miércoles, 11 de febrero de 2015

Tic-Tac,Tic-tac (y 3)

Decimos que es conveniente formar a los gestores de lo público con marcos teóricos de referencia ‘clásica’ para que no caigan atrapados por las modas administrativas de los ‘todo a 100’ que coinciden con las consultoras que le dan a todo, sin saber demasiado o incluso nada.
No sabe esta consultoría de hojalata que hasta en la tradición de entender la Administración Pública como una empresa, como es la americana, los debates desde 1997 a 1945 giraron en cómo solucionar el problema de la separación política y administración; en cómo distinguir la gestión  pública de la privada, y como hacer de la Administración Pública una organización más eficiente.  En los padres fundadores ya se hallan las idas seminales de que dicha tarea pasaba por evitar  la politización de la función pública o en el contrapeso de institucionalizar una mayor profesionalidad en la gestión.
En 1900 Frank GOODNOW en  Politics and Administration: A study in Government   abordó la tarea de  dividir la función gubernamental en política y administración.  Diría (…) se da el nombre  de Administración a la función que se encarga de ejecutar la voluntad del Estado y que debe estar sujeta al control de la política .la función administrativa aparte de su dimensión judicial puede llamarse administración de gobierno la cual es asimismo susceptible de diferenciación (…).
Sostendría que hay una parte de la Administración  que debe quedar relevada en gran medida sino totalmente del control de los órganos políticos (semicientífica, cuasiempresarial, cuasi judicial) son labores en las que influye poco o nada  la expresión de la verdadera  voluntad del estado, por lo que  debe dotarse  una fuerza de agentes gubernamentales que estén absolutamente libres de la influencia de la política, pues la  naturaleza de su trabajo no es menos  política que la judicial
 WHITE en 1937, también adscrito  a la era ortodoxa escribiría  La Administración Pública como Profesión  dando cuenta de la expansión del número de  profesionales en la administración USA (de 3600 en 1896 a 35000 en 1930).  El autor conocedor de la obra de Fayol apostaría por la necesidad e profesional la labor publica, afirmando  que administrar es la suma de la correlación, planificación, dirección central, disposición y delegación de funciones, tanto en la organización privada como pública, y constituye en sí un campo definible de conocimientos y experiencias, con sus propias tecnologías en desarrollo y demanda de aptitudes especiales, de  capacitación, experiencias y aplicación extensiva  para su dominación. Diría que el desempeño eficiente de las tareas administrativas precisa de intelectualidad coordinada, savoir faire individual, imparcialidad, percepción.
Más adelante MORXTEIN MARX nos advertiría de que (…) El volumen no es suficiente para definir la naturaleza del Estado administrativo. Es preciso tener en cuenta que no es  una estructura autónoma, sino una  especie de monstruo indómito e indomable sobre la que ejerce una influencia sustancial el grupo político que detenta el Poder. La estructura administrativa está ligada a la estructura política como la puerta a la pared: la puerta sólo desaparece cuando la pared se derrumba; pero si la puerta se atasca en su marco, basta con un simple empujón para abrirla (…).
Ante el problema del comportamiento el enfoque humanista desplazaría al neoclásico, ocupándose del comportamiento administrativo (Administrative Behavior)   consecuencia todo ello de la aplicación del  conductivismo y neoconductivismo en la psicología y que, al igual que en el análisis de políticas vería un esperado  positivismo, también para el mundo de las organizaciones desde los enfoques sociológico y psicosociológico, de impronta inequívocamente experimental, (SIMON,MAYO, MASLOW,MERTON, GOULDNER, SELZNICK.)
En la obra conjunta  Administración Pública de  1950  referida a la Administración USA  se  estudiaría  los tres aspectos de más interés sobre la organización de las grandes estructuras gubernamentales; el aspecto humano de la  administración Pública, es decir, la psicología de las personas que ocupan puestos administrativos; la relación entre política y Administración y el papel de la Administración en la función política.
Por lo tanto todo sigue igual, tal y como lo describiera Confucio y sus seguidores, mientras que las personas que gestionan políticamente lo público, tengan unas u otras orientaciones, éstas condicionarán la Administración Pública. El ambicioso terminará desvelándose como tal, si antes no le va la vida, la honra  y la hacienda en ello. Y el que tenga, espíritu de  servicio, acabará prestándolo en otro espacio  más grato.
Hay que esperar, utópicamente o  como  desiderátum científico, el fin de un tic-tac para al menos una coyuntura que ya no sostiene la artificialidad de una  arquitectura institucional  anclada sobre postulados de servicio público.
Por el momento Confucio, y demás clásicos hasta weber siguen siendo referentes teoréticos, para pensar que en lugar de un  chronos  nuevo, no habrá más allá que nuevos cromos.

(Vid.  WU, K. C.,  Teorías políticas de la antigua China,  1928;   HSÜ,L.S. La filosofía política del Confucianismo, 1932; SIMÓN, H.A, SMITHBURG,D.A Y THOMPSON,V.A. Administración Pública,1950; MORSTEIN MARX, F. The Administrative State. An Introduction to Bureaucracy, 1957).


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