martes, 23 de septiembre de 2025

El análisis holístico de la “acción pública” (7): Insuficiencia de las Ciencias de políticas para un análisis de la acción pública

 Estamos en un momento histórico universal en la que no sabemos si tenemos soluciones adecuadas para afrontar los problemas, a pesar de su dificultad o incluso de la resistencia por quienes se aprovechan de ellos.

Incluso en nuestro país la DANA, los incendios de este verano, la inmigración, la droga, o la vivienda, ponen en cuestión si la gestión pública es la debida, bien por sus actores o por sus instrumentos. Tal vez el enfoque de políticas no sea el único y nos referimos al laswelliano como de la orientación a las políticas como el canónico.

Veamos unos datos y pensemos si esto es materia de políticas o de la política en un sentido holístico y exhaustivo o requiere algo mejor o mayor.

Desde 1995, la parte de la riqueza global que poseen los multimillonarios ha aumentado del 1% a más del 3%.

La variación interanual del PIB de 2025 en España fue del 2,8%. El dato es bueno, pero se compadece mal de la noción de desarrollo, utilizada para valorar las condiciones materiales de vida y progreso social mediante variables como la escolarización infantil, la calidad en los servicios de educación y sanidad, las tasas de paro y de empleo, el nivel de pobreza, el acceso a la vivienda, el grado de corrupción, etc. Cfr. Manuel Sanchis i Marco,    El crecimiento en España, una quimera de los datos. El Mundo, 04.07.2025.

Responden las actuaciones   gubernamentales a la propuesta actual de buen gobierno, que requiere que el gobierno ejecutivo sea; a) políticamente responsable y b) capaz de formular e implementar políticas públicas sustantivamente valiosas. Y estas dos exigencias solo se satisfacen si el ejecutivo incluye un cuerpo funcionarial de carrera separado, aunque subordinado al gobierno (Aucoin, P. (1995): The new Public Management: Canada in comparative perspective, Montreal, Institute for Research on Public Policy, p. 81).

Parecen seguir como válidas estas definiciones descriptivas o prescritivas dichas por académicos de la arena politológica dichas sobre la realidad político-administrativa de finales del XX y principios de este XXI. 

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*    (…)La Política Pública surge del sistema político del Esta do desde una perspectiva racional y de bienestar, en el marco de una orientación política, administrativa y normativa, que lo caracteriza, mediante el cual se hace un esfuerzo importante para resolver los problemas sociales, económicos y productivos; por lo tanto, se convierten en el instrumento de la actuación de Gobierno, sea central o local, que debería tener como objetivo final, la corrección de desigualdades generadas por aspectos endógenos a la economía y que a su vez deben de colaborar en el desarrollo de los sectores productivos y de la sociedad como un todo. En principio, la política debe responder a un comporta miento propositivo y planificado para lograr impactar de manera positiva a la sociedad y los sectores pro ductivos, para lo cual, se requiere un adecuado diseño de la política, que se da en forma general de manera colectiva, y en el proceso de ejecución; se debe de tomar en cuenta una serie de relaciones económicas y sociales que requieren ser articuladas en cuanto a intereses, estilos de gestión y acciones a realizar (…) Cfr. Shirley Benavides Vindas (2017) Política Pública: algunos conceptos a considerar en el análisis’,ICAP-Revista Centroamericana de Administración Pública (72)114.

 

*   La situación de desatino político en Europa  ha sido expuesta por  autoridades intelectuales de fuste con diversas expresiones a destacar por su suficiencia;  (…)“No hay evidencias convincentes sobre la disposición o capacidad de responsables políticos para convertirse en gestores estratégico”, Lo mejor que puede decirse sobre los modelos de reforma a los que se acogen los políticos es que su validez no está demostrada; Existe una fuerte necesidad de contar con un modelo más realista sobre el rol que los políticos pueden y deben desempeñar en la dirección del aparato estatal; Los modelos tradicionales no es que sean tanto incorrectos como inadecuados para los tiempos actuales;  La preparación de los políticos para el desempeño del cargo público ha sido en muchos países un área abandonada por las reformas. La desconfianza hacia ellos puede sustentar razones democráticas sólidas para hacer de su preparación un punto fundamental del debate público (…). Cfr. Pollitt, C.-Bouckaert, G. (2010): La reforma de la gestión pública: Un análisis comparado, Madrid, INAP.

 

*   (...) ¿Qué se supone que deben hacer los políticos en este desafiante nuevo mundo? ¿A qué se dedican nuestros representantes electos? En este sentido, tenemos que ser bastante cuidadosos, ya que la teoría gerencial que se ha importado del sector público durante los últimos veinte años dibuja a los políticos como estrategas que fijan objetivos generales y definen los valores dominantes, dejando después el rumbo de la nave en manos de los gestores. Esta visión siempre me he parecido poco realista, y contraria tanto a la evidencia científica como a mi propia experiencia. Los políticos ni quieren ni están preparados para ser super planificadores, no están preparados ni quieren apartarse de los detalles organizativos; de hecho, parece existir un imperativo político que exige parecer implicado cuando las cosas van mal -los desastres son siempre organizativos, nunca doctrinales- (...) Cfr. Pollit, C. (2007). “Hacia una nueva teoría de la Administración Pública: Algunos comentarios sobre la 5ª conferencia Braibant de Jocelyne Bourgon”, RICA,73(1),41.

 

*    Hood en El juego de la culpa aborda el fenómeno de la evasión de la culpa, juego de acusaciones, o dinámica de pasar culpas y las estrategias posibles para evadir acusaciones, con estratagemas de altos funcionarios dignas de un manual de evasión o una sátira cargada de humor negro con ejemplos concretos anecdóticos de responsables de comunicación de personajes de esta época. Los funcionarios o actores de nivel medio tienen también una serie de estrategias posibles para repartir o dispersar las acusaciones tanto hacia sus superiores como hacia los equipos subordinados y, cómo no, también los funcionarios de ventanilla utilizan estas maniobras y lo hacen lanzando la culpa hacia arriba en el organigrama o culpando al manual de procedimientos. (Hood, C. (2011): The Blame Game: Spin, Bureaucracy, and Self: Preservation in Government, Princeton University Press.

 

*  (…) Para alcanzar un mundo mejor, tenemos primero que desarrollar la capacidad de gobernar a partir de las actuales deficiencias y necesidades… si nos limitamos a seguir con más de lo mismo no será posible adecuar la capacidad de gobierno a las exigencias producidas por las transformaciones globales… A la hora de plantear reformas, hay que estar dispuesto a “pensar en lo impensable", pero respetando siempre los hipervisores de la democracia y la dignidad humana… la ideas vertidas sorprenderán a quienes están acostumbrados  a las obviedades políticas y los eslóganes que impregnan buena parte del discurso público contemporáneo (…) Cfr. Dron, Y. (1994): La capacidad de gobernar. Informe al club de Roma. Madrid, Galaxia Gutemberg-Círculo de Lectores, p. 13.

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