Para más lobos, en la dinámica
descrita, el Gobierno nacional se propone lograr un cuerpo de funcionarios
austero y eficiente que sea un valor competitivo para nuestro país, creando una
nueva cultura organizativa, con un nuevo
sistema de medición de resultados y evaluación de rendimientos (EBEB
Resurrexit).
Otro lobo anda suelto pues también el último Consejo de
Ministros ha aprobado el Reglamento de los procedimientos de despido colectivo
y de suspensión de contratos y reducción de jornada, desarrollando la Ley del 6
de julio de 2012, de medidas, y en concreto la
Disposición Adicional vigésima del Estatuto de los Trabajadores,
afectante al personal laboral del sector público. Ahora sólo para este
colectivo en el caso de las empresas del sector público, entidades o sociedades
mercantiles en cuyo capital participe mayoritariamente el Estado, se aplicarán
las mismas causas y procedimientos que den lugar a despidos colectivos
previstos con carácter general para las empresas del sector privado.
Con un procedimiento específico en el que será
necesario un informe previo y vinculante del órgano competente en materia de
función pública, además de la intervención de la autoridad laboral y la Inspección de Trabajo y de la Seguridad
Social. Se exigirá también más documentación justificativa, ya que el
procedimiento se iniciará por escrito y deberá acompañarse de documentación
justificativa exhaustiva sobre las causas que lo motivan, entre la que se
encontrarán los presupuestos del organismo y las oportunas certificaciones.
Como ejemplo de que lobos de esta camada ya andan por
los pastos, parideras y corrales y que estos no salen cazados como en el cuento
puede verse que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (sentencia
de 25.10.2012) ha dado luz verde al ERE extintivo acordado por el Ayuntamiento de Estepona que
se ha llevado por delante a 176 trabajadores. La Sala estima la difícil
situación económica y financiera, ante el
desequilibrio presupuestario, la ausencia casi total de
autofinanciación y la existencia de una importante deuda fuera del
presupuesto, superior a los 165 millones de euros, otrosí de una estructura municipal sobredimensionada.
En fin ya ven que hay lobos para todos y ahora sí que viene de verdad, pues para otros
colectivos hace tiempo que este lobo ibérico – se decía en extinción - anda a
sus anchas. El caso es que cuando mis hijos eran pequeños veían habitualmente Pedro y el Lobo (el de Prokófiev, claro)
¡ Es verdar que dan ganan de llorar ¡
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