domingo, 7 de mayo de 2017

Legitimación democrática, eficacia  y desviación en  la  dirección pública ( y 2)

"La corrupción era una bomba de efectos retardados” es un artículo  del mes de marzo de este año en el El País en el que se da cuenta de la relación entre el malestar social, la mala situación política, los felices tiempos de los años del modelo de crecimiento español,y el estado de los grandes casos de corrupción (tarjetas black,Gürtel, Noos, Murcia,Taula,Lezo,Punica,Palau de la Música, EREs, …)
Esta praxis a la luz de una teoría normativa deductiva  adquiere el estatus de heteropráctica , es más puede incluso si esta praxis fuera lugar común más allá de contingencias regionales, podría convertir a la teoría en heterodoxa, por vía de la observación e inducción.

Posada Herrera en sus Lecciones de Administración de 1843, se distanciaba de los principios de Bonnin, no sólo por estar a favor de las atribuciones legislativas en el ejecutivo, sino  porque también consideraba que  no se puede separar la acción del gobierno, de la acción de la   administración. Fue consecuente con esta afirmación, un tanto heterodoxa por aquel entonces, pues como se puede leer en la gran enciclopedia Larousse cuando fue ministro de la Gobernación se le atribuyo el título de "el gran elector", dada la falta de escrúpulos y habilidad para que en las elecciones se mantuviera la victoria  gubernamental.

Señala García de Enterría que en Olivan  está prenunciada la teoría de la Administración Pública  de  Stein como acción de conformación social, pues conforme al esquema reformador  pretende acentuar el papel delo administrativo para objetivar el papel del Estado, manifestado en la permanencia de lo administrativo, estableciendo una zona común y neutralizada como obra de todos los partidos y no señuelo para dominación de grupo. Diríase que la obra de Oliván pretende informar y establecer cómo debe ser la Administración  española de su época, señalando las modificaciones que debería experimentar.
Resulta de lo más curioso que el administrativista Sebastián es el apologeta de la obra de Oliván, es su hermano Lorenzo  Martín-Retortillo (también reputado administrativista) quien desmitifica al personaje y a su obra presentándolo como demagogo, político interesado, clasista, y partidario de la exclavitud  al hilo de una investigación suscitadas por las sospechas sobre un  personaje con idéntico apellido descrito en una obra inglesa, de la que entresacamos lo que sigue en torno al  discurso de Olivan en las Cortes españolas en la sesión del 18 de mayo de 1836 al discutirse la ley electoral en lo  referente al nombramiento de los representantes ultramarinos,   (…) Sorprende, considerando a Oliván como uno de los padres y mentores de las ciencias administrativas en España, contemplar su pacífica y palpable condescendencia para con la esclavitud al defender, en definitiva,, junto a consoladoras e ineficaces lamentaciones generales, al partido  de los propietarios de esclavos (…)
Aplicando las reglas de los  principios  científicos, nos encontraríamos con una heteropraxis por parte del autor ortodoxo, y que tendrían su argumentación en la sociología comprensiva de los tipos ideales de weber o en determinadas posiciones del conductivismo politológico o del neoestructuralismo organizativo. En todo caso esta disociación cognoscitiva, es abundante en la politología y muy presente en el resto de las ciencias sociales, por no meternos en otros arcanos.-
Cfr.
 DE OLIVÁN ,A., De la administración Pública con relación a España,1842.
FORSTHOFF,E . “Concepto y esencia del Estado Social del derecho” en El Estado social,  CEC, Madrid, 1986.
MARTÍN-RETORTILLO BAQUER,S., Alejandro Oliván: Reflexiones sobre su vida y su obra, Civitas, Madrid,1997.
MARTÍN-RETORTILLO BAQUER, L.,”Un retrato y discurso de  Alejandro Oliván” en RAP,57, 1968.
SIMON,H., ¿Por qué la Administración Pública? en  Revista de Economia Institucional,vol. 3-4, 2001.
WALDO, D., El Estudio de la Administración Pública, Aguilar,Madrid,1964.





Legitimación democrática, eficacia  y desviación en  la  dirección pública (1)



 Alejandro de Oliván  en su obra de 1842 De la administración Pública con relación a España afirmaría  que (…) Se ha dicho que el mejor Gobierno es el que está animado de mejores intenciones, y la proposición es ciertísima siempre que se suponga la inteligencia necesaria. No basta, en efecto, organizar la Administración pública; es preciso darle impulso, regularizar su movimiento e inspirarle el espíritu del bien, cuya acción e influjo puede decirse que no conocen límites, porque no tienen cuento las ocasiones y los instantes de satisfacer una necesidad. Supuesta la indispensable preparación de los funcionarios administrativos, y la instrucción de que arriba hicimos mérito, debe su carácter moral o buena intención hacer que en sus relaciones con los administrados sean pacientes, prestando oído a las quejas y reclamaciones, que exentos de orgullo rectifiquen y enmienden sus propios errores, que juzguen y aprecien los negocios, no las opiniones políticas de los interesados, y que no den crédito exclusivo a ningún partido o clase  de personas, por temor de hacerse parciales. Una decisión sin límites por el cumplimiento de su deber, una integridad que raye en vidriosa delicadeza, un ardiente deseo de la felicidad pública, un honrar sus puestos con virtudes privadas, tanto como virtudes públicas, una imparcialidad inalterable, una benevolencia activa, una constante solicitud, miramientos y hasta deferencia donde cupiese: esa buena intención es la que atrae y se capta la confianza, en que consiste la fuerza principal de la Administración, y que excusa y economiza mucha parte del mando. A este precio y con estas condiciones tienen también derecho los funcionarios públicos a la consideración y respeto de los ciudadanos, y a la protección que les dispensan las leyes, señalando proporcionado castigo a todo el que los ofendiese o, debiéndoles obediencia, se la denegasen (…). 

Prácticamente un siglo despues diría  FORSTHOFF  que la Administración pública ha de ser considerada como la más importante organización de cuantas actúan en el ámbito del ordenamiento estatal.

En la tradición americana, por esos tiempos WALDO  la calificaría  como un tipo de esfuerzo humano cooperativo que pone un alto grado de racionalidad. La Administración Pública es la organización y dirección de hombres y materiales para lograr los propósitos del gobierno; Administración Pública es el arte y la ciencia de la dirección aplicada a los asuntos del Estado y …  puede ser considerada como el mayor invento y artificio por el que los hombres civilizados en sociedades complejas tratan de controlar su cultura, por el que intentan alcanzar simultáneamente –dentro de los límites de su ingenio y conocimiento- los fines de estabilidad y los fines de la trasformación (…).
Su compatriota Herbert SIMON afirmó - en la voragine de la  NPM - en la conferencia de 1997 de la Sociedad americana de Administración Pública   que (…) es hora de dejar de difamar al servicio público. Cualquiera que sea la retórica sobe la burocracia, las organizaciones no son el enemigo. Son las herramientas más efectivas que los seres humanos hemos desarrollado para satisfacer las necesidades humanas. Pero para que sean cada vez más efectivas, necesitamos, en todos los niveles de talento, el tipo de compromiso, el sentido de responsabilidad y la identificación con la organización que observamos en quienes han dedicado su vida al servicio público con el mayor empeño (…)

Cuando se concibe todo este pensamiento como equivalente o coincidente  de una ortodoxia  plausible puede hablarse de una Teoría normativa general, desde la cual calificar la realidad contingente observada y sus efectos.Un nuevo caso en la ciudad de Valencia se añade a los más llamativos de este mes y parece que tiene que ver con la contratación del servicio de Valenbisi, otro tanto sucede también con las letrinas de la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia, la operación Lezo en la Comunidad de Madrid ha amplificado la atención a la corrupción tras haber excedido en su impacto a varios poderes públicos con una imagen muy negativa del conjunto de las empresas españolas. La consecuencia es que en cuestión desconfianza institucional estamos a la cola de la UE. Los efectos han llegado a buena parte de la sociedad, no es que unos se enriquezcan ilícitamente sin más, es que hay trabajadores  y empresarios fuera del circuito económico porque no han podido o no han querido jugar limpio en el tema de la gestión indirecta de la contratación pública. Y esto afecta a sus hijos que reciben el impacto de la ruina familiar de la que no reciben su ayuda a la que tampoco pueden ayudar, tal y como esta el mercado de empleo. También afecta a la propia Administración Pública porque los recursos se desvían de otros destinos que pudieran crear valor público y empleos propios y de terceros.   Y desde luego para aquellos que crean en las bondades del liberalismo, su mercado, la libre competencia, la prohibición de  prácticas colusorias de la concurrencia, el mazazo es demoledor, por lo que no es de extrañar la cancha  que da al populismo político  que se nutre del mal ajeno.