La OCDE inauguró en el año 2009 la serie de informes sobre el comportamiento comparado de las Administraciones de los países miembros, bajo el título 'Goverment at a glance, 2009', cuya verión española fue editada en el 2010 por el INAP. El segundo de la serie 'Panorama de las Administraciones Públicas 2011' refleja los últimos datos sobre el gasto público en los países miembros de la OCDE, mostrandose que han alcanzado niveles históricos, debido a los esfuerzos fiscales para ayudar a empresas y ciudadanos durante la crisis. Durante 2009, los países destinaron una media del 45% de su PIB, lo que ha supuesto un incremento de cinco puntos respecto 2007, antes de la crisis. Es esta dinámica España se encuentra entre los ocho países que más dinero se ha gastado en el Sector Público.
Para reducir lo que se califica como un "estado insostenible de las finanzas públicas", la OCDE estima que es necesario una reducción del gasto público y a la par un aumento de la presión fiscal. Dentro de las medidas que se consideran adecuadas está la conseguir un 4% el nivel de crecimiento para que la deuda acumulada pueda corregirse a partir del año 2026; búsqueda de ingresos por valor de tres puntos porcentuales del PIB para afrontar los gastos derivados de la dependencia de la población mayor de 65 años de edad; mejorar la transparencia en los nombramientos y contratos de los cargos públicos públicos; tasa baja de reposición de funcionarios (España tan solo remplaza a uno de cada diez funcionarios que se jubilan, mientras Francia, lo hace con uno de cada dos.)
Otras medidas son las destinadas al aumento de la eficiencia del sector público y en ese sentido el informe ‘Panorama de las Administraciones Públicas 2011’ ofrece un panel de aproximadamente 60 indicadores para la decisión-making público. Estos indicadores ofrecen información los ingresos recibidos, indicadores de inputs, gastos del gobierno, resultados del gobierno en sectores clave como educación, salud y administración fiscal. El informe ofrece datos comparativos sobre prácticas de gestión pública relacionadas con la transparencia y la integridad, autoridad reglamentaria, administración de recursos humanos en el servicio público y prestación de servicios.
Los indicadores proporcionan nuevas percepciones sobre enfoques normativos en gestión pública aportando información para el debate sobre políticas de reforma del sector público, aconsejando en cuanto al cómo y el dónde priorizar el gasto, reducir costos y promover la innovación.
En definitiva el informe, en la línea del primero de la serie en el año 2009 pone sobre la mesa la necesidad de reducir el déficit público, entre las medidas las de mejora del rendimiento de las Administraciones públicas, pero no es la única, y probablemente la más urgente. Lo que está en juego es la viabilidad de un sistema que se ha vuelto inestable y tiende al caos por colapso.
Traemos a colación este interesante informe descriptivo y prescriptivo sobre nuestro entorno político-administrativo, ya que hemos mostrado en entradas anteriores la secuencia de actuaciones a seguir en materia de austeridad y racionalización del gasto , dejando claro que buena parte del malgasto no está tanto en la actividad administrativa, sino en la decisión política sobre qué actividad. Para muestra un botón. Véase los motivos de supresión de la recién inaugurada línea Toledo-Cuenca-Albacete, con un gasto de 18.000 euros diarios. El balance de los seis meses de servicio directo entre las tres ciudades castellano-manchegas ha sido un desastre al contar sólo con 9 viajeros al día de los 2.190 potenciales en ambos sentidos.
Para reducir lo que se califica como un "estado insostenible de las finanzas públicas", la OCDE estima que es necesario una reducción del gasto público y a la par un aumento de la presión fiscal. Dentro de las medidas que se consideran adecuadas está la conseguir un 4% el nivel de crecimiento para que la deuda acumulada pueda corregirse a partir del año 2026; búsqueda de ingresos por valor de tres puntos porcentuales del PIB para afrontar los gastos derivados de la dependencia de la población mayor de 65 años de edad; mejorar la transparencia en los nombramientos y contratos de los cargos públicos públicos; tasa baja de reposición de funcionarios (España tan solo remplaza a uno de cada diez funcionarios que se jubilan, mientras Francia, lo hace con uno de cada dos.)
Otras medidas son las destinadas al aumento de la eficiencia del sector público y en ese sentido el informe ‘Panorama de las Administraciones Públicas 2011’ ofrece un panel de aproximadamente 60 indicadores para la decisión-making público. Estos indicadores ofrecen información los ingresos recibidos, indicadores de inputs, gastos del gobierno, resultados del gobierno en sectores clave como educación, salud y administración fiscal. El informe ofrece datos comparativos sobre prácticas de gestión pública relacionadas con la transparencia y la integridad, autoridad reglamentaria, administración de recursos humanos en el servicio público y prestación de servicios.
Los indicadores proporcionan nuevas percepciones sobre enfoques normativos en gestión pública aportando información para el debate sobre políticas de reforma del sector público, aconsejando en cuanto al cómo y el dónde priorizar el gasto, reducir costos y promover la innovación.
En definitiva el informe, en la línea del primero de la serie en el año 2009 pone sobre la mesa la necesidad de reducir el déficit público, entre las medidas las de mejora del rendimiento de las Administraciones públicas, pero no es la única, y probablemente la más urgente. Lo que está en juego es la viabilidad de un sistema que se ha vuelto inestable y tiende al caos por colapso.
Traemos a colación este interesante informe descriptivo y prescriptivo sobre nuestro entorno político-administrativo, ya que hemos mostrado en entradas anteriores la secuencia de actuaciones a seguir en materia de austeridad y racionalización del gasto , dejando claro que buena parte del malgasto no está tanto en la actividad administrativa, sino en la decisión política sobre qué actividad. Para muestra un botón. Véase los motivos de supresión de la recién inaugurada línea Toledo-Cuenca-Albacete, con un gasto de 18.000 euros diarios. El balance de los seis meses de servicio directo entre las tres ciudades castellano-manchegas ha sido un desastre al contar sólo con 9 viajeros al día de los 2.190 potenciales en ambos sentidos.
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