jueves, 30 de marzo de 2017

Ciencias de políticas (4): Metaanálisis   crítico del estatus científico

Lindblom expresa en The Policy-Making Process  la  tensión entre racionalidad y democracia, entre la eficacia del gobierno y la participación y control de la ciudadanía, tensión que acompaña a  cualquier discusión acerca de cómo se elaboran de hecho las políticas o cómo han  de elaborarse normativamente. Para el autor, entre el conflicto entre el análisis y la política en la confección de las políticas hay que optar por la posibilidad de su  complementariedad, y si no,  optar por la política real y desde esta opción reelaborar el sentido y alcance del análisis.  Así pues las interacciones (negociaciones, cooperaciones, intercambios) como actitudes intencionales de solución de problemas colectivos puede substituir  al análisis, como políticas pertinentes y eficaces. Para Lindblom son  una alternativa al análisis (modelo del ajuste partidario mutuo) pues por sí mismas frecuentemente resuelven o aminoran los problemas,  establecen o hacen las políticas, o  logran soluciones en donde falla el análisis.
Para Dye (Policy Analysis,1983)  el análisis de políticas  puede incluir la investigación de las causas o de las consecuencias de las políticas. En los estudios de las causas de las políticas públicas, éstas son las variables dependientes y el analista busca explicarlas con referencia a variables independientes -fuerzas sociales, económicas, tecnológicas, políticas.  Según Landau (“El ámbito propio del análisis de políticas”, American Journal of Political Science, 21-2) para algunos la política es un asunto de valores -ideológico/normativos-, y para otros  una estrategia, diseño o programa, y para otros abarcaba ambos. Dependiendo de la opción el análisis de políticas es más científico en sus formas, que en la sustancia.
Landau pone cierto orden a la cuestión y  así podemos hablar del grado de cientificidad, racionalidad - formal o material en sentido weberiano – de cada decisión, pues en todo orden político y social habrá una razón para actuar conforme a valores, necesidades, creencias, compromisos, etc.
En suma el análisis de políticas es hijo de su origen democrático y evolución académica de las ciencias de políticas, y de su interacción con la matriz Ciencia política tiene la insuficiencia que tiene, como ciencia social y sobre todo, porque en la política empírica, - no obstantes honrosas excepciones - no hay más servicio a la ciudadanía que poder sobre ella. Así que parece  más acertado hablar de  la realidad como proceso de políticas y no como ciencia de políticas; la política es lo que es y no lo que debiera, no obstante a posiciones normativas.  
Hay que poner las cosas en su sitio y llamarlas por su nombre  para un ejercicio metaevaluativo sobre el propio análisis y expectativas  de  la disciplina. En nuestro trabajo “Evolución de modelos y enfoques para el análisis de la “acción pública”: del discurso a una nueva dinámica normativa (GAPP,2014)”  ya dimos cuenta de la necesidad de reorientar el análisis de políticas, en busca de nuevos y posibles enfoques científicos, ya que la teoría inductiva corrobora que los métodos descriptivos  tiene mucho que ver con la realidad empírica que poco o nada se compadece con los modelos normativos óptimos, enfoques sinópticos o semejantes.

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