La entrada anterior invita a un renuencia
intelectual por extender la idea del
estuche vaciado pero en al versión dura
de Jaula de hierro a otros escenarios sociológicos. La literatura especializada en Weber induce a
co0ntempalsr escenarios de estuche de acero más allá del preconfigurado por
Weber en su ensayo sobre la conexión religión protestante y desarrollo del
capitalismo.
En este sentido Cousiño en su trabajo de 1998 sobre la jaula de hierro afirma en su
abstract que (…) El
diagnóstico que hace Max Weber de la sociedad europea de la primera mitad de
este siglo es expuesto aquí a partir de una reseña de los procesos de
racionalización que se despliegan desde el ámbito de la cultura hacia las
instituciones sociales. Weber es el pensador de un mundo que ha perdido su
inocencia: un mundo cientificista, desencantado, sin sentido y burocratizado
hasta el extremo de poner en seria amenaza la libertad de los hombres. Su
diagnóstico de la sociedad de su tiempo, una sociedad racionalizada bajo la
forma de una burocracia (“la jaula de hierro”), anticipó los totalitarismos dela Alemania nazi y de la Unión Soviética (…)
Weber, según Cousiño, nos
avisa severamente de que la metáfora nos indica que los individuos pueden perder toda
posibilidad de control sobre sus vidas o sobre el sistema social donde éstas se
desarrollan, con el consabido déficit democrático - en términos de derechos y libertades - por
representar una sociedad radicalmente
racionalizada bajo la dominación burocrática. Esta racionalidad supone el
surgimiento de instituciones sociales extraordinariamente eficientes,
extremadamente racionales, pero que constituyen una amenaza creciente para la
libertad de los individuos.
El punto clave - y lo que ahora nos ocupa y preocupa sobre
todo - es que las religiones contienen grandes
sistemas de interpretación del mundo, del hombre, del cosmos y ala vez pretende racionalizar del modo de conducir la vida de los creyentes
(lo bueno y lo malo)Así, a medida que se van racionalizando las religiones,
también se racionaliza las conductas de vida de los creyentes.
Se comienza con una
racionalización intelectual que pasa a una racionalización existencial de la
conducta y de la vida de las personas, que termina en una racionalización social, y todo ello
instrumentado con grandes instituciones, que en lo atinente a lo socio-económico y político-administrativo
esta basado totalmente en el cálculo racional, mediante la empresa moderna (Taylorismo, fordismo y su
correspondiente Estado moderno (La Gran
Prusia y su pujante potencia militar).
Los procesos de racionalización económica
surgidos hacia el siglo XVII con un detonante religioso (Calvinismo) se desarrollaran
exponencialmente por mor de una
revolución tecnológica un par de siglos después creando ya una dinámica, no solo
despojada del la conexión religioso sino incluso contraria a la misma. El
estuche económico está vacio de religión pero continua funcionado autónoma
y maquinalmente debido a su férrea
envoltura.
Es curioso que se ha asociado a Max Weber con su compañero de estudios Franz
Kafka cuyas concomitancias con el
estuche se ven en las obras de El Proceso
y La
Metamorfosis que comienza con que (…)Una
mañana, cuando Gregorio Samsa despertó de un sueño desasosegado, se encontró en
su cama transformado en un monstruoso insecto. Estaba echado sobre su espalda,
un duro caparazón, y al levantar la cabeza vio el perfil convexo de su vientre
negruzco (…)
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