miércoles, 28 de mayo de 2014

La Administración Pública (8): Doctrinas y argumentos administrativos

HOOD y JACKSON dan otro sentido a la ‘filosofía administrativa’, ésta  es un cuerpo de enseñanzas doctrinales que goza de una amplia aceptación en un lugar y en un momento dado (Cameralismo Alemán, el Utilitarismo Británico, y la Administración Pública Progresiva).  Las filosofías administrativas son doctrinas que han sido aceptadas, que afectan la agenda gubernamental en lo concerniente a cuestiones de diseño organizacional mediante el establecimiento de un clima de opinión relativo a dichas cuestiones.  Las filosofías administrativas que gozan de aceptación en un momento dado, son típicamente rechazadas u olvidadas en otro momento. El  marco de referencia que rodea a la filosofía administrativa está dirigido a explicar la agenda gubernamental, teniendo en consideración cuestiones de diseño organizacional en un lugar y en un momento dado.
En su obra la argumentación administrativaexplican el desarrollo teórico de la Administración Pública no como una búsqueda de grandes verdades y de comprobaciones científicas, sinoentendiendo el conocimiento en la misma como un conjunto de doctrinas,no sujetas a verificación. Es decir,   las doctrinasadministrativas no se evaluarían en función de su contenido de verdad —fundamentoempírico— sino de su credibilidad o aceptación.
El trabajo de Christopher Hood y Michael Jackson  es una investigación que abarca el estudio de 99 doctrinas administrativas a lo largo del tiempo; contempla el análisis entre doctrinas, filosofías y justificaciones, asumiendo esos tres tipos genéricos. La obra enfatiza el por qué, en ciertos momentos de la historia, una doctrina fue mejor aceptada que otra, por mor de una buena  retórica, las diversas nociones de estado vigentes en cada período.
Los autores no son ajenos a que el objeto de estudio de la Administración Pública moderna es un campo lleno de controversias, con amplia contribución de conceptos, teorías y metodologías, sin llegar a un progreso acumulativo de propuestas: múltiples esfuerzos, pero erráticos, impidiendo una postura teórica aceptada por todos. La discusión de si es una ciencia, una disciplina o una profesión no ha terminado. La visión del concepto de Estado, que evoluciona según las tendencias de cada momento; Cíclicamente el Estado es considerado como el fabricante público de políticas, o a veces compitiendo con el sector privado, en otros casos como el único eje de una sociedad entera, también en un papel excesivamente ausente, entre otras posibilidades. Complica la situación el hecho de que los aspectos sociales, sociológicos… se manifiestan, con diferentes poderes de grupos, factores políticos, evolución de corrientes de pensamiento, como positivismo o conductismo, por mencionar algunos. Constituye un marco de referencia no muy claro y abundante, pero sin lograr el rigor científico necesario para su cultivo como ciencia.
Los autores sostienen que el efecto de una doctrina administrativa está en función de su credibilidad y no de su veracidad, destacando el efecto persuasivo en la  presentación de las ideas donde la metáfora y la analogía cumplen un papel fundamental.
La retórica es comparada con un código que abre una cerradura, que representa un problema, este código es aquel discurso que es capaz de convencer. Profundizando este foco, los autores introducen una distinción entre doctrinas, filosofía y justificaciones.
Así al comparase dos filosofías administrativas: una  moderna la NPM de los ’80  y el  cameralismo del S. XVIII, llegan a la conclusión de que ambas son fruto de la retórica.

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