miércoles, 3 de septiembre de 2014

La conjura de los necios

Ignatius J. Reilly es el personaje de la novela ‘La conjura de los necios’ de  J. Kennedy Toole, publicada en los ’80. Este personaje es un ser inadaptado y anacrónico en la era capitalista  que sueña con que el modo de vida medieval, así como su moral, reinen de nuevo en el mundo. Pero en contra de su voluntad, es  sometido al  mundo que  tanto aborrece  y se ve obligado transitar como si fuera  una nueva  forma de esclavitud.

Este personaje evoca al desempleado de hoy  y que tal vez añore el trabajo artesano o la vida monástica del ‘ora et labora’ y los habituales 140 días ociosos  de la edad media. Conocemos los datos de mejora del mercado laboral como también son conocidas la manipulación de los datos en la EPA. La revista Acontecimiento nº 111 ¿dedicada la crisis y el futuro del trabajo’ nos dice que entre contratos temporales, parciales y parados  , los afectados por este mal social asciende a 11.921.900 españoles. De esas cifras Son los llamados desempleados de larga duración y, según la última EPA, su número asciende a 2.590.050 – estos son los reciben hasta 450 euros si tienen cargas familiares– toda vez que  de los 5,6 millones de parados, 1,8 millones reciben algún tipo de subsidio.

Relaciónese estos datos con que nuestra  Comunitat Valenciana, al incumplir el objetivo de déficit, deberá adoptar más medidas económicas para lograr la estabilidad presupuestaria este año, según un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal. Al finalizar Agosto  el mayor aumento del desempleo se ha dado  en la Comunidad Valenciana, con 7.372 parados más.
Añádase  las consecuencias de desgobierno/mal gobierno con  los reveses judiciales a los cambios en  sanidad pública valenciana, - que lleva 10   años con  la peor nota de España. Mírese las consecuencias de los despidos colectivos, el coste de la corrupción, la gestión de la 
de la industria estratégica del el turismo, hacen agua, y se podrá decir que la cosa pinta mal, en un contexto de por sí complicado, porque se ha  diagnosticado que el paro no tiene solución – limites ecológicos, irrupción de la tecnología, países nuevos –  ya ni tan siquiera en un modelo de capitalismo que ha pervertido el sentido del trabajo como acción humana.

Ya  Dominique  Chenu en la Nouvelle Theologie avisaba en  los ’50 de los peligros de la deshumanización en el modo de trabajo y  en la conferencia de 1930 pronunciada por Keynes  en Madrid sobre ‘Perspectivas económicas para nuestros nietos’ diría que  a la vuelta de poquísimos años estaremos en condiciones de llevar a cabo todas las operaciones del sector primario con la parte de la energía humana aconstumbrada… tres horas de trabajo diarias serán más que suficientes para satisfacer al viejo Adán que llevamos dentro”.

Con tres  horas de trabajo no se mantiene el modelo liberal del workfarestate y esas tres horas tampoco las puede mantener universalmente el welfarestate, y ya se está  hablando de sustitutir el salario por una renta personal con dos componentes; el que deriva de su trabajo y una cuota equivalente a la contribución de la riqueza social distribuida vía Administración Pública.

También se apuesta por repartir  el trabajo lo  que fundamentalmente supone un menor tiempo de dedicación al trabajo y la innecesariedad de obtención de empleo como único medio de subsistencia con una mayor cultura del ocio (in extenso sobre el cambio en la cultura del trabajo entre  otros en A. Gorz,  Metamorfosis del Trabajo,  1995)  lo que precisará, si duda  de políticas  y servicios públicos realmente innovadores, si se quiere mantener un nivel aceptable de bienestar, que ahora el modelo  keynesianismo ya no puede, al haber cambiado el hábitat.

La solución será difícil en todo caso y mientras tanto el personaje de la conjura de los necios aborrecerá un sistema en el que  la clase política no sabe crear empleo ajeno, ni con dinero propio ni público. El desempleado  de ahora  - sub specie de Ignatius  Reilly - es el titular del ¡ Indignez-vous ¡  para el 2014-2015, frente a un sistema político que por el momento no puede o no quiere dominar la economía y ponerla al servicio de la ciudadanía y en especial de los más débiles.

 Los  datos hablan por sí mismos;   el Barómetro del CIS de Mayo 2014  en cuanto al principal problema que existe actualmente en España dice ;

  •   El paro 80,8%
  •  La corrupción y el fraude 35,7%
  •  Los/as políticos/as en general, los partidos y la política 25,6%
  •   Los problemas de índole económica 28,6%
  (…)


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