domingo, 10 de mayo de 2020

¿Es el estado de Alarma ¿una suerte de Jaula de hierro? (5): Presuntos escenarios de hoy -1-

Por fin situándonos en el ahora  al socaire del confinamiento por el estado de alarma  he podio constatar  cierta sensación  de vivir algunos escenarios del fenómeno/epifenómeno  'jaula de hierro'  y sobre el que mantengo  una hipótesis débil de que tiene que más con la gestión de la situación que con la misma  situación en sí, vista la gestión comparada .
Veamos ocho noticias/opiniones - cuyos autores ocultamos intencionalmente pero dejamos referencia in fine -  sobre hechos creo  que irrefutables  e interpretaciones de expertos en diversas  ciencias sociales  que invitan analizar el fenómeno del estado de alarma y su gestión  con rigor y su posible epifenómeno de 'jaula de hierro'
1 
(…)Nueva Zelanda, Singapur, Islandia, Australia.... y, 90 posiciones después, España. El país que peor ha gestionado la crisis del coronavirus del mundo. Así lo refleja el ránking de un estudio independiente en el que se han tomado en cuenta los datos oficiales de fallecidos, contagiados y recuperados, además del número de test realizados y considerando las posibles desviaciones o imprecisiones de esas informaciones oficiales(…)
                                                                               2 
(…)porque  nos han hecho llegar tarde a casi todo en  una cadena de errores e impotencia que  han desembocado en la situación actual.  Los retrasos en tomar medidas permitieron la expansión del 'virus. la carencia  de test no provisionados a su debido tiempo impidió acotar los casos que se iban  descubriendo y por tanto dio vía libre a  multitud de contagios. La falta de equi pos de protección, tampoco provistos en su momento .. facilitó el contagio masivo  de sanitarios a los que tampoco se hacía  el test. con lo que además de ir cayendo  se convirtieron en vectores del contagio. 
Nada menos que la quinta parte de los  infectados son trabajadores de la sanidad. el mayor porcentaje del mundo. Las  residencias se convírtieron en trampas  mortales para los ancianos sin que un  sistema sanitario desbordado las pudiese rescatar. Los resultados de esta tormenta perfecta están ahí. 
Por si fuera poco,una calamitosa  política de comunicación, con  mensajes contradictorios sobre  los test, las mascarillas, las compras en el extranjero, las salidas de los niños y  en general con la forma de dirigir la pandemia,  han destrozado la credibilidad de las autoridades sanitarias en un tema en el que la colaboración ciudadana y la confianza son fundamenta les para llegar a buen puerto.
¿Podrían haber sido diferentes las cosas con  una dirección y unos expertos más adecuados?  ¿Se podrían haber adelantado las decisiones con  un mayor conocimiento de gestión sanitaria por  parte del ministro y un mejor asesoramiento? Por desgracia la Historia no da marcha atrás,  pero una mirada a países como Alemania. Finlandia, Islandia. Nueva Zelanda, Carea, Taiwán ... (por cierto, casi todos presididos por mujeres)  o incluso otros con una sanidad bastante más limitada que la nuestra como Grecia y Portugal, pero con mucho mejores resultados, nos puede  dar bastantes pistas de que otra historia de la  crisis era perfectamente posible. Juzguen ustedes. (…)

 (…)Lo más difícil de todo es elegir la peor torpeza del Gobierno durante la gestión de la crisis. El catálogo es tan extenso que la elección es ardua. Ya hay motivos suficientes para saber que cuando se disipe la niebla de la confusión y podamos mirar con sosiego el paisaje después de la batalla aparecerán a la vista destrozos tremendos. Reacción tardía, problemas de pardillez en el abastecimiento de los equipos de protección, falta de test, compras equivocadas de material defectuoso, improvisación administrativa, gobernanza unilateral, ineptitud informativa… El pliego de cargos es inagotable. Y sus consecuencias, demoledoras. España es el segundo país del mundo con mayor ratio de muertos por 100.000 habitantes y el primero en contagios entre el personal sanitario. No hay balance de gestión que sobreviva a esas dos piedras de molino colgadas al cuello.

3 
 (…) El coronavirus nos ha dejado medio tontos, somatizados, sin capacidad de respuesta, ni de crítica.
El miedo, la desinformación, la acumulación de información, alguna limpia, otra manipulada, otra falsa, nos ha dejado confundidos. Alguien de modo interesado está anulando la capacidad de reflexión propia, nos creemos todo lo que nos cuenta el Gobierno, los panfletos que vemos en páginas públicas que no siempre se ajustan a la veracidad, las autoridades políticas nos quieren ver dormidos.
Al principio todos los ciudadanos colaboramos con las autoridades sanitarias y públicas, con la necesidad de seguir el confinamiento, de no salir a la calles, por nuestra seguridad, nuestra mejor vacuna era el aislamiento social, y así cumplimos todos, obedecimos 15 días, más otros 15 días, más otros 15 días.
Mientras tanto, el equipo de expertos del Gobierno cada día nos va contando los muertos en voz alta. Nos van mintiendo a la cara con los datos, que ahora se computa así, que no habíamos contabilizado lo del fin de semana, que las Comunidades Autónomas no siguen los  mismos parámetros...
… Pero además el Gobierno no quiere que nos quejemos. Menudo lío mediático hemos tenido esta semana con las fake news y la intención del gobierno de controlar las críticas.  El Gobierno quiere decidir lo que tu debes leer, lo dice el último CIS preguntando y confundiendo. No he visto antes mayor manipulación política de una institución pública. Todo ha sido un desastre pero si lo criticas pasas a formar parte de la lista de los “infectados”, te bloquearán en las redes sociales y te llamarán facha. Los sectarios siempre actúan así. Pero en mi caso estoy tranquila, critiqué la ley mordaza y ahora critico que nos quieran acallar detrás de una situación de anormalidad.
Pero hay más cosas raras que se contemplan en este estado de alarma que no está siendo tan efectivo como en otros países pese al excesivo confinamiento y que nos traerá unas desastrosas cifras en la economía.
Te indican a través de páginas oficiales guías de conductas prohibidas que no se ajustan al decreto de alarma. Te prohíben más acciones de las legalmente prohibidas.
Se cubren con una orden ministerial acciones o conductas que deberían tener un formato legal de mayor rango.
Se ampara bajo el estado de alarma acciones o restricciones que son propias de un estado de excepción que limita derechos pero a su vez dichos límites estarían  más garantizados.
Se está ejerciendo la arbitrariedad desde los poderes públicos. Se impide el derecho de culto católico en las catedrales donde hay espacio de sobra para respetar veinte veces la distancia de seguridad pero se permite en alguna ciudad de Tarragona el culto musulmán.
Como si fuéramos niños, nos van enseñando las golosinas poco a poco, no sea que nos empachemos, y nos entregan la información que quieren al “son” de sus tiempos.
…Esconden las responsabilidades políticas tras el parapente de los “expertos”. Se cobija bajo la situación de anormalidad restricciones a la transparencia en un momento que es más necesaria que nunca.
Se suspende acciones y plazos pero no todos...depende de colectivos, si los afectados por la norma son posibles votantes de izquierdas o si son sectores que ellos pueden pensar que son “conservadores”.
…Muchas cosas raras al amparo de nuestro miedo. Es como si nos hubieran anestesiado pero después de mes y medio o seis semanas empezamos a ser menos comprensivos y más astutos... empezamos a despertar. (…)
4 
 (…) Con el virus, el miedo se ha extendido. Sabemos que ella es una pobre consejera y causa mil males. La historia nos enseña eso; la ciencia política nos preserva de eso.
…Pero no todos los estados miembros de la UE reaccionaron de la misma manera. Si casi todos han favorecido la vana retirada nacional, en ausencia de un paraguas europeo común, los caminos que han seguido difieren según el grado de confianza en los gobernantes, la eficiencia del aparato estatal, el nivel de consenso social y político.
Los países de mala fe agregaron más transparencia, aumentando peligrosamente la ansiedad de los ciudadanos, arrullados de noche a mañana por las estadísticas de muerte. Además, lo dejaron en manos de los científicos, que seguían destrozándose para describir cómo combatir un virus que no conocen. Finalmente, querían mostrar que estaban actuando imponiendo medidas coercitivas severas, que los parlamentos realmente no han deliberado, lo que se suma a la insatisfacción y la preocupación por las libertades.
Los estados miembros en los que las políticas públicas operan más armoniosamente han sido al mismo tiempo más modestos, menos expresivos y mucho más efectivos. En estos países, la acción de las autoridades públicas generalmente asocia, sin prejuicios, lo público y lo privado que se apoyan mutuamente. Organiza una competencia saludable, incluso en el sector de la salud. No le teme al debate entre la autoridad central y los poderes descentralizados. Estos son regímenes en los que el poder se divide deliberadamente, se comparte sistemáticamente tanto a nivel nacional como a nivel local.
El resultado es muy positivo en tiempos de crisis. Estas sociedades son más pacíficas, no les gusta el conflicto y se esfuerzan por buscar siempre el consenso. Su relativa paz social y política se convierte en un activo precioso.
Porque estas cualidades y estos defectos no tienen nada que ver con las divisiones norte-sur o este-oeste de Europa. Vienen de las instituciones de cada país, de sus tradiciones, pero también de la modernidad de sus debates políticos. Esta diversidad ha dado una vez más una mala imagen de Europa, decididamente poco centrada en la unidad y la solidaridad.
Para hacer frente a crisis de esta naturaleza, sería aconsejable que los europeos las examinen dos veces. Estas diferencias nacionales han demostrado que nuestros gobiernos ya no pueden resistir estos miedos solos y a largo plazo. Salir del confinado desorden tendrá un precio que se sumará al de una crisis económica causada por las reacciones nacionales al miedo. Miedo a los encargados de ser criticados o incluso juzgados, miedo a que los ciudadanos se contaminen.
Algunos han suspendido las libertades en proporciones con las que muchos regímenes totalitarios soñarían, los parlamentos borrados, la capacidad de ir y venir impedida, la vida social interrumpida, la actividad económica suspendida. Para otros, más limitados por su historia, sus constituciones y sus leyes, la presión del miedo no fue menor; los empujó a cerrar las fronteras y cultivar un discurso cuasi nacionalista que saben que es contrario a sus intereses. Las democracias europeas siempre han privilegiado y garantizado las libertades individuales que forman parte de su identidad. Juntos, pueden tener una fuerza más silenciosa y razonable, más capaces de contar en el gran juego de poderes que luchan por la supremacía.
Actuar juntos, a nivel europeo, en torno a instituciones comunes en fase directa con los ciudadanos, los habría liberado más fácilmente del miedo, permitiéndoles actuar probablemente de manera más efectiva, pero sobre todo con más medida. Los ciudadanos podrían entonces haberse apropiado más de este espacio político, cuya principal virtud debe seguir siendo la de no ceder nada de sus principios a los miedos y las fantasías(…)

No hay comentarios:

Publicar un comentario