lunes, 25 de mayo de 2015

Poliarquía vs. democracia como justificación de la unión entre política y Administración Pública

Esta situación es la que debiera mantenerse tout court en todos los niveles político-administrativos donde funcione el modelo habitual (superior/directivo/administrativo)simplemente porque es uno de los presupuestos del sistema democrático, y de la denominada teoría clásica de la  Administración Pública, como evolución de la napoleónica separación función política-función administrativa. Su evidente no contemplación es uno de los síntomas de la crisis democrática de siempre y encaja muy bien con la denominada Poliarquía - el gobierno de muchos – deudora de Dahl, como expresión de que la realidad de nuestra democracia y enlaza con las descripciones de Linblom sobre el pluralismo y el ajuste partidario mutuo como manera de analizar las políticas a implementar y el diálogo como manera de mantener la gobernabilidad. El gobierno del pueblo y para el pueblo  como  ideal  se transmuta en  el gobierno de muchos desarrollado por múltiples elites que representan a diferentes comunidades dentro de la comunidad política. Los poliarquistas creen que los conflictos se resuelven mejor a través del diálogo que a través del uso arbitrario de la fuerza coercitiva por la autoridad superior.
Para Dahl en una poliarquía  el sistema político funciona correctamente cuando los ciudadanos pueden:
·     Formular sus preferencias.
·     Expresar esas preferencias a otros y al gobierno mediante la acción individual o colectiva.
·     Lograr que las propias preferencias sean consideradas por igual, sin discriminaciones en cuanto a su contenido u origen.
Como no se gobierna por y para el pueblo sino para determinados poderes que se representan y legitiman así mismos, la  Administración Pública es parte del botín y el método de justificar las políticas es el ajuste partidario mutuo o el cubo de basura. En caso contrario un análisis de políticas orientado normativamente estaría buscando siempre una lógica racionalmente comprensiva y sinóptica.
El nivel político no puede entrar a conocer de la selección de personal, de la elección de contratistas, del destino de los becarios, amañar elecciones sindicales,… Es la ley y el mecanismo burocrático en el que se encarga de tales cometidos.
El nivel político está para pensar, innovar, proteger a la ciudadanía,  negociar, legislar, obtener recursos, pacificar, resolver imprevistos y mejor le irá si todo esto lo hace con un predominio científico  más que con ideología low cost, con análisis de datos empíricos. La mentira es a la ideología lo que la verdad a la ciencia y si la política se presta mucho a la primera con los resultados que conocemos en la historia, el debacle total se produce  cuando la Universidad también lo hace o se somete. Si el político de nueva generación  de  hoy no se presta a  rectificar en función de lo que le diga la ciencia – en la Universidad o en la Administración Pública o en los sectores de conocimiento objetivo que hablan en favor de la ciudadanía y su progreso– poco se habrá conseguido desde el 15M en la lucha por derrocar a la poliarquía en favor de una democracia real y competa.
Espero que, al menos incrementalmente, progresemos con cada momento electoral hacia la segunda de las dinámicas no sólo porque  canónicamente así consta sino porque es una necesidad en estos tiempos de incertidumbre postmoderna.  Esto lo debe  asumir la ciudadanía pues  exigirlo  férreamente, no deja de ser una solución que  no casa mucho con el espíritu democrático, que  para alguno de sus teóricos se consideraba como un forma  de vida (John Dewey) como muy nos ha enseñado en la CV el profesor  Miguel Catalán.
Cfr.
 
MORISON,T.,"Civil Service Taditions" en Públic Administración Review,4,1926.
LEPAWSKY,A.,Administración: El arte y la ciencia de la organización y administración,Edit. Continental, México, 1961,
DHAL, R.,“Workers’ control of Industry ante British Labor Party” en American Political Science Review, 41,1947.
DHAL, R., La Poliarquía (Un prefacio a la teoría democrática), The University of Choicago press, 1956.
DHAL, R., La Poliarquía: Participación y oposición, Tecnos, 2009.
EINZIG,P., "The front office goes socialist" en Nation's Bussines,38,1948.
 

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