Una noticia de hoy revela que en Francia se destinarán 35.000 millones de euros para el plan nacional "gran empréstito", que servirá para financiar proyectos de inversión a largo plazo e impulsar la competitividad de la economía hacia un nuevo modelo de desarrollo, entre los que tienen especial protagonismo los sectores de la enseñanza superior, la investigación y la innovación, el desarrollo de pequeñas y medianas empresas innovadoras, la biotecnología en el sector agropecuario, las tecnologías energéticas sin carbono o la industria aeronáutica y espacial.
Qué paradoja que el liberalismo haya demostrado que para sobrevivir ha de recurrir a las recetas de su antagónico modelo socialdemócrata. Esto que no sorprende en Francia dada su tradición administrativa sí puede chocar con otras experiencias comparadas al menos desde el punto de vista de la dogmática política.
El domingo pasado falleció el premio Nobel de economía Paul A. Samuelson y que junto al también desaparecido fallecido J.K Galbraith han representado posturas centristas y prokeynesianas. En unos de sus últimos artículos, aparecido en el último trimestre del año 2008 , señaló : "En el fondo de este caos financiero, el peor en un siglo, encontramos el capitalismo libertario del laissez faire que predicaban Milton Friedman y Friedrich Hayek, al que se permitió desbocarse sin reglamentación. Esta es la fuente primaria de nuestros problemas de hoy. Hoy estos dos hombres están muertos, pero sus envenenados legados continúan" y “no cabe duda de que la crisis mundial de 2008 lleva en su etiqueta las palabras made in USA”.
Más allá de dogmatismos que el liberalismo no ha respetado, ni tampoco su antagonista precitado, lo que ha terminando imponiéndose es el pragmatismo de conveniencia, pues lo que la economía política rechaza racionalmente, se legitima en las políticas económicas.
En nuestra opinión se reduce a la necesidad de un modelo social en el que el estado actúa mediante la Administración, y lo hace con especial énfasis en momentos de crisis de gobernabilidad con amenaza de fracturas sociales. El esquema lógico que conlleva su algoritmo y formulación administrativa es, que un hecho político – revolucionario o no – conlleva a determinar el Rol del Estado – hoy más o menos intervencionista – y de aquí al tipo de sistema Administrativo. En función de todo esto se llevará a cabo la política de Gestión Pública o la Gestión Pública de las políticas. Es decir una técnica instrumental para una filosofía. Supone tener siempre presente la vieja, pero seminal idea, del padre de la Ciencia Administrativa moderna Von Stein de la idea unitaria del Estado que actúa (Der arbeitende Staat). Ideas que se desarrollarían con posterioridad por E. Forshoff y su teoría de la procura existencial. El primer desarrollo conceptual de un Estado constitucional social lo sitúa Forsthoff en la obra de Lorenz Von Stein asociado a una nueva legitimación de la monarquía social, en la que correspondería a la Administración el cuidado de la satisfacción de las necesidades sociales. Así lo aconsejó Von Stein para evitar fracturas en el modelo liberal de Estado.
Qué paradoja que el liberalismo haya demostrado que para sobrevivir ha de recurrir a las recetas de su antagónico modelo socialdemócrata. Esto que no sorprende en Francia dada su tradición administrativa sí puede chocar con otras experiencias comparadas al menos desde el punto de vista de la dogmática política.
El domingo pasado falleció el premio Nobel de economía Paul A. Samuelson y que junto al también desaparecido fallecido J.K Galbraith han representado posturas centristas y prokeynesianas. En unos de sus últimos artículos, aparecido en el último trimestre del año 2008 , señaló : "En el fondo de este caos financiero, el peor en un siglo, encontramos el capitalismo libertario del laissez faire que predicaban Milton Friedman y Friedrich Hayek, al que se permitió desbocarse sin reglamentación. Esta es la fuente primaria de nuestros problemas de hoy. Hoy estos dos hombres están muertos, pero sus envenenados legados continúan" y “no cabe duda de que la crisis mundial de 2008 lleva en su etiqueta las palabras made in USA”.
Más allá de dogmatismos que el liberalismo no ha respetado, ni tampoco su antagonista precitado, lo que ha terminando imponiéndose es el pragmatismo de conveniencia, pues lo que la economía política rechaza racionalmente, se legitima en las políticas económicas.
En nuestra opinión se reduce a la necesidad de un modelo social en el que el estado actúa mediante la Administración, y lo hace con especial énfasis en momentos de crisis de gobernabilidad con amenaza de fracturas sociales. El esquema lógico que conlleva su algoritmo y formulación administrativa es, que un hecho político – revolucionario o no – conlleva a determinar el Rol del Estado – hoy más o menos intervencionista – y de aquí al tipo de sistema Administrativo. En función de todo esto se llevará a cabo la política de Gestión Pública o la Gestión Pública de las políticas. Es decir una técnica instrumental para una filosofía. Supone tener siempre presente la vieja, pero seminal idea, del padre de la Ciencia Administrativa moderna Von Stein de la idea unitaria del Estado que actúa (Der arbeitende Staat). Ideas que se desarrollarían con posterioridad por E. Forshoff y su teoría de la procura existencial. El primer desarrollo conceptual de un Estado constitucional social lo sitúa Forsthoff en la obra de Lorenz Von Stein asociado a una nueva legitimación de la monarquía social, en la que correspondería a la Administración el cuidado de la satisfacción de las necesidades sociales. Así lo aconsejó Von Stein para evitar fracturas en el modelo liberal de Estado.
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