lunes, 22 de agosto de 2011

Bueno,bonito y barato

En las entradas de 5 de enero de 2010 ‘Repensar planteamientos en la gestión pública de hoy’ y en la de 23 de junio de 2010 ‘Propuestas para la crisis en el sector público’, señalé la necesidad de ordenar el sector público local y autonómico valenciano, conocidas las disfuncionalidades de la praxis administrativa derivada de ellas. Concretamente dije que “en nuestra comunidad valenciana se echa de menos una regulación ad hoc del denominado sector público. Precisamos de una suerte de ordenación normativa tal y como se ha hecho en la administración estatal con la LOFAGE y la Ley de agencias. No necesitamos técnicas gerenciales del sector privado sino directivos públicos formados en gestión pública además de sus áreas específicas de intervención”.
A mí me parece que este caos ha hecho que nuestra comunidad haya sido todo muy bonito, dando ocasión y lugar para fomentar la amistad que deriva de la sana practica del clientelismo, el amiguismo y el nepotismo.
Al nuevo gobierno valenciano parece que no le resulta tan bonito el estatus anterior que pretende reformar con el anunciado anteproyecto de ley del Gobierno y del Sector Público. La ley de 1983, como ha sucedido con otras normas autonómicas se va a ver fundamentalmente reformada, en lo que hace a que todo ya nos sea tan maravilloso y sobre todo para que algunas realidades se regulen. Se anuncia nuevas sobre los contratos blindados – prohibidos en la AGE desde hace bastante tiempo - ,equiparación de salarios en los directivos, publicación anual de plantillas, control de la gestión por la Consellería de economía , supresiones y fusiones de entes, regulación de las Agencias, normas para el personal laboral. Pero sobre todo, por fin se ha reconocido la necesidad de un marco general unitario y armonizador de las reglas de funcionamiento siguiendo el esquema ‘one size fits all’
Sea muy bienvenida la iniciativa, parece que empezamos a gobernar, pero muy largo me lo fías, señor. Dos años para esta tarea me parece mucho aunque sea comprensible dado el caos que me temo exista. No hay mucho tiempo, vista la situación de las arcas públicas y que a pesar de los cantos de sirenas en dos años apenas se han suprimido siete entidades, existiendo ahora un total de 130. Espero que no se trate de otra treta gatopardista, y el final sería muy feliz si en esta reordenación se depuraran responsabilidades de todo tipo, pues seguro que en dos años da tiempo para pedir la opinión a la Sindicatura de Comptes o la Fiscalía sobre algún por menor no aclarado por gestores.
Ya señale la necesidad un sistema coherente y racional entre el modelo de empleo público y la configuración de la organización administrativa. Espero que todo se complemente con una Dirección Pública Profesional, y que la gente del partido inepta a estos efectos, se dedique a organizar mítines y demás expresiones culturales e ideológicas muy legítimas
Más vale tarde que nunca. Si a partir de la nueva ley ya no será todo tan bonito, quizás, sí mas bueno y barato.

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