viernes, 5 de junio de 2015

Informes autoconfirmatorios vs. Análisis comprensivo-sinópticos (1)

Ya tenemos nuevos costes de reparación consecuencia de otra decisión ilícita, precipitada o torpe de una Administración Pública caótica y colapsada. Y ello consecuencia de recientes sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana referentes a las bolsas de trabajo de docentes interinos y la a que  afecta al copago para dependientes.  Una vez más entra en escenario la  presunción iuris et de iure de las sentencias frente a la decaída iuris tantum de los actos administrativos y a la  que de seguir por este camino  pronto habrá que cambiarla por la presunción de ilegalidad, injusticia y torpeza. Únanse estas a la lista interminable de desafueros administrativos que han sangrado, más todavía las arcas que el fenómeno de la corrupción (ERES, RTVV,…)
Tenemos ahora en cuestión cuál es la deuda ilegítima de la GVA para  no abonarla y por lo tanto es razonable preguntarse cómo se ha creado esa deuda y cuáles han sido sus consecuencias y efectos. Entre otros como vemos el de  generar más deuda que termina  afectando a los más débiles (en este caso interinos y discapacitados) toda vez que muchas de estas decisiones ilícita y seminalmente injustas, son legitimadas por los amigos/servidores interesados del poder.
En entradas anteriores hablamos de la administración de la miseria que preveíamos como un fenómeno que avanzaba inexorablemente, en el que el botín administrativo iba  a ser muy peleado por los supervivientes.
Decíamos que  (…) Al problema administrativo se une el político y además el económico. Mantener el modelo de bienestar con una economía poco productiva y de baja competitividad. Añadamos un coste democrático que luego tampoco se traduce en beneficio colectivo por mor de las diversas disfuncionalidades. Frente a la complejidad del problema, en lugar de buscar ayuda en la ciencia, nuestros partidos mayoritarios no solo se han negado a retirar de sus listas a todos los candidatos bajo sospecha, sino que defienden activa y públicamente a algunos de ellos. La crisis conlleva la administración de la miseria, de lo que queda del botín administrativo. O bien nos quedamos en el barco administrativo, o lo abandonamos bien pertrechados.
Los fantasmas familiares de la democracia aparecen cíclicamente, lo que de suyo es lógico en una sociedad dinámica y de progreso y en el marco del mundo de las ideas, como son las políticas. Si en 1975 Crozier, Huntington y Watanuki, denunciaron la ‘Crisis de Gobernabilidad de las Democracias’, y en el 2000 nuevamente, Pharr and Putnam enfocaron el tema desde una desafectación de la democracia, más en términos de gestión que de modelo Ahora parece que se juntan los dos. Toda crisis económica acaba en una crisis política y en una revisión del modelo administrativo. (…)
Cfr  entrada Crisis, botín  y administración de la miseria,2 de marzo de 2011. Vid. también vg.: La separación política-administración (y 4): Urgencia y actualidad de una imperiosa necesidad de una revisión ortodoxa y ortopráctica, 9 de noviembre de 2013; La Administración Pública; ¿Oximorón, Babel u obra humana? (1), 22 de abril de 2014;  La caída de los dioses (1): Reyezuelos vs. Líderes 22 de febrero de 2015.
Estas cuestiones que ya estaban en ciertos foros, en lo que yo conozco desde el año 2007,  has venido suscitando un tipo de actitud recurrente en los legitimadores y beneficiarios del sistema, la de la necedad.  Ahora los ingenuos no salen del pasmo  y los  que han degustado hasta el último plato de la miseria,  ya están empezando a conocer la larga mano del Pretor deslegitimador.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario