lunes, 16 de diciembre de 2019

Corrupción y su relación con la transparencia y la capacidad para la debida decisión pública ( y 3)

Díaz Gómez destaca que no se puede hablar de corrupción sin referirnos a la ética, aunque sí podemos hacerlo sobre esta sin referirnos a aquella.
En el esquema socio-político griego existía una diferencia-oposición entre la asociación natural, de la familia y la asociación social de  la Polis ya que con la aparición de esta  el hombre recibe  además de su vida privada, una  segunda vida (bios politikos) lo que conlleva a  dos órdenes de existencia.  Con ambos  hay una tajante distinción entre lo  que es suyo (odion) y lo que es comunal (Koinon). También se da una distinción entre la vida “privada”  - ausencia de los demás -   y  lo “público” - común a todos nosotros y donde se debate para el intercambio de ideas, para la construcción de una visión de mundo compartida -
Esta diferencia entre odion (privado) y koinon (público) es básica para entender también el significado de la política y administración moderna en la que en la Res Pública ya no hay una identificación personal y patrimonial entre el mandatario político y los medios de administrar (materiales, personales y financieros).  El mandatario de ahora solo puede disponer  arbitrariamente, como cualquier otro ciudadano, de su odion (puede dejar su coche a quien quiera prestar su dinero, hacer caridad, comprara medicinas para sus familiares,o hablar con un amigo empresario  para que contarte a un amigo parado …). El koinon solo se usa para satisfacer servicios públicos  bien común, interés general, etc. Y además usarlo como dicen las normativas generales y especificas.  Usar lo público para satisfacer intereses privados no es ético ni moral y sólo por eso es antisocial e ilegítimo, toda vez que, a la par, puede ser además antijurídico en diversos grados. Hay que controlar pues las exigencias éticas para evitar las peores consecuencias de la corrupción.
Las ideologías de todo tipo del espectro político universal están machadas por la corrupción, es ingenuo pensar que hay mirlos blancos en la política incluso en aquellos que presentan para terminar con una situación corrupta como hemos visto en los últimos años en España. Sin embargo hemos constatado en entradas anteriores que la época del neoliberalismo político y su instrumento de la Nueva Gestión Pública, ha sido el escenario ideal y real para diversas y nuevas formas de corrupción, en las que las diversas herramientas no han servidos para una mayor eficiencia sino un mayor coste, como dejamos constancia con el informe de la reforma copérnico  o del proyecto COCPS en el marco europeo.
Cabe añadir que  están muy bien los  referentes  normativos sobre anticorrupción, transparencia y bien gobierno pero serán un mero brindis al sol si no mejoramos la capacidad de la decisión pública sobre todo la crítica. Sustituyendo claramente las diversas razones que suelen ser denominador común (el partido, el Estado, la Administración Pública, la tesorería, el amigo, los nuestros, comprar voluntades,…)  por una universal razón de humanidad, de bien común, de interés público o como quiera razonarse. Algo así como no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan, o la versión kantiana del imperativo categórico.
De nuevo una provocadora cita de Yezhekel Dror realizada en 1992  en tiempo del interregno de la deconstrucción de la antigua URSS ,  puede abrir las mentes que siguen ancladas aún en las razones de la vieja política y sobre todo prevenirnos de los actuales nefastos gurus y sus formulas retrotópicas  (…)las modernas disciplinas de elección, tales como la investigación operativa y el teorema de Bayes, sirven únicamente para conjuntos de decisiones con regularidad estadística, Y los enfoques que potencialmente se ajustan a las características de la elección crítica, tales como el 'pensamiento en la historia' y algunos conceptos de las ciencias cognitivas, están aún poco desarrollados. De todo esto se deduce que los conocimientos disponibles no ayudan a mejorar la calidad de la gobernación, siendo poco más que una simple referencia bibliográfica de la gobernación tradicional .
Los continuos fallos de las valoraciones de los expertos en las que se basa la elección crítica, a pesar de la gran cantidad de recursos destinados a ellas, nos hace pensar que falta algo fundamental que supedita la gobernación al "azar" mientras no se descubran nuevas teorías al respecto. La práctica inexistencia de analistas expertos en política moderna entre el personal de las veintiséis consultorías por mí estudiadas y que asesoran a presidentes de gobierno, pone de manifiesto la falta de utilidad de las disciplinas de decisión, en su forma actual, para la gobernación, y que a pesar de todos los inconvenientes siguen utilizándose al menos algunas veces.
Esta situación está en claro contraste con las urgentes necesidades. Gracias a la ciencia y a la tecnología, en conjunción con las grandes organizaciones y la acción de las masas, que multiplican la magnitud del potencial impacto de la acción pública en el futuro, la calidad de la elección crítica está adquiriendo más importancia que en el pasado. Los índices "normales" de fracaso, propios de una gobernación tradicional, han ocasionado mucho daño a lo largo de la historia en términos de declive de las naciones y de sufrimiento humano. No obstante, en el peor de los casos, los efectos más negativos estaban limitados en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, actualmente, estos límites del impacto negativo de una decisión crítica equivocada están reduciéndose y desapareciendo, debido en parte a los poderosos instrumentos políticos que proporcionan la ciencia y la tecnología modernas, junto al know-how de las grandes organizaciones y las mayores aspiraciones sociales. Por tanto, no se puede seguir confiando en la protección contra las desastrosas consecuencias de los errores en las decisiones humanas, proporcionada en el pasado por la debilidad de los instrumentos políticos. En lugar de esto, se deberá mejorar radicalmente la calidad de la elección crítica, ya que de no hacerlo así, se perpetuarán las nefastas consecuencias de la endémica tendencia a cometer errores muy graves en los actuales procesos de decisión. La mejora de la gobernación, unida al avance de la ciencia y la tecnología y a los cambios globales de valores, traerán consigo una mejora de las condiciones humanas que, por ironía de la historia y para bien o para mal, podría propiciar la aparición de nuevos profetas. Reprimir y desarmar a los profetas peligrosos, al tiempo que el mundo sigue abierto a ideologías pluralistas y posiblemente a nuevas ideologías materialistas y sistemas de creencias trascendentales, puede ser la prueba suprema de la gobernación en el siglo XXI. Esta prueba se complicará todavía más con los efectos combinados de los medios de comunicación de masas y las redes de comunicación mundiales, el fácil acceso a las tecnologías letales, y el ansia del ser humano de mensajes espirituales que den sentido a su vida.
… El profesionalismo, también en el contexto de la gobernación implica dos características correlativas: por un lado, la capacidad de tender puentes entre el conocimiento teórico y el pensamiento abstracto, y por otro, las situaciones concretas y los problemas discretos. Y la habilidad para superar el "sentido común" y las conexiones "obvias", por superficiales y a menudo engañosas. La segunda característica nos hace plantearnos la necesidad de basar la elección en unos conocimientos más profundos y a menudo opuestos a la intuición, basados en una teoría avanzada.  Dicho de otra manera, para sacar a la gobernación fuera de la jaula en la que está confinada, se precisan innovaciones paradigmáticas en los procesos de elección crítica (...)

Cfr.
Díaz Gómez A. (2003) "Ética y corrupción. Lo público y la democracia" en Convergencia n° 31, enero-abril 2003.
Dror ,Y.(1992) La gobernación como una especulación con la historia (1) Revista Vasca de Administración Pública., Nº 33, 1992, págs. 91-104.

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