lunes, 25 de noviembre de 2013

Open Goverment; ¿Llega para quedarse? ( 2)

Igualmente sucede con la deseable separación política-administración, debiendo regularse la zona de interfase político-administrativa y el sistema gerencial, y lo concerniente al spoil system de circuito cerrado para las funciones directivas y predirectivas. Véase al respecto la regulación del artículo 20 de la ley valenciana de función pública, y el ejercicio de una  redacción gatopardista, que cambiándolo todo, lo deja todo igual   sobre la función directiva profesional (vid la obra colectiva Comentarios a la Ley de la Función Pública Valenciana) Como ya he indicado en este blog el debate sobre la separación está ya en los orígenes de la Ciencia de la Administración, en la propuestas de Javier de Burgos sobre los  subdelegados de fomento (gobernadores civiles) e  incluso en el debate científico entre los dos grandes pensadores  Bonnin y  Posada. Mientras que para el francés  (…) el impulso que recibe la Aministración nace de las leyes, que son la expresión y regla de las necesidades sociales. Al contrario, la gestión del gobierno es toda de transmitir su autoridad, toda, de vigilancia y de censura (...) Para el español (…) no se puede separar la acción del gobierno, de la acción de la Administración (…)
Uno de las cuestiones centrales es qué es la propuesta de Gobierno abierto y qué viene a cambiar, supuesto que  su pretensión es la instalarse definitivamente el sistema político-administrativo, al igual que las precedentes  propuestas en el acervo OCDE-UE.
Adviértase de que además de la mayor transparencia  y participación ciudadana la honestidad política ha de ser meridianamente cristalina. Para el ben  gobierno requiere para Aucoin que  ejecutivo sea; a) políticamente responsable y b) capaz de formular e implementar políticas públicas sustantivamente valiosas. Y conseguirlo o no, queda manifiesto en la fórmula abierta, no caben viejas arcanas ni gatopardismos ni demás trapacerías
 Si no es una mera moda administrativa al uso de los últimos años en el marco de la NPM, podrá ser elemento de una filosofía administrativa, dentro de una argumentación administrativa coherente con un ideario finalista. Para ello, además de superar las exigencias democráticas de inexorable respeto a sus instituciones, no le queda además  más remedio que convivir con las expresiones actuales de racionalidad burocrática, que en la mayoría de supuestos hacen que el sistema sea creíble, al menos en sus mínimos. Es más  ha de servir para superar las viejas y nuevas patologías burocráticas y sobre todo, respetar todavía más el paradigma de separación política-administración. Expresión singular de este doble reto está en la patrimonialización de la  Administración Pública vía cargos de designación políticas, fraude en el acceso al y/o contratación en la gestión indirecta, por no mentar el mundo de las subvenciones públicas
En definitiva  hemos compartido  reflexionar y análisis del fenómenos desde diversos enfoques, especialmente los jurídicos,políticos, administrativos, sociológicos, empíricos y  tecnológicos, que a la postre habrán de animar a los gestores de lo  público   a diseñar e implantar políticas públicas de Gobierno Abierto. 

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