En esta pugna académico-científica fe la tradición
antisinóptica la dominante en la ciencia política, mientras que la sinóptica
fue relegada al campo de la Administración Pública y al análisis de políticas.
Se argumentó un exceso por la razón técnica, olvidando al comportamiento
social como factor decisivo y surgió como
reacción frente al primer enfoque ya que no deja de ser una tecnocracia
irracional resultado de una fuga de la política que deviene en un subrepticio
ejercicio del poder El conocimiento habría de ser “de” y “en” la sociedad para lograr su
entendimiento. Supone una posición más
participativa, más demócrata y sobre todo, un proyecto social para el que se exige el conocimiento del contexto, orientado
a la acción.
Esta perspectiva política conlleva un análisis acerca
de las contingencias sociopolíticas y el impacto de los efectos directos y colaterales.
En lugar de buscar la máxima eficacia y/o eficiencia, lo que importa es el impacto y la opinión del destinatario. La
lógica de investigación se orienta a la transformación de la vida pública. El
conocimiento se extiende hacia lo contextual: es, a la vez, un fin y un medio
de la investigación racional y a la par dialógica que terminará en un compromiso
político. Como señalara Torgerson se trata de una revitalización de la política
con mayúsculas que, reorientada contextualmente, desmitifique el análisis
tecnocrático, y desde una óptica post-positivista, pueda constituir una acción
política en la que la razón y la política converjan.
En suma a los analistas les interesa la eficiencia
económica y cómo las políticas públicas pueden afectar a la sociedad en su
conjunto, se quiere medir con claridad los resultados de la política y el grado
en que se realizan los objetivos. A los políticos les interesa el aspecto
distributivo de las políticas y su impacto social. Acentúan la negociación y la
transacción, variando objetivos si los resultados impiden llegar a un consenso,
y resolviendo los problemas en el mismo proceso político.
La opción antisinóptica se resume en la expresión ‘ las políticas determina la
política’ de Lowi y ‘más músculo que cerebro’
de Lindblom y en su modelo analítico del ‘ajuste partidario mutuo’. Al que seguirá
el ‘modelo de factibilidad’ de Meltsner o el de ‘interacción’ de Vildawski. Y como no en todo la teoría del
pluralismo y la poliarquía de Robert Dhal, como dominante en la ciencia política de aquel entonces.
Los frutos de todo esto es que queda muy poco
espacio para el ejercicio sinóptico en la formulación de políticas, y en todo
caso, siempre en su combinación con la
política. Pero, las restricciones del subsistema político, pesan demasiado como
factor y variable. La realidad universal del mundo occidental están muy condicionadas
por esta situación científico-académica de ahí que las loables posiciones de
Dror son ideales para una mejor política y precisarían de la ausencia o al menos
la minoración de las restricciones del
subsistema político si utilizáramos el modelo analítico de Meltsner.
Veamos algunos dos ejemplos extremos en EEUU de formulación
de políticas que antagónicamente se encontrarían
entre conocimiento o política;
para el primero cabría incluir la
decisión de adoptar el ‘Proyecto Brain’ - , financiado por el gobierno USA y
apoyado por los dos grandes partidos como proyecto nacional a medio plazo para entender
cómo funciona el cerebro.
Para la segunda sería la adopción en Detroit – a
pesar de que el 82% de la población es afroamericana se ha acordado - al haberlo votado la mitad de distritos del
área metropolitana - que los autobuses públicos
no tengan parada los barrios blancos para que los negros no puedan bajarse en ellos. Es decisión política que la
mayoría de los servicios públicos en Detroit se financian con fundaciones u
obras de caridad (vg.Más del 50% del presupuesto para el paseo marítimo de
Detroit, recién construido, ha sido financiado por fundaciones; la nueva línea
de tren solo tiene un 30% de presupuesto público; el centro de atención a
drogodependientes de Detroit es financiado por donaciones religiosas o
filantrópicas; las últimas ambulancias de la ciudad las tuvo que pagarlas una Fundación;
diversas fundaciones locales aportaron más de 150 millones de euros para
evitar se vendieran las obras de arte
del Detroit Institute of Arts como forma de pagar la deuda contraída por la
ciudad). Aquí claramente la política determina las políticas, en su ‘qué’ y en
su ‘cómo’
Cfr.
Dye,
T.R. (1972). Understanding Public Policy,
1972.
Lindblom,C.E.,(1959). “La ciencia de
salir del paso” en Public Administration Review, 19.
Lindblom,C.E.,(1997). “Como adecuar la
política en el análisis de políticas?Gestión y Política Pública,6-2.
Lowi, T. (1964). “American Business and Public
Policy Case Studies and Political Theory”, World
Polities, 16.
Lowi, T. (1972). “Four Systems of Policy, Politics and
Choice”, Public Administration Review, 32.
Javier
Pinazo Hernandis,J.(2014). “Evolución de modelos y enfoques para el análisis de
la “acción pública”: del discurso a una nueva dinámica normativa, Gestión y Análisis de Políticas Públicas,
12.
Torgerson,
D. (1986). “Entre el conocimiento y la política: tres caras del análisis de
políticas”, Policy Sciences, 19.
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