Gladden en Una historia de la Administración Pública (Tomo 1 Desde los primeros
tiempos hasta el S. Xl) afirma que es claro que el funcionario se cuenta
primitivamente entre los primeros profesionales. La popular pretensión respecto
a considerar la prostitución como la profesión más antigua, no es por lo tanto
idónea para someterse a una investigación concienzuda. Ciertamente las
costumbres normales de la sociedad tribal conceden poco colorido a este popular
eufemismo. Quien practicaba la religión, el shaman, fue
el primer especialista. Su profesión, y no la prostitución, es la más antigua
pues su existencia ya se encuentra en el
pleistoceno tardío.
Gladden
considera que desde las civilizaciones antiguas la Administración
fundamentalmente ha venido prestando
diez tipos de servicios básicos; Administración
general,Defensa,Administración local, Producción,
Abastecimientos,Comunicaciones, Construcción, Servicios sociales ,Relaciones
exteriores y Religión. Desde las
primitivas civilizaciones se ha unido poder religioso y poder político en cuanto
a que el monarca era un delegado del dios o dioses de turno para administrar el
mundo. Los diversos chamanes han estado
muy unidos a la divinidad humana del potificex máximo, hasta tal punto que
dentro de las primeras tareas de la
administración estaban la del propio poder religioso. Esto ha sucedido con los sátrapas mesopotámicos,
con los egipcios y chinos en las civilizaciones más
antiguas.
En la civilización árabe es clave el
tránsito del Califato - institución religiosa - al Sultanato, - institución burocrática y centralizada – como proceso
de concentración del poder en manos del gobernante, porque las funciones
generales del Califato recayeron gradualmente en el visir como el administrador
de más alto rango. Los libros de administración musulmanes dan cuenta de ello y
a la vez constituyen la creación intelectual administrativa más importante de la
antigüedad. Surgió así el
denominado Adab, un género literario con
fines didácticos-políticos: formar a los reyes en el arte del gobierno. La obra
más representativa de este género es Principios
de administración temporal de Al Mawardi (974-1058), quien en dicha obra
sintetiza los fundamentos de la
administración musulmana, su
organización, funcionamiento y procedimiento de trabajo.
Esta vinculación con lo religioso esta
también en nuestro contexto occidental hasta periodo tardío con la literatura del espejo de príncipes español y ciertamente también con la Ciencia de la Policía,
al menos en su primera etapa y no tanto ya en la policía ilustrada previa a la
administración moderna. La personalización de la res publica en el príncipe –
presuntamente virtuoso religiosamente - desaparece felizmente con la modernidad
y la despersonalizacion del Estado que comenzó con la revolución francesa. Por eso Bonnin nos dice en la introducción de
su obra que (…) La Ciencia de la Administración es nueva. Resultante por entero de los
progresos de la razón en materia de legislación y de organización política en
los tiempos modernos; será para las generaciones futuras un monumento al
talento de Napoleón, así como sus primeros ensayos fueron una de las ventajas de la revolución de Francia.
Jamás
ningún pueblo conoció los beneficios de una sabia administración, porque los
legisladores siempre ignoraron sus elementos y sus principios: de ahí las
vejaciones y los abusos de poder, de los que las naciones fueron continuamente
víctimas en su interior, porque nunca leyes precisas y reglas fijas habían
tratado los límites de la autoridad pública, ni determinado las relaciones de
cada uno con todos (…)
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