En la obra originaria Creando Valor Público, Moore desarrolla el concepto de Triángulo
estratégico - idea originaria de Kenichi
Ohmae, para el mundo empresarial - cuyo primer vértice tiene qué ver con la definición
explícita del valor público que cada área del Gobierno puede crear. Se trata no
sólo de cumplir con las responsabilidades específicas de cada oficina, sino
también de promover políticas públicas innovadoras con un valor agregado. El segundo vértice tiene qué ver
con la legitimidad política y las fuentes que servirían para apoyar
administrativa y presupuestalmente tales iniciativas. Y el tercer vértice se
refiere a la capacidad interna, a la organización de los recursos necesarios
para sacar adelante las propuestas.
Supone una orientación permanente hacia
la calidad y efectividad del servicio, creando culturas organizacionales
dirigidas a la creación de valor en la que hay cinco tareas críticas; promoción
emprendedora, gestión del desarrollo de la política, negociación, deliberación
pública y liderazgo y marketing público.
Implica
superar el papel tecnocrático de los administradores públicos para
transformarlos en verdaderos estrategas, dedicados a buscar oportunidades de valor
público con una visión capaz de; juicio
sobre lo que tiene valor y es eficaz; un
buen diagnóstico de las expectativas
políticas; cálculo de lo que es
operativamente factible.
Aquí es el liderazgo ejecutivo y no el diseño
organizacional, el eje del éxito, un liderazgo agencial comprometido con el
mandato político. El mandatario deberá conciliar la libertad gerencial con un
control e intervención superior.
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