Esta semana otro
medio digital afirma que se colocará a cincuenta
asesores en los Ministerios donde desembarcará Podemos donde habrá hueco para
el personal de confianza que dejó el
Grupo Parlamentario en el Congreso por la caída de escaños. El futuro
vicepresidente cierra estos días la incorporación del personal de confianza que
le acompañará en La Moncloa y en los cuatro ministerios sociales. Se trata de
figuras tan importantes como secretarios de Estado, subsecretarios, directores
generales y asesores, entre otros. Todos ellos entrarán en el organigrama de
los ministerios que dirigirá Podemos y la vicepresidencia social que liderará
el propio Iglesias. El personal eventual percibirá sueldos que se sitúan entre
los 50.000 y los 70.000 euros brutos al año y en el caso de los gabinetes de
los ministros, el equipo está compuesto de un director general y un máximo de cinco
asesores, lo que eleva a casi medio centenar el número de personas de confianza
que el líder de Podemos cuenta con colocar en el nuevo Gobierno.
En otro artículo
psoterior este mismo medio se planteaba Pero,
¿para qué sirven realmente los asesores del Gobierno?, ¿qué hacen?, ¿son
necesarios?, ¿cobran demasiado?...
Respondiéndose; (…) Los asesores deben asegurar la
materialización del programa de Gobierno a través de apoyar, coordinar y
definir la implementación de las decisiones. Destaca que resulta clave
estructurar los mecanismos de evaluación de manera que permitan la
actualización de las políticas según su progreso, la incorporación de nueva
información, cambios en las circunstancias y establecer grados de impacto
político.
(…)Se les considera concienciados para el tratamiento de información
confidencial, lo recomendable es que tengan un bajo perfil mediático, un
conocimiento avanzado de técnicas de investigación y capacidad de trabajo en
equipo y autonomía de pensamiento. Deben ser capaces también de prever
escenarios de conflicto, riesgo y oportunidad y sus respectivas respuestas de
negociación o intervención. Es importante que los asesores aseguren la
coordinación entre prioridades de políticas y las restricciones o prioridades
presupuestarias, y que influyan en que existan tiempos de dedicación exclusiva
al análisis, seguimiento y evaluación de políticas públicas prioritarias como
estrategias (…).
Se añade que no tener
asesores supone hipotecar el futuro pues (…)Hay
tendencias que apuntan a recortar en todo, también en número de asesores, pero
eso implicaría que las políticas de las administraciones se resintieran. En
España, de hecho, se necesitan bastantes asesores, tal y como se está
demostrando. Por ese motivo, es fundamental para todos que los mejores estén
asesorando a los gobiernos, tanto nacionales como locales, porque luego se ven
los resultados. Recortar en asesores es como recortar en investigación, ya que
tiene las mismas consecuencias: se hipoteca nuestro futuro.
Este tipo de personal es esencial en la cadena de toma de decisiones. En
primer lugar, por su condición de independientes, ajena a consideraciones
políticas que puedan afectar a las cadenas de mando más elevadas.
El debate no debe centrarse en si son muchos o
pocos, sino en si son los necesarios para el correcto funcionamiento de la
administración, por lo que la cuestión debería analizarse caso por caso e
institución por institución (…).
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