Un estudio realizado a los mayores Ayuntamientos españoles revela el escaso grado de outsourcing de los servicios municipales, siendo el servicio de limpieza, parques y basura el más externalizado y el de seguridad ciudadana en el que menos se busca la participación de empresas externas. Incluso en las actividades más externalizadas se confía sólo de forma parcial en la colaboración de servicios externos, es decir, un outsourcing parcial o selectivo, frente al outsourcing total o outsourcing extremo. Suelen ser los Ayuntamientos de mayor tamaño los que más recurren al outsourcing toda que el fin perseguido es mejorar los servicios y no tanto por falta de recursos propios.
Puede decirse que se observa una postura bastante conservadora en los ayuntamientos hacia la externalización y que es coincidente con los modelos culturales típicos de nuestro país de toda la Europa continental (mas puede verse en “Relaciones entre outsourcing y estrategia en los Ayuntamientos españoles” en Auditoría Pública nº 53 ,2011)
Este estudio puede servir de partida para un análisis serio de la diversa formulas de colaboración público-privada, para que ésta sea posible sin que sea preciso vender patrimonio público o dejarlo al socaire de los intereses privados.
El debate entre lo público y lo privado no es de antagonismo si no de complementariedad, sobre todo , si el planteamiento es de mera gestión . Otra cosa es la opción por el servicio público o la de su desactivación. Habría pues que plantearse si merece mantenerse, en terminos de eficiencia paretiana algunos de los servicios o de sus partes o programas. Es conocido en políticas sociales el denominado efecto mateo, para reflejar que las políticas sociales de reducción de la desigualdad acaban favoreciendo las clases medias y no a sus destinatarios originarios, que se excluyen por diversos factores como la desinformación. Recibe más quien más tiene, por lo que se alude a la parábola del evangelio de San Mateo. Aquí los beneficiarios no son mayoritariamente las clases excluidas, sin o mente que incrementadas sus rentas disponibles destinándoles a otros menesteres que no son los de supervivencia, otrosí de que también se benefician de haberlas las empresas que gestiona determinados servicios a pesar de su manifesta ineficacia. Todo esto que en tiempos de bonanza han servido para incrementar las rentas y el estímulo fiscal, tal vez ahora ya no sea el patrón de actuación principal.
También, de otra parte, y al socaire de determinados globos sonda en materia sanitaria, habrá que tener en cuenta que a quien cotiza y paga impuestos tampoco se le puede privar de las prestaciones no contributivas y servicios universales simplemente porque puedan sobrepasar determinados umbrales económicos. Esto tampoco sería justo aunque pudiera ser necesario, llegado el caso, pues sin duda generaría dinámica de disuasión fiscal.
La gestión pública permite la combinación de determinados mecanismos. Entre ellos los vistos de MTM, PPP, … y otros muchos que he visto de un ingenio sin igual para mantener los servicios)
Si hay deconstrucción de la dinámica precedente que sea de lo ineficaz, de ineficiencia, de los superfluo o injusto, y que las nuevas maneras y nuevos instrumentos, sean para mejorar en todos los sentidos.
Puede decirse que se observa una postura bastante conservadora en los ayuntamientos hacia la externalización y que es coincidente con los modelos culturales típicos de nuestro país de toda la Europa continental (mas puede verse en “Relaciones entre outsourcing y estrategia en los Ayuntamientos españoles” en Auditoría Pública nº 53 ,2011)
Este estudio puede servir de partida para un análisis serio de la diversa formulas de colaboración público-privada, para que ésta sea posible sin que sea preciso vender patrimonio público o dejarlo al socaire de los intereses privados.
El debate entre lo público y lo privado no es de antagonismo si no de complementariedad, sobre todo , si el planteamiento es de mera gestión . Otra cosa es la opción por el servicio público o la de su desactivación. Habría pues que plantearse si merece mantenerse, en terminos de eficiencia paretiana algunos de los servicios o de sus partes o programas. Es conocido en políticas sociales el denominado efecto mateo, para reflejar que las políticas sociales de reducción de la desigualdad acaban favoreciendo las clases medias y no a sus destinatarios originarios, que se excluyen por diversos factores como la desinformación. Recibe más quien más tiene, por lo que se alude a la parábola del evangelio de San Mateo. Aquí los beneficiarios no son mayoritariamente las clases excluidas, sin o mente que incrementadas sus rentas disponibles destinándoles a otros menesteres que no son los de supervivencia, otrosí de que también se benefician de haberlas las empresas que gestiona determinados servicios a pesar de su manifesta ineficacia. Todo esto que en tiempos de bonanza han servido para incrementar las rentas y el estímulo fiscal, tal vez ahora ya no sea el patrón de actuación principal.
También, de otra parte, y al socaire de determinados globos sonda en materia sanitaria, habrá que tener en cuenta que a quien cotiza y paga impuestos tampoco se le puede privar de las prestaciones no contributivas y servicios universales simplemente porque puedan sobrepasar determinados umbrales económicos. Esto tampoco sería justo aunque pudiera ser necesario, llegado el caso, pues sin duda generaría dinámica de disuasión fiscal.
La gestión pública permite la combinación de determinados mecanismos. Entre ellos los vistos de MTM, PPP, … y otros muchos que he visto de un ingenio sin igual para mantener los servicios)
Si hay deconstrucción de la dinámica precedente que sea de lo ineficaz, de ineficiencia, de los superfluo o injusto, y que las nuevas maneras y nuevos instrumentos, sean para mejorar en todos los sentidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario