lunes, 7 de noviembre de 2016

Las políticas públicas: más músculo que cerebro (y 4)


En esta pugna  académico-científica fe la tradición antisinóptica la dominante en la ciencia política, mientras que la sinóptica fue relegada al campo de la Administración Pública y al análisis de políticas. Se argumentó un exceso por la razón técnica, olvidando al comportamiento social como factor decisivo y  surgió como reacción frente al primer enfoque ya que no deja de ser una tecnocracia irracional resultado de una fuga de la política que deviene en un subrepticio ejercicio del poder El conocimiento habría de  ser  “de” y “en” la sociedad para lograr su entendimiento. Supone una posición  más participativa, más demócrata y sobre todo, un proyecto social para el  que se exige el conocimiento del contexto, orientado a la acción.   

Esta perspectiva política conlleva un análisis acerca de las contingencias sociopolíticas y el impacto de los efectos directos y colaterales. En lugar de buscar la máxima eficacia y/o eficiencia, lo que importa es  el impacto y la opinión del destinatario. La lógica de investigación se orienta a la transformación de la vida pública. El conocimiento se extiende hacia lo contextual: es, a la vez, un fin y un medio de la investigación racional y a la par dialógica que terminará en un compromiso político. Como señalara Torgerson se trata de una revitalización de la política con mayúsculas que, reorientada contextualmente, desmitifique el análisis tecnocrático, y desde una óptica post-positivista, pueda constituir una acción política en la que la razón y la política converjan.

En suma a los analistas les interesa la eficiencia económica y cómo las políticas públicas pueden afectar a la sociedad en su conjunto, se quiere medir con claridad los resultados de la política y el grado en que se realizan los objetivos. A los políticos les interesa el aspecto distributivo de las políticas y su impacto social. Acentúan la negociación y la transacción, variando objetivos si los resultados impiden llegar a un consenso, y resolviendo los problemas en el mismo proceso político.

La opción antisinóptica se resume  en la expresión ‘ las políticas determina la política’ de Lowi  y ‘más músculo que cerebro’ de Lindblom y en su modelo analítico del ‘ajuste partidario mutuo’. Al que seguirá el ‘modelo de factibilidad’ de Meltsner o el de ‘interacción’ de Vildawski.  Y como no en todo la teoría del pluralismo y la poliarquía de Robert Dhal, como dominante  en la ciencia política de aquel entonces.

Los frutos de todo esto es que queda muy poco espacio para el ejercicio sinóptico en la formulación de políticas, y en todo caso, siempre en  su combinación con la política. Pero, las restricciones del subsistema político, pesan demasiado como factor y variable. La realidad universal del mundo occidental están muy condicionadas por esta situación científico-académica de ahí que las loables posiciones de Dror son ideales para una mejor política y precisarían de la ausencia o al menos la minoración de  las restricciones del subsistema político si utilizáramos el modelo analítico de Meltsner.

Veamos algunos dos ejemplos extremos en EEUU de formulación de políticas  que antagónicamente se encontrarían entre conocimiento  o  política;  para el  primero cabría incluir la decisión de adoptar el ‘Proyecto Brain’ - , financiado por el gobierno USA y apoyado por los dos grandes partidos como  proyecto nacional a medio plazo para entender cómo funciona el cerebro.

Para la segunda sería la adopción en Detroit – a pesar de que  el 82% de la población es afroamericana  se ha acordado -  al haberlo votado la mitad de distritos del área metropolitana -  que los autobuses públicos no tengan parada los barrios blancos para que los negros no puedan  bajarse en ellos. Es decisión política que la mayoría de los servicios públicos en Detroit se financian con fundaciones u obras de caridad (vg.Más del 50% del presupuesto para el paseo marítimo de Detroit, recién construido, ha sido financiado por fundaciones; la nueva línea de tren solo tiene un 30% de presupuesto público; el centro de atención a drogodependientes de Detroit es financiado por donaciones religiosas o filantrópicas; las últimas ambulancias de la ciudad las tuvo que pagarlas una Fundación; diversas fundaciones locales aportaron más de 150 millones de euros para evitar  se vendieran las obras de arte del Detroit Institute of Arts como forma de pagar la deuda contraída por la ciudad). Aquí claramente la política determina las políticas, en su ‘qué’ y en su ‘cómo’



 Cfr.



Dye, T.R. (1972). Understanding Public Policy,  1972.

Lindblom,C.E.,(1959). “La ciencia de salir del paso” en Public Administration Review, 19.

Lindblom,C.E.,(1997). “Como adecuar la política en el análisis de  políticas?Gestión y Política Pública,6-2.

Lowi, T. (1964). “American Business and Public Policy Case Studies and Political Theory”, World Polities, 16.

Lowi, T.  (1972). “Four Systems of Policy, Politics and Choice”, Public Administration Review, 32.

Javier Pinazo Hernandis,J.(2014). “Evolución de modelos y enfoques para el análisis de la “acción pública”: del discurso a una nueva dinámica normativa, Gestión y Análisis de Políticas Públicas,  12.

Torgerson, D. (1986). “Entre el conocimiento y la política: tres caras del análisis de políticas”, Policy Sciences, 19.

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