Alguien me dijo con mucha
genialidad que en la Ciencia Política española se había escrito más
publicaciones sobre el 25-M que personas habían estado en sus actos en aquellos
días de 2014. Se escribía y se esperaba
que el acontecimiento actuaria como un acicate para la vieja política
representada por el bipartidismo nacional y los grupos en torno a los
independentismos periféricos. Una nueva
política podría surgir de la mano de actores nuevos pero también de los viejos
actores ahora refundados y travestidos
por mor de la transparencia, el buen gobierno. Mi opinión y de algunos muy
cualificados observadores de la gestión diaria es que no hay nueva política
y menos todavía otra gestión pública.
Sólo hay o mejor dicho sobre todo sigue predominando las dinámicas de esa vieja
política que se denunciaba en los fastos de 2014 y que de una manera muy sui
generis esta lamentablemente desde que llegó en el Siglo XIX la Ciencia de la Administración moderna a decirnos qué cosas debían cambiar
por ser propias del Ancien Regime.
Sobre uno de los principales
grupos de aquel 25 M y que se llama Podemos puede leerse que en ciernes su pase
a la gran política, en la pequeña regional en esta Comunidad valenciana de
Alicia en el País de las maravillas (…) El Consell tiene
a su disposición un total de 116 plazas para contratar a sus asesores
y asesoras. Personal eventual que se nombra a dedo y cuyo contrato
expira con el cese del responsable de la conselleria que los elige.
Los sueldos de los asesores de la Generalitat oscilan entre
los 51.548 euros al año y los 30.901, según la categoría en la que se sitúa
cada puesto, pero la inmensa mayoría perciben 46.308 euros por
labores tan diversas y desconocidas como la formación que han tenido cada uno
de los 102 que actualmente hay trabajando para el Consell del Botánico (…)
Sigue la noticia con que (…) Cualquier persona que quiera conocer qué
edad, estudios o experiencia previa tiene cada uno de los asesores del Gobierno
valenciano descubrirá que los eventuales no tienen la obligación de hacerlo público. Ni siquiera de tener
estudios superiores, a pesar de que el sueldo medio de los 102 que hay
actualmente trabajando para los consellers es de 46.708 euros anuales. Sus
labores dentro del Ejecutivo tampoco están delimitadas y dependen de las
necesidades de cada gabinete (…)
(…)El
retrato robot del asesor medio del Gobierno valenciano es un hombre, de 41,9 años, periodista de
profesión, sin experiencia previa en las áreas de gestión en las
que ejerce su función y vinculado al partido que los nombra bien por afiliación
o porque dona una parte de su sueldo a la organización. De los 102 eventuales,
66 son hombres y sólo 36 son mujeres. Un 64,7% de varones por un 35,3% de
féminas para asesorar (...)
Se dice además que (…) Periodismo es la titulación universitaria mayoritaria junto con Derecho y Políticas. Pero también los
hay filólogos, sociólogos, psicólogos e incluso sin estudios superiores. La
experiencia compensa la falta de formación, pues la mayoría,
ya trabajaban como asesores en otras instituciones o partidos políticos antes
de recalar en la Generalitat, bien por encontrar recolocación tras su paso por la primera
línea política. Otros han encontrado en
el Consell su primer trabajo o han hecho un paréntesis en sus carreras
profesionales para aportar su bagaje a las Administración. En algunas
consellerias, ninguno de sus
asesores tiene formación o experiencia relacionada con la rama que tratan.
Eso sí, a la hora de buscar eventuales, siempre hay preferencia por los
cercanos a los partidos. Sobre todo en Compromis y Unidas Podemos. El PSPV
tiene muchos afiliados en sus equipos, pero tira más de independientes. En
total, casi la mitad están
afiliados o vinculados a las formaciones que los nombran, pero el dato
no se puede analizar por completo porque las consellerias de Compromís y Unidas
Podemos no han querido desvelar el dato (…)
Al Botánico II se le
acaban las ideas de gestión, tras el discurso de que había que cambiarlo todo para
diferenciarse del pasado reciente (vg. universalidad de la Sanidad, supresión de
copagos farmacéuticos, Xarxa llibres, reapertura de À Punt, de la comisión de
investigación del accidente de metro, elefantes blancos. Resultando en suma un reparto
de áreas y un incremento ostensible del número de altos cargos y
asesores - se pasó de 56 cargos a 138 y de 74 asesores a 116-, por no hablar de
las bajas y recambios constantes muy significativos en algunas Consellerías.
El mantra se repite con la infrafinanciación para
justificar su falta de iniciativa política, pero esto ya es sabido por eso
necesitamos gestores para la crisis, con dinero no hace falta la buena gestión
como hemos visto en los periodos de bonanza en lo bueno y en lo inadmisible.
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