El motor científico precursor del movimiento de las ciencias de
política fue una forma de conductismo multidisciplinario, como reacción a los
estudios sociales y jurídicos de los años
veinte y treinta. Frente a al
análisis formalista, legalista, meramente descriptivo - tan dañoso para la Ciencia
de la Administración - la respuesta fue
el conductismo multidisciplinario, cuyo punto de arranque era la conducta
humana, la acción individual, cruzando fronteras entre las disciplinas, ante
los diversos determinantes interconectados: políticos, legales, sociales,
económicos y psicológicos, llegando incluso a una metodología ecléctica. La
lingüística, la sociología, la
antropología, el derecho, la psiquiatría y la geografía, bajo la inspiración del pragmatismo de John Dewey, buscaron
integrara la filosofía y los asuntos
públicos,interesándose en la reforma política, la democracia, la educación y el
bienestar económico y social. De tal manera que la intervención pragmática sobre estos
asuntos requirió de un análisis adecuado. El Departamento de Ciencia Política
en la Universidad de Chicago,presidido por Charles estimuló y coordinó la
colaboración interdisciplinaria en su universidad y fundó el Consejo de
Investigación en Ciencia Social.
En 1945
publicó su obra Políticas Sistemáticas, y representaría el
símbolo del pragmatismo conductista,
compartiendo la visión de la
ciencia social como la herramienta que permite la planificación de un gobierno positivo en un sentido liberal y
humanista, sin conflicto entre ciencia y
democracia. Merriam consideraba necesaria la producción de conocimiento
utilizable, es decir, consideraba que la ciencia debía estar al servicio de la
humanidad aparecería como el
"hombre de conocimiento y hombre de acción", con un propósito de establecer relaciones
fuertes entre la Universidad y la Administración Pública, llegando a presentarse a
la alcaldía de Chicago en dos ocasiones, o en sus recomendaciones desde la
Comisión Brownlow para hacer más competente la gestión de la administración
federal norteamericana y su apología a la ciudadanía activa.Como otros
contemporáneos suyos, este autor considera que la aportación desde la ciencia
de conocimiento aplicable mejoraría el desempeño administrativo y acción
gubernamental del Estado, generando un “buen gobierno” o un “gobierno
ilustrado”.
Dewey y Merriam fueron los prolegómenos intelectuales previos
a la Segunda Guerra Mundial, fueron la base de una infraestructura ideológica
en el campo de las políticas que, al cristalizar en el pragmatismo de los
programas programas del New Deal, aumentó la confianza en la aplicación real de
la ciencia social. (Muy señalado ha sido el caso de TVA-Tennessee Valley
Authority Act de 1933, que hoy supone la mayor empresa pública de energía de
los EEUU).
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