domingo, 22 de febrero de 2015

La caída de los dioses (1): Reyezuelos vs. líderes

Con el título La caduta degli dei y aludiendo a la ópera wagneriana, ‘El ocaso de los dioses’, Visconti en 1969, analiza temas  muy escandalosos en torno al debacle de una familia industrial  que comienza a hacer negocios con el régimen del Tercer Reich. Esos personajes carentes de ideología aprovechan las miserias del sistema, para sin aportar nada relevantes, sean eslabones de una lógica de dioses mayores que en sí son patéticos patanes de casi todo, menos en el reparto de míseras prebendas.
Estamos asistiendo en estos últimos años a un escenario igualmente patético de caídas y huidas  de dioses menores, cuyo mérito no ha sido otro que el de la adulación de sus dioses mayores, previamente caídos. La actualidad  nacional y autonómica  es muy generosa en la expresión de este fenómeno de clac, feligresía, movimiento acrítico, frente al que hay que oponer el valor de quienes siguen estando aún cuando sus dioses mayores haya caído en desgracia, siguen siendo fieles a las personas o a las ideas.Y de estos también hay  que todavía no ha terminado.
El circuito de la adulación clientelar –políticos de segundo escalón, universidad, empresariado,sindicatos,asociacionismo- está retroalimentado  por el mismo combinado proteínico (miseria/mediocridad/ineptitud). El inepto se sirve de mediocres, cual bufones, para que le autoafirmen en sus erráticas decisiones, en su mediocridad intelectual o en su inmadurez psicológica, a cambio de puestos en órganos político-administrativos y socio-económicos, edulcorados con buenos presupuestos y/o subvenciones.
En el capítulo “La empresa estatal de dominio como administración. Dirección política y burocracia” de Economía y sociedad,  diría Max Weber;
(…)Socialización creciente significa también de manera  inexorable, burocratización creciente…. El progreso hacia lo burocrático, supone  que  el Estado  juzga y administra  conforme a un derecho estatuido y  racional, y  está en  conexión íntima con el desarrollo capitalista moderno. Mientras la empresa capitalista descansa internamente ante todo en el cálculo, necesita para su existencia una justicia y una administración cuyo funcionamiento – organizado y garantizado por el Estado- pueda calcularse racionalmente por  normas fijas generales con tanta exactitud como puede calcularse el rendimiento probable de una máquina (...)
En esta  posibilidad de predictibilidad reside la esencia del Estado racional moderno La burocratización señalaría Weber es consustancial a la democratización y al capitalismo moderno como  con posterioridad también lo afirmaría desde la economía,  Schumpeter.
En una sociedad moderna y democrática, la dominación carismática y tradicional es relevada por la racional, sustituye a dioses y reyezuelos, por servidores públicos, líderes y técnicos

No hay comentarios:

Publicar un comentario