Con
la expresión ‘filosofía británica de la Administración’ se hace referencia al pensamiento británico
administrativo que basado en la unión entre la ciencia y la ética se desarrolló
al margen de la Ciencia de la Administración, a principios del S. XX. La
Administración se refiere tanto a los asuntos públicos como a los privados.
M. DIMOCK ha
sostenido que más que un arte o ciencia la
Administración Pública es una filosofía. Es un patrón bien pensando y
viable de supervivencia y de influencia para los individuos e instituciones.La
Administración Pública más que arte o ciencia, es una filosofía que tiene como
principio esencial servir al hombre. Este libro tiene una tesis. Dicha tesis es
que la administración es, más que respuestas eruditas y técnicas bien
escogidas, un conjunto de ardides. No es ni siquiera una ciencia y jamás
debiera convertirse en un método rígido e invariable. Es más que un arte: es
una filosofía.
La
filosofía es una combinación de creencias y de prácticas destinada a lograr una
mejor ejecución e integración de los actores participantes en los eventos
administrativos. Una filosofía de la administración es un patrón bien pensado y
viable de supervivencia y de influencia para los individuos y las
instituciones. Es buena norma y buena técnica, pero sobre todo, aspira a ser
una verdadera integración; una armonización de todo lo que es importante.
Dimock sostiene que una filosofía de la administración pública debe estar
basada en los siguientes principios:
l. Las
instituciones determinan en gran parte la clase de vida que la sociedad va a
llevar y los administradores, como clase, determinan en gran parte la calidad
de las instituciones;
2. Los
administradores deben ser individuos y no engranajes, porque el secreto del
éxito es individual.
3. La
clave de la administración es el conocimiento del desarrollo y de la
decadencia, debido a que la actual insistencia en formar categorías y dividirlo
todo en pequeños y ordenados compartimientos causa su propia derrota,
4. Como
piedras angulares se encuentran los factores de desarrollo, equilibrio,
estrategia, dirección y motivación.
Debido a
que la administración pública ocupa un vasto campo de actividades, la filosofía
de la administración se aproxima a una filosofía de la vida, la considera como una rama de las humanidades,
por lo que, según esta posición, debe estar ligada a materias como la
filosofía, la historia y el arte, y no únicamente a la ingeniería, las finanzas
públicas, la ciencia política, el derecho y la economía.
La obra de C.HODGKINSON (Filosofía administrativa:
Valores y motivaciones en la vida administrativa,1996) supone un puente entre la literatura técnica de la
teoría administrativa y el discurso filosófico contempla una axiología adecuada (la teoría del valor)
para el ejercicio del liderazgo y la
toma de decisiones y formulación de políticas. La reflexión acerca del bien y del mal como un
componente crítico del pensamiento administrativo no debe ser negada por
ninguna asepsia tecnocrática. Los temas centrales que se tratan en la obra son
pues los relacionados con la organización y la teoría administrativa, las
decisiones y la formulación de políticas, la jerarquía, liderazgo, poder,
valores, intereses. Una lógica atención a las patologías, las ideologías y
los problemas de la praxis se enlaza con una teoría del valor precisa
proyectando una lógica proposicional general de la administración.
Muy bueno.
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