La Universitat de
València, la Asociación Valenciana de Politólogos Avapol y la Red
DerechoTICS ha organizado en estos días
los días 21 y 22 de noviembre en Valencia el I Congreso Internacional
sobre Open Governement. He tenido la ocasión de participar gozosamente en este
evento científico y para mí ha sido un
continuum de ese otro congreso del pasado
septiembre organizado por GIGAPP
e INAP en el que también fue
materia de análisis el Gobierno abierto . Igualmente en el reciente XVIII Congreso Internacional
del CLAD sobre la Reforma del Estado y de la Administración Pública, celebrado en
Uruguay, del 29 de octubre al 1 de
noviembre de 2013, también se ha tratado de “El Gobierno Abierto como impulsor de la
transparencia, la ética y la creación de valor público” y precisamente la
coordinación de una mesa sobre Transparencia y buen gobierno ha correspondido
al único Catedrático de Ciencia de la
Administración en nuestra CV, destinado en la Universidad de Alicante
Mi ponencia en el
precitado congreso GIGAPP-INAP versó acerca de La Administración Pública y la regeneración
democrática planteaba (abstract) que
(…) En el periodo desde 2008 a la actualidad nos encontramos con un
fenómeno de deconstrucción político-administrativa en el que la Administración
ha perdido crédito en la ciudadanía, parece, a pesar de que la neoburocracia
siguen como racionalidad dominante, haber perdido su papel predominante en la
gobernabilidad. El uso perverso de la organización pública por los operadores
políticos y económicos junto con panorama d extrema complejidad, merece una
revitalización del enfoque de la función política de la Administración Pública.
El primigenio pensamiento administrativo buscó una relación funcional entre el
modelo político y el modelo administrativo, lo que ahora se traduce en
superación de una concepción que solo apuesta por la dimensión técnica de la
Administración Pública. La aportación de la historia administrativa a la
historia política es evidente,por eso se dijo que política sin Administración
es mera ficción y, por ello, la regeneración democrática pasa también por una
reconceptualización, una redefinición y un redesempeño de la Administración
Pública en términos político-funcionales. El reforzamiento de la capacidad
institucional de la Administración Pública puede coadyuvar a la regeneración
democrática que tanto necesitamos. (…)
En
el reciente congreso de O-Gov plantee la
ponencia en torno al Open Goverment y nuevos paradigmas burocráticos indicando
que (…)El denominado ‘Open Goverment’ es objeto de estudio desde distintos enfoques
y áreas de conocimiento, recientemente
hemos visto su abordaje desde diferentes ópticas; como irrupción de la llegada
de una tecnología en la comunicación; impacto de la participación y colaboración en la eficacia
administrativa; transparencia, rendición
de cuentas y control en el proceso de
decisión e implementación de políticas públicas; redes de políticas;…
El O-GOV supone un modelo de Administración
abierta en la que lo relacional cobra principal protagonismo. La apertura lo es
en cuanto a la ciudadanía, las demás Administraciones u otras organizaciones
colaboradoras. Es una Administración en red, y a la par, un medio para un modelo de gobernabilidad en
gobernanza que supone una implicación activa de la ciudadanía en los asuntos de
la comunidad.
La dominación
burocrática tradicional es propia de la
Administración ordenadora (Ordnungsverwaltung)que desarrolla las tareas fundamentales de
seguridad exterior, orden interior y aseguramiento de recursos, pero la eficacia la organización del
O-Gov, supone una mutación hacia paradigmas nuevos de la burocracia como podría resultar de la
Tecnoburocracia (Minztberg),Postburocracia (Barzelay) Neoburocracia
(Heskscher) o, alcanzar incluso,
expresiones maximalistas de Ultraburocracia (Arellano) o Macdonaldización
social (Rizter).
Cabe preguntarse si las
políticas de O-Gov, más allá de una moda administrativa de ahora, pueden o
deben afectar a las lógicas previas de las
instituciones administrativas, bien orgánicas bien de procesos. Interesa
pues aportar un enfoque nuevo a la
propuesta del O-Gov, esto es, el de un
escenario, al menos hipotético, de
re-racionalización de la tradicional burocracia weberiana, que ofrecería
a los actores políticos un nuevo marco
de eficiencia, calculabilidad, predictibilidad y control de la acción
gubernativa.
(…)
Algunas de los retos que
debían exigirse al O-GOV además de la superación de las viejas y nuevas
patologías burocráticas, insistí en medidas concretas de
rerracionalización o reconceptualización burocrática, en lo que sigue.
ü Separación clara entre Administración Pública
y función política, incluso en los niveles e interfase.
ü Agilidad en la tramitación de procedimientos
y celo extremo en los derechos que
establece el artículo 25 LRJPAC.
ü Acceso a la información con limitación de las clausulas confidenciales en
los contratos.
ü Potestad y control técnico en la adjudicación y gestión de los servicios públicos indirectos.
ü Establecimiento de la tecnoestructura (subsecretarias
y secretarios generales administrativos, inspección de servicios, para evitar no
sólo los ilícitos penales, si no sobe todo, los administrativos, en especial la desviación de
poder, fraudes legales, uso arbitrario de la discrecionalidad técnica.
ü Potenciación de las actuaciones del Tribunal
de Cuentas.
ü Potenciación del modelo agencial, en lo que
sirva, y de la Dirección Pública Profesional, con eliminación de directivos tóxicos
en el Sector Público.
ü Aplicación de las técnicas propias de la
Gestión Pública (POSDCORB,SICAP,SIG,IFPP,..) al Sector Público, más
allá de los juguetes de parvulario (Boarding Score, …)
ü Implementación de modelos de evaluación de
políticas y de control de la Gestión Pública.
ü Paulatino/drástico cambio en las dinámicas
incrementalistas (rama) del decissión
making hacia prototipos de racionalidad comprensiva (raíz).
ü Supervisión de aptitud los nombramientos de asesores y
órganos de aporto a la decisión pública (propuestas Delta Type, analistas de
políticas según metodología ad hoc, y
no meros escribanos de discursos ...)
El profesor Santamaría Pastor al número 159 de la REDA de este año aborda “La
constante e interminable reforma de la normativa sobre contratación pública” que
según él presenta un balance general bastante negativo y desolador. A juicio del administrativista (…) la
evolución acelerada de la normativa de contratos públicos ha llevado a
consecuencias disfuncionales sumamente graves…, no ha disminuido un ápice el
nivel de corrupción, y, no ha agilizado
los procedimientos de contratación, sino todo lo contrario. Se ha creado en
definitiva un hogar enorme e inhóspito, incómodo, constrictivo y complicado de
entender y gestionar, rasgos que explican, aunque no justifiquen, los intentos
de salirse del mismo; y; para mayor pesimismo, un hogar que se ha terminado
convirtiendo en una suerte de establecimiento penitenciario, donde son
severamente abortados todos los intentos de fuga, y que no tiene perspectiva
alguna de desaparecer, porque ello requeriría que las instituciones
comunitarias reconociesen su fracaso en una política en la que han puesto tanto
empeño.
Mejor no puede describirse.
Esto pues de la contratación administrativa es una tarea de primer fuste para la
acción gubernamental-administrativa, y pienso
que en el marco del O-Gov puede avanzarse notablemente.