Leemos en prensa nacional del fin de semana
tres noticias-opiniones-artículos que muestran lo que sucede al sistema
socio-político.
(...) un país de políticos de moral tan endeble como los nuestros, con
tramas que, como la Púnica, demuestran que la España del pelotazo sigue gozando
de inmejorable salud, nada nos gustaría más que creer al Rey cuando dice que en
España cumplir la ley es "ineludible". En realidad, estamos en una
competición por eludirla.
Nuestros políticos siempre han buscado lo contrario: asegurarse un trato
privilegiado, haciendo que las carreras de los magistrados dependan de sus
decisiones y obligándoles a definirse políticamente para entrar en el juego de
los premios y castigos. Si la estrategia no les ha salido bien del todo es
porque la magnitud del saqueo de estos años lo hacía imposible y por la
dignidad de magistrados dispuestos a sacrificar futuros ascensos por un
concepto de la justicia (...)
(...)El Efecto Dunning-Kruger, nos muestra que las personas con pocas
capacidades o conocimientos, creen que tienen más capacidades y conocimientos
de los que efectivamente poseen, y viceversa: quienes son más competentes,
tienden a subvalorarse. ¿A qué se debe?
...
Las conclusiones básicas de dicho paper
se resumen que, para cierta habilidad o área de conocimiento, los
individuos incompetentes:
1. Son incapaces de reconocer su propia
incompetencia.
2.
Son incapaces de reconocer las genuinas
habilidades del resto.
3.
Son incapaces de reconocer hasta qué
extremo son incompetentes en el tema.
De otra parte también leemos
que (...) el sistema sobre el que se
asienta nuestra existencia padece en la actualidad una profunda “crisis
institucional”. La oleada de escándalos y corrupción ha provocado un
sentimiento de frustración e impotencia generalizado. La gente se siente
engañada y estafada. Está muy harta de escuchar tantas mentiras. De ahí que
cada vez más ciudadanos estén dejando de creer en las organizaciones
establecidas.
… En medio de este turbulento escenario social, político y económico
están surgiendo nuevos mensajes y consignas para afrontar con una nueva actitud
los cambios que se avecinan (...)
Ya hemos señalado que los enfoques
jurídico-institucionales no son suficientes para explicar la existencia de las
instituciones - solo Dios se justifica asimismo - , sino que en un sociedad en cambio la instituciones se justifican
por sus fines, objetivo y funciones, es
decir lo que aportan a sus miembros y lo que aportan al sistema social. Así una
universidad forma intelectualmente a sus miembros y esta formación redunda en
su sociedad más culta y menos violenta. Una secta religiosa construye
fanáticos, les sustrae y el dinero y la sociedad sufre sus violencias,... Un
colegio que forma mal a sus alumnos, ..., un partido político que ..., un club
deportivo, que ...
Por lo tanto siguiendo algunos
postulados teoréticos y dada la praxis empírica todo hace pensar que lo que
mejora el enfoque tradicional es un combinación de un enfoque sistémico-funcional-contingente,
para la responder al qué y al cómo en nuestro contexto.
La Ciencia de la Administración en sus últimos trabajos empíricos nos ha demostrado
(Pollitt y otros ,2010) que en el contexto europeo esperamos demasiado de los
políticos, habida cuenta para lo que en
realidad están capacitados. Dice el
informe de referencia que no hay evidencias convincentes
sobre la disposición (actitud) o capacidad (aptitud) de los responsables
políticos para convertirse en gestores estratégicos.
La estrategia y táctica
que necesitamos aquí y ahora es la de prevenir las nuevas realidades que son
muy complejas. Con lo que tenemos - seguimos con posibles casos de corrupción
en la realidad inmediata, los jóvenes con más talento que sus generaciones pasadas siguen sin ser el
objetivo de los empleadores, más brecha social, conflictos religiosos, la
economía en un mercado agonizante con prácticas colusorias de la competencia y
la buena fe y un descredito de lo público que invita a una posición generalmente
escéptica a los proyectos colectivos.
Ciertamente la historia nos demuestra que las
organizaciones han sido el camino natural de la codicia, vanidad y gloria de individuos,
que las virtudes publicas tiene su origen en los vicios privados (Mendeville,
dixit) que el mal se viste de seda y de
luz y se oculta en lo organizativo y lo institucional.
Yo que me encuentro escéptico por científicamente
absorto ante la realidad, creo que es un
dilema de muy difícil factura, romper con el escepticismo colectivo, pues si en
épocas pasadas se resolvía buscando al enemigo en el exterior (el hostes que
esta tras la puerta) ahora no siempre puede buscarse un enemigo responsable de
todo el mal, máxime cuando es de los nuestros
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