jueves, 9 de julio de 2015

Contingencias mediterráneas

El pasado jueves se clausuró en Valencia el XXIV Seminario de la Fundación Etnor la conferencia de clausura que llevó por título “Mercados, estado y sociedad: un nuevo contrato social para el siglo XXI”.
Ante la pregunta ¿Por qué somos el país europeo en el que se ha producido mayor deterioro económico, social y político?”,  se revela un dato significativo: el 73% de los jóvenes entre 19 y 35 años todavía viven con sus padres, con consecuencias importantes en la cultura moral de varias generaciones porque es la edad de la responsabilidad cívica. Para salir del laberinto  se aposto por  no penalizar  a los más jóvenes y  focalicemos la atención en un  “Estado de las oportunidades”.
La ciudadanía se somete al sistema legal e impositivo a cambio de que este se gestione bien, esta debe ser la  filosofía de un pacto por la gobernabilidad actual. Es muy legítimo  que si el político desgobierna, la ciudadanía aquí y ahora prefiera autogestionarse. Ni Leviatán, ni Estado puro, ideal,  total o administrativo. Anarquía o Eisenhower. Retomando el espíritu primigenio de las Citizens Charter Initiative de los ’80 de la NPM inglesa deberían las  cartas de servicios de la  Administración Pública comprometerse y, ser impelida a ello, en una suerte de do ut des que dijera algo así como, “yo devuelvo impuestos y no pago a los políticos – malos - en una serie de supuestos graves” Un ejemplo  sería  el incremento de costes en las obras y servicios públicos causados por la corrupción, ágapes institucionales,  estudios electorales para el partido.
“El pecado se perdona, la corrupción no puede ser perdonada", afirmó Jorge Mario Bergoglio, en 1991, antes de convertirse en Papa. También sabemos  que teóricos de la Administración Pública no fueron muy ortoprácticos cuando pasaron a la gestión política.  
Pero la actitud –individual y colectiva – en la sociedad y en la Administración   es un paso necesario para hacer una gestión Pública  más científica, y tal vez algún día pueda,  ser realidad la existencia  de  equipos de alto rendimiento como instrumento de la gestión del conocimiento en las organizaciones públicas españolas (Vid. tesis doctoral , al efecto de la UOC)  y que se compadecería perfectamente con ese otro desiderátum de Y. Dror  con su modelo normativo óptimo de análisis de políticas y la propuesta de  alta gerencia -Delta-type senior civil service-  con unas habilidades especiales, tales como la centralización de las tareas de orden superior, la extremada profesionalización, la innovación y la creatividad, la ética, la autonomía y sentido de trabajo por objetivos.

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