He venido señalando
algunas reticencias a la transparencia como un fin en sí misma, y no un medio
para conseguir mayor confianza en la
dirección política gubernamental. También he señalado que la transparencia, el
O-GOV acaben siendo meras modas administrativas que no generen valor público, y
en todo caso un negociete más para
consultoras y arribistas, como sucedió en su día con el TQM,EFQM, ISO 9000,IWA
4 Citizen Cards,… que pueda dar lugar a comportamientos administrativos tipo
Garbage Can.
Sin que ello suponga
una descalificación total de la innovación y mejora de dichos instrumentos para
la optimización organizativa, se trata
de no incurrir otra vez en el error de dedicarse en exceso al medio, y convertirlo en un fin, de tal manera
que no hagamos lo importante; la gestión de lo público.
Se trata de no poner
el cartel de “no podemos antenderle porque estamos analizando cómo atenderle, la
calidad de esta atención y cómo ser más transparentes”.
Sin duda la
transparencia coadyuva a una mejora del sistema pero hay que relativizar sus
efectos. Así la investigación Linking
transparency, knowledge and citizen trust in government: an experiment, obtuvo
el premio al mejor artículo de la Revista Internacional de Ciencias Administrativas
en el año 2012, demostrando que por medio de una investigación empírica que;
El vínculo entre la
transparencia y la confianza en una organización gubernamental está determinado
por una combinación de conocimientos y sentimientos.
- El efecto global de la transparencia es limitada.
- Las ideas preexistentes y fundamentales acerca de lo que hace el gobierno y si es benigno o no son mucho más determinante que una sola experiencia con una organización gubernamental.
- El conocimiento acerca de los resultados de rendimiento es sólo una parte de la relación entre la transparencia y la confianza,
- Aspectos más realistas acerca de los efectos de la transparencia debe ser desarrollado.
- La magnitud de la transparencia en la confianza de los ciudadanos en el gobierno es a menudo exagerada.
- Siendo la transparencia necesaria, sin embargo, los profesionales de la gestión deben desarrollar expectativas realistas acerca de lo que realmente puede lograr la transparencia para la confianza en el gobierno.
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