Con estos términos se refiere el cambio en las Administraciones Públicas, tendentes a la adaptación estructural, organizativa y funcional a las demandas del entorno social. Supone la adaptación por parte de la Administración a la sociedad ya modernizada, a fin de satisfacer las nuevas demandas, que en el seno de la sociedad, se van produciendo como consecuencia de esos cambios.
Aun utilizándose como términos equivalentes, mientras la reforma responde más la lógica o ideología, la modernización se refiere más a la estrategia.
La reforma administrativa se ha sustentado sobre cinco ejes: ajuste de la organización interna; criterios de funcionamiento; recursos humanos; presupuesto y patrimonio; y comunicación interna y externa.
Supone pues un proceso de reformas en las estructuras y procesos administrativos tendentes al logro de mejores procesos mediante la incorporación de TICs e instrumentos de calidad para adaptar los órganos administrativos a las demandas de los ciudadanos en términos de mayor eficacia y eficiencia. Existe una íntima, e incluso equivalencia en algunos aspectos, entre la modernización, la reforma y las políticas de Gestión Pública.
Se ha hablado de tres momentos en este proceso, referidos como de primera, segunda y generación, a los que nos referiremos expresamente en su momento.
Las estrategias de modernización del Estado (MOS-modernization of the state) han ido variando a lo largo de estos últimos 25 años, así R. F. Durant denomina D3/DDD a los cambios operados en torno a la Desregulación, desactivación y devolución (downsizing, defunding, and devolution) que en el marco de la Nueva Gestión Pública (npm), configurarían según el citado autor, el Estado neoadministrativo frente a la tesis del ‘Estado Administrativo’ de la Administración Tradicional, definido por D. Waldo. Para él el bienestar, la felicidad y hasta las vidas de todos nosotros se basan, en grado considerable, en el desempeño de los mecanismos administrativos que nos rodean y nos mantienen. El Estado es administrativo o no es Estado. El Estado al representar lo público, administra los intereses de la colectividad. La Administración pública es la organización y dirección de hombres y materiales para lograr los fines del Gobierno. El objeto de estudio de la Administración Pública es "el Gobierno en acción", poniendo el énfasis en la racionalidad y la cooperación como elementos sustanciales de la Administración Pública, la cual pertenece al género "administración". La idea central de la Administración pública es acción racional, definida como acción correctamente calculada para la consecución de determinados fines perseguidos. En ‘The Administrative State …’ argumenta que los Estados democráticos estas sustentados por burocracias políticas y profesionales en las que la gerencia científica y la eficiencia no es la idea central del gobierno de la burocracia, aunque éste sea su servicio al público.
Por su parte en la misma línea para Morstein Marx, el Estado administrativo no un Estado carente de órganos legislativos y judiciales, sino un estado en el que la organización y las operaciones administrativas, tienen al menos, cuantitativamente, una especial relevancia.
Frente a la propuesta D3, señala Durant la preferencia - desde la experiencia y los condicionantes culturales que exige el siglo XXI - de opciones articuladas en la denominada (R3), reconexión, reconceptualización y redesempeño,(reconnecting, reconceptualizing, and reengaging). Ello supone reconceptualizar propósitos, reconectar con la red de políticas, redefinir la racionalidad administrativa, recapitalizar los activos, redireccionar los recursos y revitalizar los valores constitucionales. Todo ello referido al modelo anglosajón, pero sin duda aplicable in totum o in bonan partem al modelo continental.
Lo curioso es que en modelo continental existen recientes propuestas, distintas aunque no distantes sobre la base del trinomio R3, de las que daremos cuenta en otro post.
Aun utilizándose como términos equivalentes, mientras la reforma responde más la lógica o ideología, la modernización se refiere más a la estrategia.
La reforma administrativa se ha sustentado sobre cinco ejes: ajuste de la organización interna; criterios de funcionamiento; recursos humanos; presupuesto y patrimonio; y comunicación interna y externa.
Supone pues un proceso de reformas en las estructuras y procesos administrativos tendentes al logro de mejores procesos mediante la incorporación de TICs e instrumentos de calidad para adaptar los órganos administrativos a las demandas de los ciudadanos en términos de mayor eficacia y eficiencia. Existe una íntima, e incluso equivalencia en algunos aspectos, entre la modernización, la reforma y las políticas de Gestión Pública.
Se ha hablado de tres momentos en este proceso, referidos como de primera, segunda y generación, a los que nos referiremos expresamente en su momento.
Las estrategias de modernización del Estado (MOS-modernization of the state) han ido variando a lo largo de estos últimos 25 años, así R. F. Durant denomina D3/DDD a los cambios operados en torno a la Desregulación, desactivación y devolución (downsizing, defunding, and devolution) que en el marco de la Nueva Gestión Pública (npm), configurarían según el citado autor, el Estado neoadministrativo frente a la tesis del ‘Estado Administrativo’ de la Administración Tradicional, definido por D. Waldo. Para él el bienestar, la felicidad y hasta las vidas de todos nosotros se basan, en grado considerable, en el desempeño de los mecanismos administrativos que nos rodean y nos mantienen. El Estado es administrativo o no es Estado. El Estado al representar lo público, administra los intereses de la colectividad. La Administración pública es la organización y dirección de hombres y materiales para lograr los fines del Gobierno. El objeto de estudio de la Administración Pública es "el Gobierno en acción", poniendo el énfasis en la racionalidad y la cooperación como elementos sustanciales de la Administración Pública, la cual pertenece al género "administración". La idea central de la Administración pública es acción racional, definida como acción correctamente calculada para la consecución de determinados fines perseguidos. En ‘The Administrative State …’ argumenta que los Estados democráticos estas sustentados por burocracias políticas y profesionales en las que la gerencia científica y la eficiencia no es la idea central del gobierno de la burocracia, aunque éste sea su servicio al público.
Por su parte en la misma línea para Morstein Marx, el Estado administrativo no un Estado carente de órganos legislativos y judiciales, sino un estado en el que la organización y las operaciones administrativas, tienen al menos, cuantitativamente, una especial relevancia.
Frente a la propuesta D3, señala Durant la preferencia - desde la experiencia y los condicionantes culturales que exige el siglo XXI - de opciones articuladas en la denominada (R3), reconexión, reconceptualización y redesempeño,(reconnecting, reconceptualizing, and reengaging). Ello supone reconceptualizar propósitos, reconectar con la red de políticas, redefinir la racionalidad administrativa, recapitalizar los activos, redireccionar los recursos y revitalizar los valores constitucionales. Todo ello referido al modelo anglosajón, pero sin duda aplicable in totum o in bonan partem al modelo continental.
Lo curioso es que en modelo continental existen recientes propuestas, distintas aunque no distantes sobre la base del trinomio R3, de las que daremos cuenta en otro post.
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