jueves, 27 de diciembre de 2018

Cambios necesarios y capacidades normativas en el asesoramiento político y decisión pública (1): Un supuesto escenario doméstico.


Un libro recientemente publicado del holandés V. R. Werner  dedicado  a explicar todo lo que, a su juicio, funciona mal en España  (“It is not what it is. The real (S)pain of Europe”) afirma  que nuestra sociedad es una bomba de relojería que podría acabar dinamitando toda la Unión Europea. La obra como  sucesión de ideas, tópicos, datos y anécdotas personales de su estancia por diecisiete  años en España, señala que la mayoría de los españoles tenemos en común siete carencias. 

1)   Nos falta información sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.
2)  Nuestra ética no está a la altura de la correspondiente occidental.
3)  No tenemos cultura financiera.  
4)  Nadie asume responsabilidades. 
5)  Nadie asume riesgos a la hora de emprender o adaptarnos a los cambios. 
6)  Somos cortoplacistas y decidimos sobre la marcha. 
7)  Los servicios de nuestras empresas y Administraciones  son un auténtico desastre.

No estando de acuerdo con esta generalización y muy especialmente en desacuerdo con la número 7) – en términos de Administración comparada -sí voy a centrarme en las afirmaciones siguientes;

(…) se  escucha en España  eso de que “hay que cambiar el chip”, pero nadie lo cambia y  la ciudadanía se queja echando la culpa al Gobierno (…) 
(…) No es que la gente no trabaje, pero se puede trabajar de manera más inteligente (…)
 (…) solo el 7% de la población habla inglés de manera fluida, a pesar de que el 10% del PIB proviene del turismo (…)
(…) el 78% no son felices en sus trabajos y las empresas pierden anualmente 25.500 millones por el absentismo laboral (…) 
(…) La gente cuando piensa en la corrupción piensa en el Gobierno, pero yo creo que está extendido a las empresas, a la economía, en el 20% del PIB que se mueve en negro (…) 
(…)En las empresas españolas yo siempre he visto esa misma actitud: gente buscando vacíos legales, huecos por los que colarse. Hecha la ley, hecha la trampa (…)


 Supongamos que estas denuncias fueran total o medianamente ciertas o en camino  de serlo y que pensáramos en la necesidad  de que el gobierno sea el actor inicial y principal para lograr los cambios necesarios mediante políticas proactivas y argumentativas utilizando los recursos adecuados desde una racionalidad formal o instrumental de medios a fines.  Para pensar como elegir medios adecuados podemos pensar en el objeto de los seminarios realizados en la asignatura de políticas públicas del cuarto curso del grado en Ciencias Políticas de la Universidad CEU-Cardenal Herrera. 
Pensando en encontrar una suerte de algoritmo como sucesión  de operaciones organizadas de manera lógica y ordenada  para  fijar los  mejores perfiles y capacidades en los decisores públicos mejor encontrar los solucionar un determinado problema. Los alumnos se sirvieron de las propuestas normativas de Yezhekel Dror  como una serie de instrucciones o reglas establecidas  para  un diseño ideal  conforme a los roles típicos ideales del funcionario y del político.

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