lunes, 4 de abril de 2016

Retos presentes de ayer y mañana, para Valencia



Con motivo de un viaje he podido constatar lo que la sociología y su aplicación a la Ciencia de la Administración  viene diciendo sobre la necesidad de estrategias de prospectiva en las decisiones públicas.  Leímos no hace mucho que muy pronto, el 80 % de la población europea vivirá en áreas urbanas lo que incrementara los episodios de alta contaminación y otros problemas trasversales. Ya existen unas 65 ciudades globales (mundiales o Alfa) según el GAWC (Grupo de Estudios sobre Globalización y Ciudades Mundiales)  de la Universidad de Loughborough. Estas ciudades se caracterizan por;
·      Conocimiento a nivel internacional de la ciudad.
·      Influencia y participación en eventos internacionales y aspectos de importancia mundial o ser sede de organismos internacionales.
·   Ser centro de una gran conurbación y poseer una población en el área metropolitana suficientemente grande.
·      Tener un aeropuerto que funcione como un hub internacional.
·      Tener un avanzado sistema de transporte dentro de la ciudad y con otras ciudades.
·      Tener una infraestructura avanzada en el mundo de las telecomunicaciones.
·      Que sea una ciudad cosmopolita.
·      Tener un ambiente cultural propio
·      Ser sede de diversas empresas de nivel internacional y actividades  que la definan como una importante ciudad de negocios.

En el workingpaper del GIGAPP 2016 La Administración Pública del Futuro: La Administración “2050”, presentado por Carles Ramió se manifiesta que La Administración pública es una variable totalmente dependiente de otras como la economía, la política, la tecnología y la evolución de la Sociedad y como tal hay que analizarla. La Administración pública debe adaptarse rápidamente a las transformaciones de otras variables la economía, de la política, de la tecnología y de la sociedad pero a la par conducir y condicionar la evolución del resto de las variables más significativas.
Dentro  de los cambios sociales como variable de transformación, la Administración Pública tiene que preparase, en lo que ahora nos ocupa, ante el  reto de un mundo más global y más local, la sobrepoblación y  el colapso medio ambiental. 
Con Ramio hay que añadir en esto la probabilidad  que las instituciones estatales  o regionales de los países medios y pequeños vayan perdiendo protagonismo a favor de futuras  instituciones globales o macro regionales ya favor de las instituciones locales.
Así dos terceras partes de la población mundial de 2050 van a vivir en las grandes ciudades yen sus respectivas áreas metropolitanas. Basta con mirar el censo actual de estas 65 ciudades globales Las administraciones de estas grandes ciudades serán el  referente  de buena  parte de la ciudadanía, que minusvaloraran a las estructuras federales o regionales,  y mutando estas a una suerte de macrorregiones urbanizadas.
Cuando se reflexiona sobre esa pretensión de poner a Valencia en el mapa creyéndose con requisitos  propios de Ciudades globales o Megaciudades sin tener las características de estas, da la sensación de quienes así lo decidieron no disponían del conocimiento suficiente, pues los resultados ya son conocidos. Nada ha resultado sostenible. Esta semana ha sido en The Economist, quien ha puesto a Valencia en el mapa, por aquello de la corrupción  y que en  la prensa extranjera no son nuevas pues antes fueron  Le Figaro,The New York Times, BBC,  Al Jazeera, NHK , SAT-1, France-2 o el Frankfurter Allgemeine Zeitung. En el viaje que he tenido a una ciudad global, España les sonaba Madrid y Barcelona pero Valencia a alguno que había trabajado cerca.
Felizmente Valencia ha logrado esta vez colarse en el top mundial de las mejores ciudades para estudiantes universitarios, de 75 ocupa el puesto 70, la capital madrileña está en el puesto 22 de todo el mundo y la catalana, en el 30. Madrid 0cuoa como ciudad global el puesto 17 mientras que Barcelona el 26, y Valencia no lo es, no obstantes sus múltiples bondades y su historia.
Superados los delirios, me parece que hemos de reconceptualizar la ciudad sobre la idea de ciudad compacta, la mirada definitiva al mar - como Barcelona lo hizo en su día - y su conexión mas sinérgica  con su área metropolitana y los barrios marítimos, y esto es una gran oportunidad terminar la obra del metro, uno de los fiascos más graves que hemos padecido.
Precisamente la entrada que inauguro este blog en el año apostaba (Oportunidades y modelos para Valencia como gran ciudad) por  las reformas institucionales metropolitanas (RIM) en el marco de la UE y  frente al monopolio de lo político, la implicación e interacción de los actores políticos y económicos, Entonces nos referimos a las ideas de ciudad compacta y difusa, al libro de Rojas Marcos  La ciudad y sus desafíos en cuanto a la capacidad de interrelacionarse con el otro ciudadano y el bagaje que teníamos históricamente como ciudad euro mediterránea
Ya anticipamos entonces (mayo de 2004) sobre las consecuencias de los caciquismos políticos y sus productos  partisanos  y de intereses y ya vemos  lo que ha sido de aquel  proyecto Valencia 2015 como gran ciudad, para el            que sugeríamos una gestión concreta por metas, de la sinergia con otras Administraciones y de una coordinación de todo su conjunto si quiere ver cumplidas sus aspiraciones de ser ciudad verde y abierta al mar, internacional europea y mediterránea, cultural y solidaria, etc...
Vino  la Copa América y demás delirios y se tragó aquel  proyecto Valencia 2015  que hubiera estado bien sin necesidad de   estar contemplada en el GAWC, pero esperemos pronto otros objetivos a medio plazo, entre  los que deberían estar la ausencia de los males que  se anuncian.

(Cfr. http://jpinazoh.blogspot.com.es/2009/03/desafios-para-valencia-como-gran-ciudad.html)

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