domingo, 28 de octubre de 2012

Pedro y el Lobo (y 3)

Para más lobos, en la dinámica descrita, el Gobierno nacional se propone lograr un cuerpo de funcionarios austero y eficiente que sea un valor competitivo para nuestro país, creando una  nueva cultura organizativa, con un nuevo sistema de medición de resultados y evaluación de rendimientos (EBEB Resurrexit).
Otro lobo anda suelto pues también el último Consejo de Ministros ha aprobado el Reglamento de los procedimientos de despido colectivo y de suspensión de contratos y reducción de jornada, desarrollando la Ley del 6 de julio de 2012, de medidas, y en concreto la  Disposición Adicional vigésima del Estatuto de los Trabajadores, afectante al personal laboral del sector público. Ahora sólo para este colectivo en el caso de las empresas del sector público, entidades o sociedades mercantiles en cuyo capital participe mayoritariamente el Estado, se aplicarán las mismas causas y procedimientos que den lugar a despidos colectivos previstos con carácter general para las empresas del sector privado.
Con un   procedimiento específico en el que será necesario un informe previo y vinculante del órgano competente en materia de función pública, además de la intervención de la  autoridad laboral y la  Inspección de Trabajo y de la Seguridad Social. Se exigirá también más documentación justificativa, ya que el procedimiento se iniciará por escrito y deberá acompañarse de documentación justificativa exhaustiva sobre las causas que lo motivan, entre la que se encontrarán los presupuestos del organismo y las oportunas certificaciones.
Como ejemplo de que lobos de esta camada ya andan por los pastos, parideras y corrales y que estos no salen cazados como en el cuento puede verse que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (sentencia de 25.10.2012) ha dado luz verde al ERE extintivo acordado  por el Ayuntamiento de Estepona  que se ha llevado por delante a 176 trabajadores. La Sala estima la difícil situación económica y financiera, ante el  desequilibrio presupuestario, la ausencia casi total de autofinanciación y la existencia de una importante deuda fuera del presupuesto, superior a los 165 millones de euros, otrosí de  una  estructura municipal sobredimensionada.
En fin ya ven que hay lobos para todos y ahora  sí que viene de verdad, pues para otros colectivos hace tiempo que este lobo ibérico – se decía en extinción - anda a sus anchas. El caso es que cuando mis hijos eran pequeños veían habitualmente  Pedro y el Lobo (el de Prokófiev, claro) 
 
¡ Es verdar que dan ganan de llorar ¡

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