domingo, 8 de diciembre de 2019

Razón del Estado (Administrativo) en los albores del año 2020(1): Bien común e Interés general en el sistema filosófico-político



Bien común,Interés general o publico son conceptos indeterminados jurídica y políticamente, de libre interés y muy sufridos. Supuestamente unos de los cometidos de la Administración Pública es ser instrumento para llevar a cabo objetivos de bien común deseados por quienes en cada momento se encargan de la dirección política del Estado – entendido este como paradigma aun dominante de la acción política colectiva.
Veamos algunas propuestas sobre la concreción de  estos conceptos partiendo de que las versiones del concepto de bien común suele basarse en la nueva teoría del derecho natural; en los pensamientos liberal y utilitario; y en los pensamientos comunitario, republicano y hegeliano. Así pues;

(…)La concepción estructural del bien común también está presente en el Leviathan  de Thomas Hobbes, quien se pregunta  por lo que sería necesario en el caso de que las personas viviesen en una comunidad que no estuviera en un permanente estado de guerra, “donde todo hombre es un Enemigo de todo hombre”. La respuesta a dicha pregunta es la paz social: “…la primera y más fundamental Ley Natural… es buscar la Paz, y mantenerla”. Esta ley natural fundamental se descubre como necesaria para el orden social de cualquier grupo de humanos viviendo en comunidad; y es de esta ley de la que todas las demás emanan. Hobbes sugiere que lo que empujó a las personas a elegir el orden pacífico fue “el Temor a la Muerte; el Deseo de aquellas cosas que son necesarias para una vida confortable; y una Esperanza de obtenerlas por sus propios medios”. Desde esta perspectiva, el deseo por aquello que permite una buena vida (“vida confortable”) y la esperanza de poder vivirla son el deseo y la esperanza por el bien común. (Murphy T.(2018) Bien común, Eunomia, Revista de Cultura de la legalidad,  nº 14, 2018, pp. 191-205,Hobbes, T.Leviathan [1651]).

(…) Las concepciones utilitarias del bien común, originalmente asociadas a Jeremy Bentham y a John Stuart Mill, son enormemente significativas en el discurso liberal del bien común, así como en el discurso del bien común moderno en términos generales. La aproximación de Bentham ([1789] 1996) a la elección ética y política se basaba en la valoración de consecuencias, medidas mediante un “cálculo utilitario” que consistía en dos estándares, “placer” y “dolor”. El principio de utilidad incita a los Gobiernos a perseguir políticas públicas que promuevan la mayor felicidad para el mayor número de personas. Esta es la felicidad agregada neta de una comunidad o, en términos de Bentham, el placer agregado neto. Esta versión del bien común se refiere a una concepción sustantiva y normativa sobre lo que constituye el bienestar general de una comunidad, y por tanto supone un bien concebido como un resultado; la configuración específica del orden social concebido como utilitario se entiende como un objetivo o meta común a todos. El concepto de bien común suele ser interpretado en términos utilitarios, “especialmente entre economistas y expertos en políticas públicas sumergidos en formas de análisis de costes y beneficios (…)” (Murphy T. Bien común, Eunomia, Revista de Cultura de la legalidad  Nº 14,2018, pp. 191-205; Sulmasy, D.P. (2001), “Four Basic Notions of the Common Good”, St. John’s Law Review, vol. 75-2, p. 304)

Sobre el Interés General

  Interés público, interés general o interés nacional son  denominaciones  de un concepto esencial de la ciencia política, que se  identifica con el bien común de la sociedad entera, entendida como un cuerpo social, y no tanto con el interés del Estado en sí mismo, que está articulado sobre la idea del razón de Estado. Se utiliza como normatividad  para  reflejar el postulado de que la finalidad de las acciones del Estado o de las instituciones de una comunidad políticamente organizada, ha de ser el bien (felicidad, interés, utilidad o beneficio) del conjunto del pueblo (la totalidad de los que componen una nación).
La idea aristotélica de la Eudemonía (felicidad)como  fin de la política, ha transcurrido casi inalterable en la historia  de la ciencia del Gobierno y de la Administración Pública (la encontramos en el literarita del espejo de Príncipes, en el Gobierno Político y Económico del Reino de España, en la Ciencia de la Policía, en la Ciencia de la Administración moderna francesa, alemana y española. De tal manera que la tarea primordial de la política es hacer feliz a la ciudadanía, procurar una vida  en paz, con los bienes espirituales y materiales necesarios. En sentido negativo, evitar la guerra, la injustica, la enfermedad y demás males. Hoy, tras la evolución histórica se funde en nuestra concepción más general del modelo del Welfare State.
Así pues el bien común  y la finalidad de perseguir el Interés general está asociada a esta idea (mejor sanidad, educación, condiciones laborales, suplencia de las fallas del mercado, derechos y libertades individuales,etc)  claramente son  manifestaciones concretas y contingentes a estos valores.
No obstante la práctica convención  y universalidad ideológica, lo  que sí que diferencia es cómo se obtiene este bien o interés común. Para Adam Smith no hay diferencia real entre el interés común y los particulares, en la medida que el interés general es una suma o forma del conjunto de los intereses particulares. La idea de la ‘mano invisible fue acuñada en su Teoría de los sentimientos morales,  Parte IV, Del efecto de la utilidad sobre el sentimiento de aprobación (1759), con la frase archiconocida de (...) a pesar de su egoísmo y rapacidad natural, a pesar que solo buscan su propia conveniencia ... comparten con los pobres el producto de sus mejoras. Son llevados por una mano invisible a hacer casi la misma distribución de las necesidades de la vida que se habría hecho si la tierra hubiese sido dividida en porciones iguales entre todos sus habitantes y así, sin intentarlo, sin saberlo, avanzan el interés de la sociedad(…)”
Para Smith  En la parte vi sobre el "Carácter de la virtud", sin embargo dice que  (…) El Estado donde nace un hombre, se educa y es protegido, es el grupo más extenso donde la felicidad o infelicidad se ve influida por nuestra buena o mala conducta. Por lo que nosotros pensaremos en obrar correctamente, ya que bajo este grupo se engloban nuestros familiares y personas queridas. La seguridad y prosperidad de este grupo está condicionada a los actos de cada uno.
El amor a nuestro país comprende dos principios distintos. El primero, un cierto respeto a la constitución y sus leyes, y segundo, del deseo que la vida de nuestros conciudadanos sea segura, respetable y feliz (...). Esto, no obstante  debe relacionarse con  lo que Smith, dijera con posterioridad en  Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, 1776. (Libro V “De los ingresos de la República”)
Para su antagonista Rousseau,   el interés general no puede resultar de los intereses particulares, dado que sobrepasa a esos ya sea como tales o incluso como suma de tales, pues es  una expresión de la voluntad general. Diferencia entre “la voluntad de todos” -aquella que “mira al interés privado y no es más que una suma de voluntades particulares.” y "la voluntad general" -aquella que “sólo mira al interés común”-

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