martes, 18 de mayo de 2021

¿El Gobierno como solución o como problema? : Gobierno o Administración del Estado (1)

 

Jose Biden 46º presidente de los Estados Unidos desde el 20 de enero de 2021 llegó a la Casa Blanca promoviendo una revolución política  que ha adelantado por la izquierda a Barack Obama, ha dejado pasmado a la Europa del Estado del bienestar y ha lanzado una batería de medidas sociales de cifras propias del New Deal de  Roosevelt o a la Gran Sociedad de Lyndon B. Johnson.  

De momento un plan de rescate de 1,9 billones de dólares, un plan de 2,3 billones en infraestructuras y una propuesta 1,8 billones para educación y familias,toda vez que el presupuesto a largo plazo de la UE, junto con NextGenerationEU, instrumento temporal concebido para impulsar la recuperación, será el mayor paquete de estímulo jamás financiado a través del presupuesto de la UE con un total de 1,8 billones de euros ayudará a reconstruir la Europa posterior a la COVID-19.

Digamos ya, que esto americano se compadece - no es lo mismo -mucho con la concepción europea post nueva gestión pública que desde 2008 supone un paradigma.    Biden,  ha afirmado que  “el Gobierno federal no solo no es el problema, sino que sí es la solución”, y que en tiempos de crisis hace falta uno más grande y que, para pagarlo, subirá los impuestos a las empresas y las rentas más altas.

Esta afirmación deBiden trae causa de que hace 40 años, en su discurso inaugural, el presidente Reagan dijo una frase  historica: “El Gobierno no es la solución a nuestro problema, el Gobierno es nuestro problema”. Incluso  Clinton, no se atrevió a corregirla y postulo certificó la defunción de la idea de una Administración fuerte al afirmar: “La era del gran Gobierno ha terminado” en su discurso de la Unión, en el Congreso, en 1996,precedido se su reforma de 1993 ,protagonizada por Al Gore “From Red Tape to Results: Creating a Government That Works Better & Costs Less. Report of the National Performance Review”,tan condicionada en las elecciones de 1993 por el precedente republicano y el programa del excéntrico  ultraliberal  Ross Perot.

En el discurso inaugural de 20 de enero de 1981 de Ronald Reagan afirmó; (…) El negocio de nuestra nación sigue adelante. Estos Estados Unidos se enfrentan a una aflicción de grandes proporciones. Sufrimos de la más larga y una de las peores sostenidas inflaciones en nuestra historia nacional. Distorsiona nuestras decisiones económicas, penaliza el ahorro y aplasta los jóvenes que luchan y los ancianos con ingresos fijos por igual. Amenaza con destrozar la vida de millones de nuestra gente.

Las industrias ociosas han arrojado a los trabajadores al desempleo, la miseria humana y la indignidad personal. A los que trabajan se les niega una remuneración justa por su trabajo debido a un sistema fiscal que penaliza logro exitoso y nos impide mantener la máxima productividad.

Pero por muy grande que sea nuestra carga fiscal, no ha seguido el ritmo del gasto público. Durante décadas hemos acumuló déficit sobre déficit, hipotecando nuestro futuro y el futuro de nuestros hijos para el temporal conveniencia del presente. Continuar con esta larga tendencia es garantizar un tremendo impacto social, convulsiones culturales, políticas y económicas.

Usted y yo, como individuos, podemos, pidiendo prestado, vivir más allá de nuestras posibilidades, pero solo por un tiempo limitado período de tiempo. ¿Por qué, entonces, deberíamos pensar que colectivamente, como nación, no estamos obligados por esa misma limitación? Debemos actuar hoy para preservar el mañana. Y que no haya malentendido: vamos a empezar a actuar, a partir de hoy. Los males económicos que sufrimos nos han sobrevenido durante varias décadas. No se irán en días, semanas o meses, pero desaparecerán. Se irán porque nosotros, como estadounidenses tener la capacidad ahora, como la hemos tenido en el pasado, de hacer lo que sea necesario para preservar esta último y mayor bastión de la libertad.

En esta crisis actual, el gobierno no es la solución a nuestro problema; el gobierno es el problema.De vez en cuando hemos tenido la tentación de creer que la sociedad se ha vuelto demasiado compleja para seradministrado por autogobierno, que el gobierno de un grupo de élite es superior al gobierno por, por y porla gente. Bueno, si ninguno de nosotros es capaz de gobernarse a sí mismo, entonces, ¿quién de nosotros tiene la capacidad para gobernar a otra persona? Todos juntos, dentro y fuera del gobierno, debemos soportar la carga. Las soluciones que buscamos deben ser equitativas, sin que se señale a ningún grupo que pague una mayor precio.

…Bueno, el objetivo de esta administración será una economía saludable, vigorosa y en crecimiento que proporcione igualdad de oportunidades para todos los estadounidenses sin barreras nacidas de la intolerancia o la discriminación. … Es hora de controlar y revertir el crecimiento del gobierno, que muestra signos de haber crecido más allá del consentimiento de los gobernados. Mi intención es frenar el tamaño y la influencia del establecimiento federal y exigir reconocimiento de la distinción entre los poderes otorgados al  Gobierno Federal y aquellos reservado a los Estados o al pueblo. El gobierno no creó los Estados; los estados crearon el gobierno federal. Ahora, para que no haya malentendidos, no es mi intención acabar con el gobierno. Eso es más bien hacer que funcione, trabajar con nosotros, no sobre nosotros; estar a nuestro lado, no montar en nuestras espaldas.

El gobierno puede y debe brindar oportunidades, no sofocarlas; Fomentar la productividad, no reprimirla. Si buscamos la respuesta de por qué durante tantos años logramos tanto, prosperamos como nunca.… No es casualidad que nuestros problemas actuales sean paralelos y proporcionales a la intervención e intrusión en nuestras vidas que resulta del crecimiento innecesario y excesivo del gobierno (…)

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