domingo, 1 de mayo de 2016

Gestión Pública y actualidad (1)



En la entrada referente al después de la Nueva Gestión Pública se ofreció una pincelada sobre el finiquito definitivo  o no de la NPM al hilo del foro Research Gate.  En un difícil esfuerzo de sistematización histórica me atreví  en Administración Pública y Gobernabilidad (2013) a  señalar que   entre  1980 y 2008 fue en general la etapa del 'New Public Management (NPM)', ante  las iniciativas de reforma administrativa de primera y segunda generación de los organismos internacionales sobre la crisis del Estado del bienestar iniciadas entre los ’70 y  ’80.   Desde 2008 hasta el presente nos encontraríamos en un interregno de 'Deconstrucción Político-Administrativa', caracterizado por las soluciones drásticas, continuas y expansivas de reducción de la organización pública para ajustar financieramente la prestación de los servicios públicos y a la par coincidente con la búsqueda de un nuevo paradigma muy incierto y desideologizado pero anclado en una deconstrucción shumpeteriana no sólo administrativa, sino también político-institucional.
Este es seria  el locus científico del presente en nada ajeno a las ideas de modernidad liquida y de comienzo de una nueva era histórica en la que la arquitectura institucional y los conceptos e ideas imperantes va a sufrir redefiniciones o reconceptualizaciones que sin duda influirán sistémicamente en la  Administración Pública, por mor de ese rol indefinido que supone el binomio Estado-Administración. Reforzábamos esta idea con la afirmación del historiador Paul Kennedy   especializado en la relaciones internacionales, al sostener que ya  hemos cruzado una línea divisoria histórica con el comienzo de una nueva era histórica debido a la disminución del peso del dólar, la desintegración de los sueños europeos la carrera armamentística en Asia y la parálisis de la ONU.
Estas opiniones deben ponerse con otras posiciones al respecto; en el año 2005 se anuncio por Dunleavy la muerte de la NPM en beneficio de la governanza digital, si bien en 2010 se contraargumento por De Vries que, aun en dificultades, la NPM aun sobrevivía. De su parte Peter en 2010 y Lynn, ya  en 2005,    sostuvieron una síntesis entre formas antiguas y de la NPM
En el último estudio comparado  sobre la reforma administrativa  -el caso belga y su reforma ‘Copérnico’ (INAP,2015) -  se muestra como las limitaciones institucionales, organizacionales y culturales han influenciado en los propósitos reformistas y  nos advierte de las posiciones de la ciudadanía a tomar con respecto a la Administración Pública en términos – expresos por el autor - de Hirschman quedarse (aceptación silenciosa del status quo) o salirse(desinterés de la res publica)  (Drumaux, 2015).  Nos resulta de extremado interés lo referente al papel de las consultoras  privadas consideradas como ‘nuevos mercaderes del templo’  y en especial lo referente a  la oportunidad del criticado BPR (Reingeniería del Proceso de Negocios) como pertinente instrumento de modernización administrativa (Nachtergaele,2015). 
Con esta referencia  simplemente es oportuno llamar la atención de que la NPM no ha sido más que gatopardismo, negociete y nicho de corrupción para muchos, pero poco de  ciencia y de novedad. La deconstrucción opera sobre todo en  el modelo de Administración Pública Tradicional (APT) o de Estado Administrativo y es significativa a partir de la crisis del 2008,como desvela el estudio COCOPS.
Las mejoras atribuidas a la NPM en su modalidad neotaylorista, han fracasado en su pretensión de  hands on gerencial y lo que ha sido mejorado, inequívocamente debe atribuirse a una rerracionalización de la burocracia instrumental por mor de la modernización tecnológica y nuevos usos social-organizativos. Neoburocracia, neoweberianismo, nuevo habitat, o descripciones equivalentes.  La innovación que se espera de un nuevo paradigma post APT/NPM está por llegar y las disfuncionalidades de la burocracia publica aun por resolver.

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