domingo, 8 de diciembre de 2019

Razón del Estado (Administrativo) en los albores del año 2020(5): Bien común e Interés general en el metasistema ideológico-existencial

Edgar Morin,uno de los mejores pensadores  termina de publicar La vía para el futuro de la humanidad, y sostiene sin ambages que el dogma de que el crecimiento económico es un imperativo necesita ser revisado. Lo que significa un cambio de paradigma revolucionario del sistema económico universal. Su propuesta sienta las bases para entender el nuevo milenio desde una perspectiva inconformista, pluridimensional y en metamorfosis para hacer frente a la  premonición de Fukuyama acerca del fin de la historia.
Morin, principal representante del pensamiento complejo actual, se ha  referido a la idea del bucle reformador  de la «Política de civilización» desvelando la ambigüedad de las ideas de modernización y del desarrollo. Pueden citarse algunas de sus categóricas afirmaciones al respecto como las siguientes: (…)el imperativo de modernización no debe ser ciego, debe ser replanteado... El desarrollo ignora lo que no es ni calculable ni medible, es decir, la vida, el sufrimiento, la alegría, el amor, y su único índice de satisfacción es el del crecimiento -de la producción, de la productividad, de los ingresos monetarios...Concebido en términos únicamente cuantitativos, ignora las calidades de la existencia, las calidades de la solidaridad, la calidad ambiental, la calidad de vida, las riquezas humanas no calculables y no comercializables; ignora el don, la magnanimidad, el honor, la conciencia. Su avance barre los tesoros culturales y los conocimientos de las civilizaciones arcaicas y tradicionales; el concepto ciego y grosero de subdesarrollo destruye el arte de vivir y la sabiduría de culturas milenarias... El desarrollo ignora que el crecimiento tecnológico y económico produce también un subdesarrollo moral y psíquico(...)
Morin se ha referido al «bucle reformador» con la idea de que las reformas no son únicamente institucionales o sociológicas, son reformas mentales que necesitan un pensamiento distinto, una revisión de los términos aparentemente evidentes de la racionalidad, de la modernidad y del desarrollo. La reforma del Estado, la reforma del espíritu y la reforma de sociedad se necesitan mutuamente. La reforma del espíritu requiere una reforma de la educación que depende, de la reforma previa del pensamiento político. Existe pues, una relación circular entre esas reformas que dependen unas de otras. La «política de civilización» debería contribuir a la reforma de la vida, la cual debería contribuir a la política de civilización. Reforma ética, reforma de la vida, reforma educativa, reforma social y reforma del Estado son interdependientes y se nutren mutuamente.
Morin propone reformar la sociedad pero alejándose de una perspectiva revolucionaria que supone cambiar radicalmente todo lo que conocemos para sustituirlo por algo totalmente diferente. «La Vía» se basa en el concepto de metamorfosis, que entraña conseguir un nuevo estado, conservando lo mejor que tengamos de nuestra forma de vida actual y eliminando sus efectos nocivos. Todo este gran movimiento de reformas acaba por confluir en una gran vía de  reforma de la vida. Se ofrece «la Vía» como método, como camino, compuesto a su vez de muchos caminos, que comienza con un cambio en el pensamiento, el conocimiento y la educación, facilitando la realización de un determinado tipo de políticas, «la política del hombre» y «la política de la civilización». Ambas impulsarían reformas en la gobernanza, la democracia, el consumo, la producción, el comercio, las finanzas, las formas de hábitat, la medicina, los servicios públicos, las energías renovables, los transportes, etc. Estas políticas puede dar lugar a una metamorfosis en nuestra forma de vida actual, que se encuentra azotada por la desigualdad, la pobreza, la degradación del medio ambiente y continuos riesgos de catástrofes a nivel mundial.
 La obra no es sólo un libro sobre metodología de reformas sociales, es además una eudemonología, una propuesta  sobre el arte del saber vivir, pues la reforma de la vida es, en primer lugar, la conquista de un arte de vivir .
(Cfr. Morin.E., (2011).La Vía para el futuro de la humanidad Barcelona, Paidós,  2011)
En el marco del VIII Encuentro de la Fundación Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del Mediterráneo (FACM)  celebrado en noviembre de 2019 ha afirmado que (…)Debemos entender que hay una comunidad de destino, un destino humano bajo amenaza, una amenaza que se cierne sobre todo el mundo, y ante la que los pueblos mediterráneos deberíamos ser los primeros en actuar. Los sureños deberíamos ser los primeros. ¿Por qué? Porque en el norte la gente ha desarrollado sobre todo la cultura del cálculo, del provecho, del dominio sobre las cosas, el mundo anónimo, un mundo devoto únicamente al negocio y a la posesión, mientras que el sur, que está siendo invadido por esa concepción del norte, aún defiende los grandes valores de libertad, la autonomía de la vida, la comunicación, la extroversión y el diálogo. Recuerda que el diálogo nació en el Mediterráneo, el diálogo de Sócrates y Platón. Somos la civilización del dialogo y es lo que necesitamos por naturaleza (…).

No hay comentarios:

Publicar un comentario