sábado, 7 de junio de 2014

Las políticas y la política: Noruega, un ejemplo de pacto social

Un trabajo ya de segunda generación sobre políticas públicas   (M.LANDAU, The Proper Domain of Policy Analysis, 1977) contempla el análisis de políticas  visto como un subconjunto del concepto de lo político, o como idéntico sin más, a lo político, como inclusivo de otras dimensiones (interdisciplinario) o, como medio para abordar  de manera integrada los problemas sociales. Para algunos la política es un asunto de valores – ideológico/normativo-, para otros  una estrategia, diseño o programa, y para otros el término abarca valores, objetivos y medios. Dependiendo del enfoque  el análisis de políticas es más científico en sus ropajes que en la sustancia.
Para que el análisis de políticas tenga sentido, hay que verlo como ciencia social aplicada, teniendo en consideración que se van a aplicar los resultados de una ciencia teórica. Toda propuesta de política está acompañada de riesgo e incertidumbre, pues las políticas son hipótesis, que  proponen una intervención para alterar alguna circunstancia o un modo de conducta y su   formulación fijará normativamente la condición de estado deseada.  El objeto de cualquier propuesta de política es controlar y dirigir cursos futuros de acción, que es la única acción sujeta a control.
En prensa valenciana y en fecha  de  nueve abril  2007 con el título “La oferta electoral y «la navaja de Ockham»” evoqué con admiración la propuesta de Edgar Morin   del «bucle reformador»  según la cual las reformas no son únicamente institucionales o sociológicas, son reformas mentales que necesitan un pensamiento distinto, una revisión de los términos aparentemente evidentes de la racionalidad, de la modernidad y del desarrollo. La reforma del Estado, la reforma del espíritu y la reforma de sociedad se necesitan mutuamente. La reforma del espíritu requiere una reforma de la educación que depende, de la reforma previa del pensamiento político. Existe pues, una relación circular entre esas reformas que dependen unas de otras. La «política de civilización» debería contribuir a la reforma de la vida, la cual debería contribuir a la política de civilización. Reforma ética, reforma de la vida, reforma educativa, reforma social y reforma del Estado son interdependientes y se nutren mutuamente
En la entrada ¿El Estado a la bañera?  de 30 de junio de 2013  dimos cuenta también de la  Braibant  Lecture de 2102, del IIAS a cargo de Bernardo  Kliksberg.    a vueltas con dicho pensador argentino podemos en el video sobre Noruega y su pacto social, qué  políticas le ha llevado a estar desde los ‘80 en el top del índice de desarrollo humano (http://www.ve.undp.org/content/dam/venezuela/docs/Publicaciones/undp_ve_IDH_2013.pdf)
Sin duda ha sido  posible debido a  la coherencia entre la política, las políticas y los actores. Todo bajo un pacto social que entre otras cosas supone la sociedad más igualitaria del mundo (la media es de un salario tres veces mayor entre  el  empresario y el trabajador, y de diez veces entre el más rico y el más pobre, cuando hay países que es de 400 veces)
En este video pueden verse referentes normativos para políticas que debiéramos tener en consideración a  la hora de elegir a nuestros representantes. Es posible aumentar la riqueza nacional e individual con comportamientos éticos, superadores de la mano invisible, con . Es posible y necesario que la revolución que necesitamos ha de venir de un nuevo pacto socio-económica, y que este será moral o no será como señalara Enmanuel Mounier. Pacto social en lo educativo lo ético y lo económico, para las políticas sustantivas. Nueva arquitectura institucional para asegurar el metagobierno de las políticas.
Mientras que esperamos al Godot político cual Rey Arturo retornando de Avalon, podemos seguir leyendo a Mounier, a Morín o a Kliksberg, entre otros, en lo que aquí nos ocupa
No perdamos este video de vista   https://www.youtube.com/watch?v=W6Nczs4mho4

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