domingo, 28 de febrero de 2016

¿Más de lo mismo? (1) ; El Político

En un curso de la UIMP en el palacio de  La Magdalena, en el Santander del año 2000, que versaba sobre los diez presidentes de Estados Unidos desde F.D. Roosevelt a G.Bush padre, Vernon Walters (militar, embajador, CIA) dijo que como hombre Estado posiblemente sobresalía Ronald Reagan, pues de todos ellos fue el único que se puso una condición indeclinable en la formación de sus gobiernos;  todos sus integrantes debían estar más capacitados que él, ya que el mundo está lleno de dirigentes políticos que aspiran a rodearse de mediocres que no les hagan sombra.
Da la sensación por la inmediata implicación de los gobernantes de  nuestra CV, en asuntos poco claros  incluso de perversión política, es  que o siguen mandando ellos, o la capacidad de influencia de sus asesores es nula, salvo que estos no sean tales.
Lo sucedido con el asunto Imelsa y la implicación de los cazacorruptos, de ser cierta, nos da un navajazo en la zona vital que permite dar por periclitada cualquier esperanza en un mejor gobierno.  Y de ser cierto lo sucedido con las plazas de presuntos analistas de políticas del IMDEA (antes CEYD)
Los datos  devastadores, de una media de casi siete detenidos al día por corrupción durante el año 2015, con un saldo de 2.442 arrestos y 1.108 investigaciones abiertas, implica un pasmo cuantitativo sin igual. Pero puede ser más perjudicial una alarma cualitativa, por ser inoportuno de todas todas.
Está claro los motivos de expulsión democrática de  quienes han estado en un sin vivir de tropelías a cada cual mas zafia. Pero también deberían estar claro que al recambio de hoy le está  vedado, cualquier veleidad, sea ilícita o no. En ningún caso pueden estar los amigos, compañeros, parientes, clientes,… en puestos  administrativos, como contratistas, asesores, libre designación, una supuesta dirección pública profesional y demás. Aunque sean muy buenos, ahora el péndulo de la historia exige esto sin paliativos ni excepciones. Del reino de jauja hemos pasado a los tiempos recios.
La historia de los último 100 años no puede darlos lecciones al respecto (el extraperlo, las letras de colusión (pelotas), las primeras urbanizaciones, las oposiciones de afines políticos o religiosos, los relatos falsables, …), ni pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor. Es el hoy, el nuevo futuro de una ansiada clase dirigente, sino más apta, al menos más honesta, lo que demanda comportamientos exquisitos en el qué y en el cómo. Si no otra ley histórica se cumplirá con la secuencia  grosería democrática-populismo-autoritarismo, y otra vez a empezar, pero los mimo, perdura, bajo especies distintas.
Ya hemos objetado sobre   la transparencia, arguyendo que esto, no es un fin, con secretarias autonómicas  incluso, sino  un medio para recuperar la confianza en los gobiernos, como timoneles del barco. Queremos una barca sin espadas en los dirigentes, ni oro que repartir. Una barca de buenas intenciones y mejores obras.
Una dirección de control de la actividad administrativa sería suficiente  para estos cometidos pero el comportamiento político en la selección de empleados o asesores debe ser impoluta y nunca gatopardista utilizando los supuestos skills del análisis de políticas, para que entren los amiguetes o los sobrantes de la estructura política.
  Si esto no se hace así, se pierde la legitimidad de ejercer  acciones de responsabilidad contempladas en la ley contra miembros del consejo de administración de las entidades del sector público empresarial y fundaciones, para recuperar el dinero apropiado o  pésimamente gestionado. 

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