Si el nepotismo lo tiene mal en el marco público, el empleo privado, igual o peor. Ha sonado como una grave ofensa la cuestión de Telefónica, de que a pesar de sus resultados económicos, está estudiando reducir la plantilla en un 20% en el plazo de tres años dentro de un proceso de reducción de costes, esto disminuir su plantilla en unos a 6.000 empleados.
Podemos leer que de los Arquitectos, - a pesar de formar parte de la élite de las profesiones liberales y de gozar del reconocimiento social -, un 73% se plantea abandonar el país para poder trabajar de lo suyo. La mitad de los licenciados ingenieros de las Universidad politécnica de Valencia, de estos años atrás son mileuristas. En este marco me parece legítima y preocupante a la vez las reivindicaciones de la movilización española de 7 de Abril Juventud sin Futuro (http://www.criticosyciudadanos.com/index.html) con la tasa de paro juvenil del 40%, la más alta de la UE,
Al socaire de este problema Escritor y Economista José Luis Sampedro ha señalado que esta cultura capitalista de cinco siglos ha agotado ya sus posibilidades, por lo que el mundo está en la era del desconcierto y que va hacia otro modelo.
En la entrada “E-administración, neoburocracia y mcdonaldización” de 14 de mayo de 2010, decía entre otras cosas que la crisis económica revela que en la ecuación final falta por resolver qué tipo de estado democrático y social se va a configurar ya que dado que los postulados del estado de bienestar keynesiano ya no se dan. Di cuenta de un estudio de la comisión europea de 1995 que refleja que entre 1975 y 1995, mientras el volumen de la riqueza producida en los países miembros aumentó el 80%, el empleo total sólo se incrementó el 9%.
Ahora podemos ver también que el Índice de Gini es indicador para medir el grado de desigualdad de una sociedad, que seña hasta qué punto se aleja esa sociedad de una distribución completamente igualitaria de la renta o la riqueza. Según dicho indicador a nadie le sorprenderá que Suecia presente un menor nivel de desigualdad que España y Reino Unido, por ejemplo. Suecia, en el año 1981 tenía un Índice de Gini muy bajo: 0,19 , cuando el nivel 0 representa la igualdad absoluta, alcanzando su mayor nivel en el año 2000.
Pero a lo mejor sí sorprende que en España se ha mantenido estable en el transcurso de los 25 años analizados; alrededor del 0,31, y que el de Reino Unido era del 0,27 en 1979 y creció en la década de los 80 y 90 hasta alcanzar en 1999 el 0,35, manteniéndose estable en los años siguientes.
En cuanto hace a la tasa de pobreza relativa de los tres países,tampoco sorprende que Suecia presente la tasa más baja; siendo de 5,32% en el año 81, creciendo durante esa década hasta el 6,67 en el año 1992, para situarse en el 5,60% en el año 2005. Reino Unido presentaba la menor tasa de pobreza relativa en el año 1979, para crecer en la década de los 90 hasta alcanzar el 14,59% y situarse en el año 2004 a una tasa del 11,57 %. España presenta la mayor tasa de pobreza relativa de los tres países analizados. La tasa más baja la alcanzó en el año 1990, aumentando 5 puntos porcentuales en esa década hasta el 14,16%, para iniciar un ligero descenso en los primeros años del siglo actual. (datos proporcionados en un trabajo elaborado por mis alumnos de la UNED en Sociología y estructura social)
El director gerente del Fondo Monetario Internacional ha indicado que en la economía la incertidumbre es muy alta, pues "La recuperación sigue afianzándose, pero no es la recuperación que queremos", afirmó en rueda de prensa Strauss-Kahn, quien señaló que es una "recuperación sin suficientes trabajos" y añadió que el asunto central es crear "trabajos, trabajos, trabajos".
Por su parte el presidente del Banco Mundial, nos ha avisado de que 44 millones de personas adicionales han caído en la pobreza desde junio del 2010 debido al incremento del 36 por ciento en los precios de los alimentos en el último año.
a la vez que hay que notar que los precios del petróleo han subido un 21 por ciento en el primer trimestre de este año .
Todos estos datos dicen que de los ’80 hasta el presente, hay menos empleo, se ha incrementado la desigualdad, … y otros datos parecen apuntar que además las grandes estafas, la economía especulativa, las mafias y el crimen organizado o la corrupción política sean los estertores últimos de un modelo capitalista, que ya ni genera empleo suficiente para subsistir, aunque fuera sea por la mano invisible.
El telón de acero sucumbió afortunadamente, y con él la alternativa al modelo capitalista, es hora de ponerse a pensar seriamente sobre los ajustes que necesitamos, para que la economía no domine a la política.
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