Donde nosotros decimos Estado los EEUU hablan de Goverment para ejecutare las decisiones legislativas. La gran diferencia sigue siendo que el Estado Administrativo en el modelo continental y siguiendo a Weber la política es la dirección del Estado y gira hoy principalmente en torno a la idea de un Estado que trabaja (Die Arbeitande Staat de Von Stein) una Administración instrumental y que FORSTHOFF acuñaría desde tres ideas relacionadas; El Estado total (Der Total Staat) ‘Procura Existencial’ (Daseinsvosorge) ’ y Administración prestacional (Leistende Verwaltung). La idea de ‘Procura Existencial’ de Forsthoff, se plasma por primera vez en 1938 en su obra La Administración como soporte de prestaciones, en la que se expresa la teoría de la Procura Existencial, es decir la preocupación por la existencia humana, de la procuración de los presupuestos vitales o, la idea de asistencia vital o de prestaciones vitales. Es la obra clave para interpretar los cambios en la Administración Pública desde los tiempos de Otto Mayer y los postulados del Estado liberal superados por la multiplicación y nuevos fines del Estado. Esta concepción sería acogida por la doctrina española en la segunda parte de los ’50, tras la perspectiva del servicio público –Escuela de Burdeos-.
Mientras que antes se trataba de proteger a la sociedad del Estado, ahora es el Estado el que protege a la sociedad. En síntesis, antes era un Estado cuya idea se realiza que se justifica por inhibición, ahora el Estado se justifica por la acción mediante las prestaciones sociales, dirección económica y distribución del producto nacional. El elemento característico de la socialidad es la repartición o la redistribución, regulada por el Estado. La Administración se ocupa de la función estatal conformadora de la sociedad que revaloriza la teoría steiniana de las relaciones entre Estado y sociedad. El ‘Estado total’ ya no es un Estado vaciado, se ocupa totalmente del hombre – cuidado con la deriva totalitaria - .El objetivo del Estado total es la revolución, superadora de los intereses individuales, por ello, la Administración ha de ser neutral para instrumentar lo que el Estado debe proporcionar sino a todos, a una mayoría, el mayor grado de bienestar posible respecto a aquellas necesidades que el individuo no pueda proporcionarse por sí mismo. El Estado social sería aquél que asume como función propia el aseguramiento de las bases materiales de la existencia individual y colectiva. El ciudadano debe poder obtener de los poderes públicos, todo aquello que siéndole necesario para subsistir dignamente, quede fuera de su alcance. Esta concepción arranca de una observación sociológica que se traduce en categoría jurídicas al distinguir entre el control del «espacio vital individual» y «espacio vital efectivo» .
Esta es la fundamentación de una suerte de Estado (total) social-administrativo, leviatán y funcional que asume la competencia para llevar a cabo la ordenación misma del orden social, una Administración que es conformadora de la sociedad. Paradojas del destino nos dicen que el Estado Total fue pensado como el objetivo de la revolución nacional-socialista, y acabó en el programa del SPD y en el modelo de Estado social de la República federal, por mor de su constitucionalización de la ley fundamental de Bonn de tanta influencia en la española de 1978.
Esta concepción ni en sueños estuvo en Roossevelt y su New Deal ni estuvo en Omaba ni lo está en Biden y, tal vez algo, en Sanders y en aquel 43% de americnos que en al era Trump consideraron que el socialismo sería algo bueno para el país y el 51% de los menores de 29 años preferirían vivir en un sistema socialista a uno capitalista. (Según encuesta de 1949 el 72% de los ciudadanos optaba por el capitalismo, frente al 14% del socialismo o el 9% del comunismo).
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