Mi
mundo teorético - de políticas públicas - no es de este reino - de praxis
gubernamental - que no se preocupa lo que se debe por el análisis para el diseño del 'qué' de la
acción pública ni de evaluar el 'cómo '
se ha hecho, siguiendo dinámicas precedentes, que no cambian a pesar de buenas
intenciones en algunos actores y momentos que parecieron dichos con la creación Agencia Estatal de Evaluación de las Políticas Públicas y
la Calidad de los Servicios (AEVAL). Ya señalamos que esta ha dejado de estar
plenamente operativa como consecuencia de la disolución de esta Agencia por el
Real Decreto 769/2017, de 28 de julio, pasando sus funciones a ser asumidas por
la Secretaría de Estado de Función Pública, a través del Instituto para la Evaluación
de Políticas Públicas y de la Dirección General de Gobernanza Pública.
Hoy al igual que con el precedente RD 863/2018, de 13 de julio, por el
que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Política
Territorial y Función Pública, el actual RD 307/2020, de 11 de febrero, por el
que se desarrolla la estructura orgánica básica del Ministerio de Política
Territorial y Función Pública, en su artículo 2.5 el ROF dispone la ubicación
orgánico-funcional del Instituto para la Evaluación de Políticas Públicas sin
cambio alguno. Así que sigue adscrito a la Secretaría de
Estado, con nivel de Subdirección
General, correspondiéndole, en el ámbito de
la AGE y de sus organismos públicos, las
siguientes funciones:
Ø
La evaluación de las políticas
públicas y de los planes y programas cuya evaluación se le encomiende, en
coordinación con los departamentos ministeriales.
Ø
El fomento de la cultura de
evaluación de las políticas públicas.
Ø
La formulación y difusión de
metodologías de evaluación.
Ø
El fomento de la formación de los
empleados públicos en esta materia, en coordinación con el INAP.
Ø
El apoyo instrumental necesario para
realizar los análisis que requieran los procesos de modernización o
planificación que se impulsen desde la Secretaría de Estado de Función Pública.
Todo sigue igual, mantiene su rango político-administrativo venido a menos desde que
fuera Agencia, aunque tampoco diese los
frutos esperados en ese entonces, a diferencia del ejemplo de nuestros vecinos
franceses que sí han seguido una hoja de
ruta en el Conseil scientifique de l'évaluation
desde su decreto inaugural de 22 de enero de 1990, con una planificación y objetivos
claros.
No
sabemos qué hará este Instituto en esta legislatura, pero me temo que poco o
nada nuevo ad meliorandum con un
gobierno de coalición por primera vez en
este país, y con un ambiente tas crispado y sesgado.
De
momento nos encontramos con que siendo su objeto la AGE, no será el Instituto
el agente promotor de evaluaciones si no que ha sido el Ministerio de Igualdad por su
cuenta y mediante su Instituto de la
Mujer el que se gastará 42.000€ en evaluar si las políticas feministas de
Sánchez han servido de algo y que deben concretarse en 50 páginas, busca
conocer la efectividad de las medidas puestas en marcha en el pasado para
aumentar la presencia de niñas en las ramas de formación de tipo científica. Serán
analizados los programas ADA y
DIANA para enseñar «programación informática creativa» a niñas de entre ocho y
doce años en colegios de toda España con el objeto de valorar la idoneidad de
la metodología utilizada, los resultados
e impactos y el grado de cumplimiento de sus objetivos, planteando si los
efectos de la intervención del Estado en las aulas han contribuido a alcanzar
el objetivo de un mayor peso femenino en las ramas científicas de la educación.
Desde los marcos teóricos normativos hay que
llevar cuidado en quién es el promotor de la evaluación para analizar si en
ella hay un propósito encubierto y
desviado de los sanos propósitos inherentes a la evaluación en torno a la responsabilidad, la mejora de programas y
la promoción de conocimientos básicos, es decir la obtención de retroimputs
para mejorar el proceso de aproximación sucesiva a la resolución de un problema, bien por su solución definitiva
o la de fijar un estándar óptimo en torno a la eficacia y exigencia y economía.
Poco puede
decirse pues de mejores expectativas para el escenario inmediato y para la evaluación
y menos aún para el análisis previo, es decir, no tanto detenerse en lo que hemos
hecho sino lo que vamos hacer de nuevo,
con o sin la experiencia que nos daría una
evaluación de lo previo ad hoc, que es el énfasis del análisis en la orientación primigenia en las Ciencias de
Políticas, de la que surgieron los diversos modelos analíticos normativos o
descriptivos. Ya hemos dicho que la mayoría de las veces se identifica la
evaluación con una acción a posteriori aunque para algún sector doctrinal también puede
realizarse tanto en el diagnóstico, como en la fase de programación y se centra
en los objetivos de la política o programa y a la par en las necesidades de los
usuarios o beneficiarios.
En todo caso
análisis y evaluación o viceversa peo que se haga algo con buenos propósitos orientados hacia el interés
general, no sea que entremos en la dinámica
de aquel Reagan, que retiró los fondos públicos para los programas de
análisis de políticas de su época por aquello de (…)para qué gastarse recursos en evaluar lo que ya se sabe que se hace
mal (…).
CFR.
Pinazo Hernandis,J.,(2014) Evolución de modelos y
enfoques para el análisis de la “acción pública”: del discurso a una nueva
dinámica normativa, en Gestión y Análisis de Políticas Públicas, 12.
Pinazo Hernandis,J.,(2016) Ciencia, burocracia y democracia en las políticas públicas: factores
actuales para el análisis y evaluación” en Revista
de Evaluación de programas y Políticas Públicas, 7.
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