Igualmente
sucede con la deseable separación política-administración, debiendo regularse
la zona de interfase político-administrativa y el sistema gerencial, y lo
concerniente al spoil system de circuito cerrado para las funciones directivas
y predirectivas. Véase al respecto la regulación del artículo 20 de la ley
valenciana de función pública, y el ejercicio de una redacción gatopardista, que cambiándolo todo, lo
deja todo igual sobre la función directiva profesional (vid la
obra colectiva Comentarios a la Ley de la Función Pública Valenciana) Como ya
he indicado en este blog el debate sobre la separación está ya en los orígenes
de la Ciencia de la Administración, en la propuestas de Javier de Burgos sobre
los subdelegados de fomento
(gobernadores civiles) e incluso en el
debate científico entre los dos grandes pensadores Bonnin y Posada. Mientras que para el francés (…) el
impulso que recibe la Aministración nace de las leyes, que son la expresión y
regla de las necesidades sociales. Al contrario, la gestión del gobierno es
toda de transmitir su autoridad, toda, de vigilancia y de censura (...)
Para el español (…) no se puede separar
la acción del gobierno, de la acción de la Administración (…)
Uno
de las cuestiones centrales es qué es la propuesta de Gobierno abierto y qué
viene a cambiar, supuesto que su
pretensión es la instalarse definitivamente el sistema político-administrativo,
al igual que las precedentes propuestas
en el acervo OCDE-UE.
Adviértase
de que además de la mayor transparencia
y participación ciudadana la honestidad política ha de ser
meridianamente cristalina. Para el ben gobierno
requiere para Aucoin que ejecutivo sea;
a) políticamente responsable y b) capaz de formular e implementar políticas
públicas sustantivamente valiosas. Y conseguirlo o no, queda manifiesto en la fórmula
abierta, no caben viejas arcanas ni gatopardismos ni demás trapacerías
Si no es una mera moda administrativa al uso
de los últimos años en el marco de la NPM, podrá ser elemento de una filosofía
administrativa, dentro de una argumentación administrativa coherente con un
ideario finalista. Para ello, además de superar las exigencias democráticas de
inexorable respeto a sus instituciones, no le queda además más remedio que convivir con las expresiones
actuales de racionalidad burocrática, que en la mayoría de supuestos hacen que
el sistema sea creíble, al menos en sus mínimos. Es más ha de servir para superar las viejas y nuevas
patologías burocráticas y sobre todo, respetar todavía más el paradigma de
separación política-administración. Expresión singular de este doble reto está
en la patrimonialización de la
Administración Pública vía cargos de designación políticas, fraude en el
acceso al y/o contratación en la gestión indirecta, por no mentar el mundo de
las subvenciones públicas
En
definitiva hemos compartido reflexionar y análisis del fenómenos desde
diversos enfoques, especialmente los jurídicos,políticos, administrativos,
sociológicos, empíricos y tecnológicos,
que a la postre habrán de animar a los gestores de lo público
a diseñar e implantar políticas
públicas de Gobierno Abierto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario