viernes, 14 de mayo de 2010

E-Administración, neoburocracia y McDonaldización

Opinión, Las Provincias, Viernes 14 de mayo de 2010.

El pasado 21 de abril de 2010 en el salón de actos del Ilustre colegio de abogados de Valencia tuvo lugar una jornada sobre “temas de actualidad en derecho de las tecnologías de la información y las comunicaciones”. En ella tuvo espacio una mesa redonda sobre la Administración electrónica, que es una innovación administrativa y jurídica desde el 1 de enero de este año. En la misma se debatió sobre la sede electrónica, las relaciones con la Administración del Estado y la autonómica, la firma digital, la interoperabilidad, y los derechos frente a una Administración de 24 horas.
La E-Administración es un medio para el llamado Open Government a través del mecanismo Administración 2.0 que permite la interacción de los usuarios partir de diferentes aplicaciones web. El O-Gov representa un modelo de Administración abierta en la que lo relacional cobra un principal protagonismo. Apertura e interacción con la ciudadanía, las demás Administraciones u otras organizaciones es la clave de bóveda de esta Administración en red. Desde esta perspectiva, no es sino otro medio para un modelo de gobernabilidad en gobernanza que supone una implicación activa de la ciudadanía en los asuntos de la comunidad.
Igualmente responde a la modernización administrativa, como un cambio en las Administraciones Públicas, tendentes al ajuste estructural, organizativo y funcional a las demandas del entorno social, mediante la incorporación de TICs para adaptar los órganos administrativos a las demandas de los ciudadanos en términos de mayor eficacia y eficiencia.
Pero lo más paradójico es que aporta un nuevo mecanismo a la predictibilidad en la actuación administrativa basada en la racionalidad burocrática y constituye uno de los elementos del Estado Neoweberiano, junto a las propuestas de modelos de gobernanza mas democrática y participativa.
El Estado racional, descrito por Weber supuso el soporte filosófico, sociológico y jurídico para la Administración Pública tradicional que funcionó conforme las características burocráticas de permanencia, jerarquía, verticalidad, impersonalidad control, neutralidad,… constituyendo los rasgos esenciales del Estado administrativo moderno occidental. En otras palabras, la dominación legítima de tipo legal-burocrático con la separación del cuerpo administrativo, de los medios materiales de administración, proporcionó al capitalismo industrial las oportunidades de su desarrollo, gracias a la burocracia profesional y a un derecho estatal garante de la seguridad jurídica, que hizo en definitiva, posible la predictibilidad en la acción del Estado. La dominación carismática y tradicional paulatinamente fue dejando paso a la dominación de tipo legal burocrática, quedando las primeras para espacios más bien privados.
Tras el fracaso de la Nueva Gestión Pública (NPM) como paradigma de actuación administrativa acorde con el auge del neoliberalismo desde los ‘70 y como alternativa al modelo de Estado-Administración burocrático, nos encontramos con la paradoja de que con la E-Administración hemos llegado a las más altas cotas de predictibilidad mediante instrumentos burocráticos nuevos en los que la máquina sustituye al hombre en buena parte del hacer administrativo burocrático.
El ‘Estado neoweberiano’ es un híbrido todavía por terminar que combinará los elementos del funcionamiento burocrático con los principios de la economía y de las nuevas formas de gobernanza. Además de eficiencia económica supone un gobierno activo, respetuoso con la legalidad y la transparencia, profesionalización del servicio público, modernización administrativa y sobre todo una mayor participación ciudadana en la ordenación de la polis.
Entre otras cuestiones la crisis económica revela que en la ecuación final falta por resolver qué tipo de Estado democrático y social se va a configurar para este neoweberianisno, dado que los postulados del Estado de bienestar keynesiano ya no se dan. Un estudio de la Comisión Europea de 1995 que refleja que entre 1975 y 1995, mientras el volumen de la riqueza producida en los países miembros aumentó el 80%, el empleo total sólo se incrementó el 9%. Si el pleno empleo no es ya sino una utopía, habrá que repensar de dónde se obtienen los recursos para financiar el bienestar de los empleados y el malestar de los parados.
ritzer en The McDonaldization of Society (1996) opina que no nos dirigimos hacia una posburocracia, sino hacia una re-racionalización de la tradicional burocracia weberiana, denominada McDonaldización que ofrece a productores y consumidores un marco de eficiencia, calculabilidad, predictibilidad y control tecnológico. Ésta nos conduce a la misma ‘jaula de hierro’ de las que nos advertía weber en la que los individuos pierden toda posibilidad de control sobre sus vidas como sobre el sistema social donde éstas se desarrollan, con el consabido déficit democrático.
El fin de semana después de ir al cine o a los centros comerciales acabamos en un McDonald o similar, comiendo productos hechos en serie, que difícilmente podemos cambiar al gusto. Y esto se repite con la telefónica móvil, las televisiones, los automóviles, los Ipods, internet … y además, podemos interactuar con la Administración. Ahora el ciudadano puede predecir sus actos y movimientos con la firma digital, el teléfono móvil, el GPS, la cita previa con el añadido de que la postmodernidad nos ofrece mayores dosis de expectativas, certezas y seguridad jurídica, que aquella propia del Estado racional de Weber de principios del siglo XX.
¿Morirá la postmodernidad de un empacho burocrático, como nos avisan películas del corte War Games o Terminator? Este es el jing-jang de las tecnologías.

1 comentario:

  1. En México las tecnologías aplicadas a la Administración Pública se encuentran en sus inicios como un país en vías de desarrollo tenemos municipios que se desconoce estos grandes cambios tecnológicos y se deben modernizar. Lic. Víctor A. F.

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