible que ya tampoco hayan amigos o éstos ya no tengan padrinos influyentes y sólo quede grano para los parientes. Radiotelevisió Valenciana será un buen laboratorio para el debate, porque aquí hay de todo, desde siempre, de unos y de otros y entre esos 1.200 empleados afectados por el ERE, pueden darse injusticias. Como la Administración andaluza ya nos ha enseñado como se gestionan los EREs, esperemos que llegue a buen puerto la enmienda, surgida de la razón, la oportunidad, o la justicia, porque sino esta última dirá claramente la última palabra, que ya me barrunto.

martes, 12 de junio de 2012

También es la buena Administración, estúpido

Es más que conocido que no es bueno que las zorras cuiden a las gallinas y en el corral administrativo se han colado demasiados depredadores y las gallináceas andan muy sueltas y asustadas, ahora que hay poco que comer. Siguen estando aún muchos zorros con antifaz, muchas vulpes, pues en realidad no se han ido nunca como si se tratan de un fenómeno de retroalimentación cibernética. Las zorras que entran, por las que salen. La política no podrá controlar la economía si la Administración Pública no se pone a dicho servicio, bien conformada y mejor dirigida. No es digno de sana gestión dejar a ineptos e incapaces dirigir los proyectos colectivos.
Dentro del mejor pensamiento administrativo patrio ya se dijo (vid. ALEJANDRO OLIVÁN con su trabajo De la Administración pública con relación a España, 1842) que la buena Administración depende de políticos aptos y funcionarios formados;
(…) de buena intención, de celo y conocimientos, pueden adelantar poco en el actual estado de cosas, menos hay que esperara de los hombres desprovistos de prendas, desnudos de ciencia, advenedizos en la Administración o injeridos en ella por la parcialidad o en los amaños, a favor de la dislocación general, en que no hay mesura en el pedir ni en el conceder, y que a los más altos puestos de Hacienda y Gobernación aspira, y a veces sube, quien para ninguna otra cosa ha parecido ni bueno ni mediano…,
(…)Los buenos empleados vendrán cuando se busquen, y abundarán cuando se formen (…)
Esa buena Administración depende también del bien fin de la misma, de su eficacia, de la responsabilidad de sus agentes. De su labor de protección y conformación del orden social de cada momento, Oliván lo expresaría, así;
 (…) En todos los pueblos, en el más ignorado caserío, ha de poder el último y más oscuro individuo, atropellado en su persona, insultado en su honor, o perturbado en su propiedad por agente de la Administración en abuso de sus funciones, obtener directamente, y por la vía criminal delante del Juzgado ordinario del Distrito, sin viajes, sin gastos, sin riesgos, sin dilación, las reparaciones e indemnizaciones que le sean debidas (…) Mientras esto no suceda podrá inferirse sin más examen que no hay buena administración ni espíritu público en este país (…)

Nótese que esto no lo dijo un fabiano o un socialista utópico del momento, sino un liberal moderado, en un ambiente de Estado abstencionista. Las buenas ideas y los buenos propósitos son universales y el mal tiene su mejor aliado en el silencio del que obra el bien.

Recta política y sana economía, estúpidos

No paramos de leer referencias en si la salida a la crisis que vivimos es cuestión política o económica. Con origen en la sentencia de James Carville (politólogo y jefe de campaña de Bill Clinton en la de 1992) se ha venido sosteniendo que no es la ideología ni la democracia lo que tira y pone gobiernos, sino la economía,(…Es la economía estúpidos…). Es sabido que la economía y la política no han estado separadas nunca, sus orígenes como ciencias sociales se encuentran en pensadores que hablaban de ambas cosas (por todos, Adam Smith). Los antecedentes de la Ciencia de la Administración – la ciencia cameral y la ciencia de policía - tenían a la Hacienda Pública y la economía por escenario principal de actuación, por no hablar del colbertismo francés. En el notable y pionero pensamiento administrativo español del S. XIX se contemplaba esta unidad. Ortiz de Zúñiga en 1840 señaló que la economía política fue la que preparó el camino para el grandioso descubrimiento de otra ciencia más importante aún, conocida con el nombre de Administración. Colmeiro escribiría en 1850 que la administración pura, no la aplicada, era la economía política. Aquí y ahora observamos que el gobierno nacional actual no acierta con su política económica, y se muestra ya como un equipo quemado apenas seis meses, lo que no es de extrañar con la que se encontraron. Los datos del último barómetro del CIS no dejan lugar a dudas: los ciudadanos suspenden a los 13 ministros del Ejecutivo. Ninguno llega a sobrepasar el 5 raspado y los pocos que en enero habían aprobado. La causa de la sentencia popular es que el equipo de Gobierno a pesar de sus diatribas cuando era oposición, no controlan a la economía, se les va de las manos la situación, su poder de dominación solo alcanza a los débiles. Los gurús economistas y políticos de renombre nos indican otra política económica más popular para Europa, conciliable en un necesario escenario de reducción del déficit. Ahora se habla de la Economía del bien común como un movimiento social en ciernes que en escasos cinco años aspira a convertirse en el principal eje del sistema económico mundial. Se dice que dicha concepción de la economía consiste en primar la cooperación, en lugar de la competencia. Relegar los principios imperantes del egoísmo y la irresponsabilidad, en pro de la honestidad, la confianza, el respeto, como actitudes que conformen la base de toda actividad económica. Otras voces nos hablan de crisis de valores religiosos o espirituales, de civilización,…, pero cada día estoy más convencido de la certeza de aquella sentencia de Mounier que decía que la revolución económica será moral o no será, y que la revolución moral, será económica o no será. Los guardianes de la moral se escandalizan con cuestiones ridículas, de fondo y de forma y miran hacia otro lado con la praxis de la economía financiera y especulativa, que ha dañado las entrañas de las instituciones y personas hasta observar como sucede en España de que prácticamente menos de la mitad de la población vive de su trabajo. Para no seguir siendo estúpido hay que hacer una buena política que reconduzca la economía capitalista o la que sea oportuna en el tiempo y espacio. Una economía al servicio del hombre y que aporte valor añadido. Una economía que recupere el sentido de catalaxia (intercambio) y que tenga en el trabajo su mejor factor de cambio. Sé que es difícil esto del pleno empleo en una economía post industrial y tecnológica que cada vez precisa de menos mano de obra. En 2005 se decía que el triunfo de la democracia cristiana y la socialdemocracia – coadyuvantes del progreso del welfare state vino avalado por la presión de la alternativa del socialismo real y que el declive de éste, hizo también caer las exigencias de las alternativas sociales democráticas. Algo de esto merece atención cuando tantos escándalos políticos hay con origen en una economía malsana. Al final la cuestión se reduce hoy a que unos buenos políticos controlen la mala economía actual, y que unos buenos científicos preparen a políticos venideros para que establezcan una economía al servicio de la sana política. Mientras que la estupidez y necedad persista en no ver quiénes son los actores causantes principales del malestar actual, no podremos dar el paso político.