No sólo
que nada de nada de aquellas propuestas, si no que mucho de malo en la praxis autonómica, rayano en el despropósito
y la vergüenza ajena, por mor especialmente del factor directivo. Así que con
todo esto, entre otras razones, ya ha venido el lobo aunque no sé si con traje
de negro o muy discretamente.
El Consejo de Gobierno de este
viernes 26 de octubre ha creado una Comisión para la reforma de las
Administraciones Públicas, con el propósito de racionalizar estructuras,
procedimientos y recursos, en el marco de Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y
Sostenibilidad Financiera y en coherencia con el Programa para la Aplicación
del Fondo de Liquidez para las Comunidades Autónomas .Dicha Comisión se ocupara
de analizar Duplicidades administrativas, Simplificación administrativa, Gestión
de servicios y medios comunes, y Administración institucional.
Cuando la Comisión concluya sus trabajos a finales
de junio de 2013, inexorablemente se dará
la disminución de las estructuras autonómicas y locales, y con independencia de
la lectura política que de esto se haga (recentralización, menor autonomía,…)
lo que aquí interesa es que el lobo de la deconstrucción meterá sus fauces en
el seno del poder político-administrativo. Con ello no sólo no habrá
financiación para lo superfluo, sino que no habrán funciones, ni órganos, o
éstos con menos funciones. O sea menos gasto público que equilibre la balanza
pública.
Sin duda esto afectara menos a los
actores locales o autonómicos, quienes avisados por Pedro, si lo creyeron o no,
comenzaron a hacer sus ajustes. Ahora el lobo no sólo se comerá al ciudadano
vía recortes, sino también a los políticos, sean estos bien lobeznos, cabras
locas u ovejas pacientes y paciendo en el prado.
En buena lógica habrá que pensar
que con ello habrá un ajuste previo de las denominadas políticas sustanciales
del modelo de bienestar (las consabidas sanidad, educación, justicia, servicios
sociales) y subsistirán quienes sean titulares competenciales de las mismas. De
igual manera también hará efectivo un mercado interior homogéneo, sin trabas
autonómicas, cumpliendo el dictado del artículo 139.2 de la Constitución de que
ninguna autoridad podrá adoptar medidas que directa o indirectamente
obstaculice la libertad de circulación y establecimiento de las personas y la
libre circulación de bienes en todo el territorio español.
Tal vez ahora salgan los
políticos ajustados y recortados a
denunciar los recortes. Aunque también puede que todo quede en un gatopardismo
de esos que tan acostumbrados nos tienen los que cambian algo, para que todo
siga igual.
Incluso puede que alguien en este
teatro del mundo, emulando a Tomas Moro le diga al fiscal de Gales (Sr. Richard
Rich) en reproche de sus falsedades, … si es por Gales, (o por Europa o por
España)
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